BOLAÑO: ¿CADÁVER EXQUISITO?
Es una lástima que el peor efecto de los elogios a la obra de Roberto Bolaño es que sus libros se hayan convertido en un estupendo negocio y que sean tan inalcanzables para un lector promedio. Alguna vez el escritor argentino César Aira calificó de “viudos” a aquellos críticos que al morir un autor se convierten en sus defensores acérrimos, la pregunta sería, como habría que llamarles a sus respectivos editores. Bolaño (1953-2003), con su novela póstuma 2666, colosal obra de 1.191 páginas que desde su tan esperada aparición despertó grandes espectativas entre sus admiradores, su precio se ha venido elevando injustificadamente en nuestras librerías, al igual que su otra novela también exitosamente mediática Los Detectives Salvajes, con lo cual seguramente se acrecentará su carácter de escritor de culto, por poder ser leído solo por un pequeño círculo.