Wednesday, June 06, 2007

¿LA SOCIEDAD DEL ESPECTÁCULO?

La civilización del espectáculo

Siguiendo el ejemplo de Daniel Salas en el blog del GCC, coloco aquí un enlace a la más reciente columna de Mario Vargas Llosa sobre la sociedad del espectáculo, aparecida, como siempre, en decenas de periódicos y revistas de todo el mundo, entre el 2 y el 3 de junio último, y, en el Perú, en el diario El Comercio. El último domingo, ya Moleskine, el blog de Iván Thays, había enlazado el artículo de Vargas Llosa y comentado al respecto que el texto era, entre otras cosas, "un buen jalón de orejas para todos los que amparan, cuando no propician o alimentan, la existencia de los blogs basura".


Piedra de toque: La civilización del espectáculo
"La civilización del espectáculo en que estamos inmersos acarrea una absoluta confusión de valores"

Por MarioVargas Llosa
Escritor

En algún momento, en la segunda mitad del siglo veinte, el periodismo de las sociedades abiertas de Occidente empezó a relegar discretamente a un segundo plano las que habían sido sus funciones principales --informar, opinar y criticar-- para privilegiar otra que hasta entonces había sido secundaria: divertir. Nadie lo planeó y ningún órgano de prensa imaginó que esta sutil alteración de las prioridades del periodismo entrañaría cambios tan profundos en todo el ámbito cultural y ético. Lo que ocurría en el mundo de la información era reflejo de un proceso que abarcaba casi todos los aspectos de la vida social. La civilización del espectáculo había nacido y estaba allí para quedarse y revolucionar hasta la médula instituciones y costumbres de las sociedades libres.(SIGUE EN EL PRIMER COMMENT)

(en la foto: portada del famoso libro de Guy Debord, con una oportuna imagen de nuestro Vargas Llosa, posando en el momento preciso en el que le toman las medidas para lo que después sería su maniquí de cera, del famoso museo de cera de Madame Tussaud de Londres)

50 Comments:

Blogger DINTILAKO said...

(SIGUE)

¿A qué viene esta reflexión? A que desde hace cinco días no hallo manera de evitar darme de bruces, en periódico que abro o programa noticioso que oigo o veo, con el cuerpo desnudo de la señora Cecilia Bolocco de Menem. No tengo nada contra los desnudos, y menos contra los que parecen bellos y bien conservados, tal el de la señora Bolocco, pero sí contra la aviesa manera como esas fotografías han sido tomadas y divulgadas por el fotógrafo, a quien, según la prensa de esta mañana, su hazaña periodística le ha reportado ya 300 mil dólares de honorarios, sin contar la desconocida suma que, por lo visto, según la chismografía periodística, la señora Bolocco le pagó para que no divulgara otras imágenes todavía más comprometedoras. ¿Por qué tengo que estar yo enterado de estas vilezas y negociaciones sórdidas? Simplemente, porque para no enterarme de ellas tendría que dejar de leer periódicos y revistas y de ver y oír programas televisivos y radiales, donde no exagero si digo que los pechos y el trasero de la señora de Menem han enanizado todo, desde las degollinas de Iraq y el Líbano, hasta la toma de Radio Caracas Televisión por el gobierno de Hugo Chávez y el triunfo de Nicolas Sarkozy en las elecciones francesas.

Esas son las consecuencias de aceptar que la primera obligación de los medios es entretener y que la importancia de la información está en relación directamente proporcional a las dosis de espectacularidad que pueda generar. Si ahora parece perfectamente aceptable que un fotógrafo viole la privacidad de cualquier persona conocida para exponerla en cueros o haciendo el amor con un amante, ¿cuánto tiempo más hará falta para que la prensa regocije a los aburridos lectores o espectadores ávidos de escándalo mostrándoles violaciones, torturas y asesinatos en trance de ejecutarse? Lo más extraordinario, como índice del aletargamiento moral que ha resultado de concebir el periodismo en particular, y la cultura en general, como diversión y espectáculo, es que el paparazzi que se las arregló para llevar sus cámaras hasta la intimidad de la señora Bolocco, es considerado poco menos que un héroe debido a su soberbia performance, que, por lo demás, no es la primera de esa estirpe que perpetra ni será la última.

Protesto, pero es idiota de mi parte, porque sé que se trata de un problema sin solución. La alimaña que tomó aquellas fotos no es una rara avis, sino producto de un estado de cosas que induce al comunicador y al periodista a buscar, por encima de todo, la primicia, la ocurrencia audaz e insólita, que pueda romper más convenciones y escandalizar más que ninguna otra. (Y si no la encuentra, a fabricarla). Y como nada escandaliza ya en sociedades donde casi todo está permitido, hay que ir cada vez más lejos en la temeridad informativa, valiéndose de todo, aplastando cualquier escrúpulo, con tal de producir el 'scoop' que dé que hablar. Dicen que, en su primera entrevista con Jean Cocteau, Sartre le rogó: "¡Escandalíceme, por favor!". Eso es lo que espera hoy día el gran público del periodismo. Y el periodismo, obediente, trata afanosamente de chocarlo y espantarlo, porque esta es la más codiciada diversión, el estremecimiento excitante de la hora.

No me refiero solo a la prensa amarilla, a la que no leo. Pero esa prensa, por desgracia, desde hace tiempo contamina con su miasma a la llamada prensa seria, al extremo de que las fronteras entre una y otra resultan cada vez más porosas. Para no perder oyentes y lectores, la prensa seria se ve arrastrada a dar cuenta de los escándalos y chismografías de la prensa amarilla y de este modo contribuye a la degradación de los niveles culturales y éticos de la información. Por otra parte, la prensa seria no se atreve a condenar abiertamente las prácticas repelentes e inmorales del periodismo de cloaca porque teme --no sin razón-- que cualquier iniciativa que se tome para frenarlas vaya en desmedro de la libertad de prensa y el derecho de crítica.

A ese disparate hemos llegado: a que una de las más importantes conquistas de la civilización, la libertad de expresión y el derecho de crítica, sirva de coartada y garantice la inmunidad para el libelo, la violación de la privacidad, la calumnia, el falso testimonio, la insidia y demás especialidades del amarillismo periodístico.

Se me replicará que en los países democráticos existen jueces y tribunales y leyes que amparan los derechos civiles a los que las víctimas de estos desaguisados pueden acudir. Eso es cierto en teoría, sí. En la práctica, es raro que un particular ose enfrentarse a esas publicaciones, algunas de las cuales son muy poderosas y cuentan con grandes recursos, abogados e influencias difíciles de derrotar, y que lo desanime entablar acciones judiciales lo costosas que estas resultan en ciertos países, y lo enredadas e interminables que son. Por otra parte, los jueces se sienten a menudo inhibidos de sancionar ese tipo de delitos porque temen crear precedentes que sirvan para recortar las libertades públicas y la libertad informativa. En verdad, el problema no se confina en el ámbito jurídico. Se trata de una problema cultural. La cultura de nuestro tiempo propicia y ampara todo lo que entretiene y divierte, en todos los dominios de la vida social, y por eso, las campañas políticas y las justas electorales son cada vez menos un cotejo de ideas y programas, y cada vez más eventos publicitarios, espectáculos en los que, en vez de persuadir, los candidatos y los partidos tratan de seducir y excitar, apelando, como los periodistas amarillos, a las bajas pasiones o los instintos más primitivos, a las pulsiones irracionales del ciudadano antes que a su inteligencia y su razón. Se ha visto esto no solo en las elecciones de países subdesarrollados, donde aquello es la norma, también en las recientes elecciones de Francia y España, donde han abundado los insultos y las descalificaciones escabrosas.

La civilización del espectáculo tiene sus lados positivos, desde luego. No está mal promover el humor, la diversión, pues sin humor, goce, hedonismo y juego, la vida sería espantosamente aburrida. Pero si ella se reduce cada vez más a ser solo eso, triunfan la frivolidad, el esnobismo y formas crecientes de idiotez y chabacanería por doquier. En eso estamos, o por lo menos están en ello sectores muy amplios de --vaya paradoja-- las sociedades que gracias a la cultura de la libertad han alcanzado los más altos niveles de vida, de educación, de seguridad y de ocio del planeta.

Algo falló, pues, en algún momento. Y valdría la pena reaccionar, antes de que sea demasiado tarde. La civilización del espectáculo en que estamos inmersos acarrea una absoluta confusión de valores. Los íconos o modelos sociales --las figuras ejemplares--lo son, ahora, básicamente, por razones mediáticas, pues la apariencia ha reemplazado a la sustancia en la apreciación pública. No son las ideas, la conducta, las hazañas intelectuales y científicas, sociales o culturales, las que hacen que un individuo descuelle y gane el respeto y la admiración de sus contemporáneos y se convierta en un modelo para los jóvenes, sino las personas más aptas para ocupar las primeras planas de la información, así sea por los goles que mete, los millones que gasta en fiestas faraónicas o los escándalos que protagoniza. La información, en consecuencia, concede cada vez más espacio, tiempo, talento y entusiasmo a ese género de personajes y sucesos. Es verdad que siempre existió, en el pasado, un periodismo excremental, que explotaba la maledicencia y la impudicia en todas sus manifestaciones, pero solía estar al margen, en una semiclandestinidad donde lo mantenían, más que leyes y reglamentos, los valores y la cultura imperantes. Hoy ese periodismo ha ganado derecho de ciudad pues los valores vigentes lo han legitimado. Frivolidad, banalidad, estupidización acelerada del promedio es uno de los inesperados resultados de ser, hoy, más libres que nunca en el pasado.

Esto no es una requisitoria contra la libertad, sino contra una deriva perversa de ella, que puede, si no se le pone coto, suicidarla. Porque no solo desaparece la libertad cuando la reprimen o la censuran los gobiernos despóticos. Otra manera de acabar con ella es vaciándola de sustancia, desnaturalizándola, escudándose en ella para justificar atropellos y tráficos indignos contra los derechos civiles.

La existencia de este fenómeno es un efecto lateral de dos conquistas básicas de la civilización: la libertad y el mercado. Ambas han contribuido extraordinariamente al progreso material y cultural de la humanidad, a la creación del individuo soberano y al reconocimiento de sus derechos, a la coexistencia, a hacer retroceder la pobreza, la ignorancia y la explotación. Al mismo tiempo, la libertad ha permitido que esa reorientación del periodismo hacia la meta primordial de divertir a lectores, oyentes y televidentes, fuera desarrollándose en proporciones cancerosas, atizada por la competencia que los mercados exigen. Si hay un público ávido de ese alimento, los medios se lo dan, y si ese público, educado (o maleducado, más bien) por ese producto periodístico, lo exige cada vez en mayores dosis, divertir será el motor y el combustible de los medios cada día más, al extremo de que en todas las secciones y formas del periodismo aquella predisposición va dejando su impronta, su marca distorsionadora. Hay, desde luego, quienes dicen que más bien ocurre lo opuesto: que la chismografía, el esnobismo, la frivolidad y el escándalo han prendido en el gran público por culpa de los medios, lo que sin duda también es cierto, pues una cosa y la otra no se excluyen, se complementan.

Cualquier intento de frenar legalmente el amarillismo periodístico equivaldría a establecer un sistema de censura y eso tendría consecuencias trágicas para el funcionamiento de la democracia. La idea de que el Poder Judicial puede, sancionando caso por caso, poner límite al libertinaje y violación sistemática de la privacidad y el derecho al honor de los ciudadanos, es una posibilidad abstracta totalmente desprovista de consecuencias, en términos realistas. Porque la raíz del mal es anterior a esos mecanismos: está en una cultura que ha hecho de la diversión el valor supremo de la existencia, al cual todos los viejos valores, la decencia, el cuidado de las formas, la ética, los derechos individuales, pueden ser sacrificados sin el menor cargo de conciencia. Estamos, pues, condenados, nosotros, ciudadanos de los países libres y privilegiados del planeta, a que las tetas y culos de los famosos y sus "bellaquerías" gongorinas, sigan siendo nuestro alimento cotidiano.


LIMA, MAYO DEL 2007

© MARIO VARGAS LLOSA, 2007.
© Diario "El País", SL/ Mario Vargas Llosa. Prisacom.
Exclusivo para el diario El Comercio en el Perú.




Prensa sensacionalista en Perú
01 de junio de 2007, 13:20

Marcel Velázquez Castro
Lima, Perú
Especial

Una de las increíbles portadas de El Trome, uno de los periódicos más leídos de Lima.
"Sexo oral dá cáncer". "Gorditas ricas buscan machos ardientes". "Se le para bobo en pleno chuculún". "Guachimán clava cuchillo al amante de su ñorsa". "Cristo viene..¡en combi!". "Así no crean soy virgen". "Mercedes atrapó español". "Rockero se creía Hitler". Estos enunciados constituyen una muestra de los titulares de los últimos meses de los cuatro periódicos que poseen más del 50% del mercado de lectores en la ciudad de Lima: El Trome, El Popular, Ajá, y El Chino. ¿Qué hay detrás de estas policromáticas portadas? ¿Cuáles son los presupuestos culturales en la producción y el consumo de esta prensa? ¿Qué dicen los lectores?

La prensa sensacionalista es un fenómeno cultural presente en todas las ciudades sudamericanas. En Guayaquil tenemos El Extra; en Santiago de Chile, La Cuarta y Últimas Noticias; en Bogotá, El Espacio; en La Paz, Extra y Gente, sólo por mencionar algunos medios.

La "cultura chicha" en el Perú es un cóctel explosivo de cultura popular y cultura de masas, una mezcla incesante de conductas (trasgresión, irresponsabilidad, individualismo), valores (hedonismo, éxito social), ideologías (racismo, machismo, tradición andina y modernidad capitalista) y códigos estéticos (kitsch e imaginación melodramática). Es la gran matriz en la cual la mayoría de limeños se comunica, interactúa y se reconoce socialmente, porque ofrece nuevas formas de ser y estar en una ciudad, simultáneamente, andinizada y globalizada.

Quiero compartir con ustedes una fantasía: imaginemos un día en la ciudad de Lima sin prensa sensacionalista chicha. ¿Cuáles serían los principales efectos culturales? Miles de habitantes dejarían de leer, ya que su única experiencia de lectura la constituyen dichos periódicos; no existirían figuras del espectáculo o de los deportes que, convertidos en héroes o villanos coyunturales, sirvan de modelos o antimodelos a los lectores. La brecha entre los acontecimientos públicos y el ciudadano popular crecería, ya que éste no tendría el mediador que, regido por la expresividad, informalidad y familiaridad, lo conecta con la totalidad social; los quioscos de periódicos perderían color y dejarían de ser un espacio de reunión y goce de lo prohibido; las elites lo agradecerían porque lo "obsceno", aquello que no debe ser representado, desaparecería de los espacios públicos de la ciudad.

Por otro lado, también habría efectos culturales de otro signo: la reproducción de la lógica racista y la discriminación de género perderían un motor importante, y la infamación de los sujetos populares ya no se daría desde uno de los principales soportes materiales del mundo urbano popular.

La prensa sensacionalista chicha representa y modela la cultura popular urbana por cuanto contribuye a construir un tramado de formas conceptuales y sensibles que se instalan diariamente en la vida cotidiana de más de un millón de limeños. Es un espacio textual y visual que se retroalimenta con la televisión y en el que se liberan las fantasías de ascenso social y placer sexual.

Sus detractores podrán argüir que dichos periódicos construyen una imagen de la comunidad sin conciencia histórica ni respeto a la diversidad cultural, que contribuyen a la formación de sujetos que reproducen prácticas racistas, patriarcales y homofóbicas en la ciudad de Lima, y no les faltará razón; sin embargo, ese es sólo la portada del problema, hay que leer también la contraportada.

Los lectores de esta forma de prensa explican su elección porque es "amena", "entretenida", "regalona", "barata", y "educativa". Es amena porque ofrece diversión y deleite, las noticias se convierten en un fin en sí mismo, el placer está en el mero acto de la lectura, no en la información obtenida de la misma.

Su calidad de "entretenida" refiere a la perspectiva jocosa y desprejuiciada que rige en el tratamiento de todas las noticias, el grueso humor popular que se alimenta muchas veces de los sedimentados prejuicios. Los actores, cantantes, vedettes, futbolistas, y personajes televisivos constituyen la materia diaria y constante para sus noticias más importantes. Como en todas las sociedades del capitalismo tardío, la lógica del espectáculo invade todos los ámbitos, y en estos periódicos se vende y consume mercancías humanas que se distinguen por exhibir un plus pasional.

Casi todos los diarios de este segmento ofrecen concursos y sorteos destinados a los lectores; la esperanza de obtener algún beneficio económico es un motor importante para la fidelidad de sus consumidores. El precio de cincuenta centavos (15 centavos de dólar aproximadamente) que se generalizó para esta prensa desde finales de los 90 fue una victoria de la economía popular y significó un remezón en todos los periódicos tradicionales, muchos de los cuales se vieron obligados a modificar sus precios. Además, alertó a las empresas sobre un segmento de consumidores que no estaba siendo suficientemente considerado.

Contra la opinión tradicional, podemos afirmar que esta prensa difunde conocimientos útiles para sus lectores en el ámbito privado: un saber práctico y cotidiano que instruye en temas varios, como medicina natural para combatir enfermedades o alimentación nutritiva con poco dinero. La prensa sensacionalista chicha también reivindica el imperio de las pasiones, el chisme, las jergas, los refranes, el cuerpo como un espacio de poder, una cultura plebeya donde lo oral y lo visual son más importantes que los razonamientos escritos.

Por otro lado, la portada y las páginas centrales de estos periódicos remiten masivamente al mundo del espectáculo, a la fiesta perpetua, al derroche incesante de energías, a la fascinación por el cuerpo semidesnudo como metonimia del placer interminable. La fuerza transgresora de la cultura popular se disuelve y pierde su poderío, ya que no pretende cuestionar el statu quo, sino meramente parodiarlo o ridiculizarlo. En muchos textos de estos diarios, los propios actores populares se instauran como sujetos que desean los códigos, el estilo de vida, los valores de quienes conforman la elite socioeconómica.

Estos diarios también se alimentan de los delitos y los accidentes que contienen hechos de sangre, algo que se explica por sus filiaciones con la denominada "crónica roja". Los delitos son presentados como meros eventos que ratifican inexorablemente un puñado de verdades: "los impulsos sexuales no se pueden controlar", "la pobreza engendra delincuencia", "todos quieren dinero fácil", "la ley no se cumple", "los políticos son corruptos", etc.

En el lector promedio, la desgracia y el dolor ajeno causan esa extraña mezcla de alegría y compasión, propia de toda catarsis, ya que el periódico es una ventana para contemplar lo sórdido y el horror de la condición humana en otros seres sin mayores riegos y mediante una escasa inversión. Debe anotarse que desde una perspectiva diacrónica, la crónica roja pierde cada vez más espacio ante las noticias meramente faranduleras: Cecilia Bolocco semidesnuda al lado de un varón que no es su esposo es un titular que no puede ser desplazado por ningún evento sangriento.

La vedette y el futbolista son las figuras sociales más significativas de la prensa sensacionalista chicha y sus actuaciones formalizan los mandatos de género y los deseos de prestigio y ascenso social de los sectores populares. Por ello, cuando estos periódicos alientan romances entre estas dos figuras, se están fusionando los imaginarios de lo masculino y lo femenino, con sus aventuras y desventuras, se está escribiendo una novela melodramática monstruosa que, como el libro de arena de Borges, siempre encuentra una nueva página entre las ya existentes.(Terra-Perú)

June 06, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Propongo una mesa redonda Thays y Sifuentes, los bloggers más exitosos del medio y, oh casualidad, ambos con posturas radicalmente diferentes acerca de blogs y de la vida. Yo llevo la canchita.

Otro si: ¿Leyeron la ultima columna de vargas llosa? “La civilización del espectáculo” tiene mucho que ver con el tema del libertinaje. Por supuesto, el faveronismo y sus adláteres saltan en un pie de alegría (ver Puente Aereo) porque el guru de sus sueños les da la razón (en parte). Más que un articulo impecablemente argumentado, como suelen ser los de Vargas LLosa, he percibido una suerte de pataleta senil, un “sí, pero no, “un no, pero sí”. O sea, un canto de cisne de unos tiempos pasados -no sé cuales la verdad- donde la opinión pública solo se fijaba en los notables (en gente como él, sospecho, ¿no?). Pero no, ahora todo es el hueveo, la teta, el culo, y los goles!! (jaja, tambien se mete con el futbol!) por obra y poca gracia del exceso de Libertad. Leanlo. Con esa logica ni siquiera tendríamos que discutir el articulo de Vargas Llosa, porque con tanto empacho de “haz lo que quieras” (aka “pensamiento sifuentes”, segun la retorica versallesca de Daniel Salas) todos nosotros deberíamos ser ahorita unos estupidizados cojudos (si, asi dicho en lisura, como en tantas obras de nuestro insigne escritor). gimme a break.

Ayer escuché a Hildebrandt en Radio San Borja, caviarísimo y divertido como siempre, comentando el articulo y con justa razon le reclamaba que por que tanta queja si él mismo estuvo año tras año con la cantaleta del mercado y la libertad. Sí, pues.

No se, pero esa columna, a mi parecer, es un verdadero punto de quiebre en las ideas de MVLL. No se que opinen.

June 06, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Asu… Chavez y Vargas Llosa en el mismo equipo? Veo que surgen lecturas peligrosas cuando uno critica el uso del juguete favorito de muchos.

June 06, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Exigir normas y reglas para el uso de los blogs no es ser facista. Que los fachos puedan tener un uso totalitario e intolerante de sus normas es otra cosa. Aprendan a diferenciar. Lamentablemente yo no soy nadie para decir cuales son las reglas que debe imponerse o consensuarse entre los bloggers. Es el uso de internet mismo el que traera consigo nociones de convivencia y respeto mutuo. Y cito el blog de Rendon: “Hay reglas, como en toda comunidad que busque una convivencia civilizada”. ¿Es eso tan dificil de entender?

June 06, 2007  
Anonymous Anonymous said...

la opinión de Mario Vargas Llosa -mi escritor favorito- no tiene más peso que la de cualquier otro ciudadano en los temas de la blogósfera. Porque muy poco está reglado en este campo, y todas no son más que manifestación de deseos (de control, de libertad absoluta, de agresión...). Los que deberían opinar y discutir son los mismos bloggers.

June 06, 2007  
Anonymous Anonymous said...

¿Recuerdan cuando Vargas Llosa fue jurado en Miss Universo en el Perú? ¿Era complice del espectaculo o no? ¿Recuerrdan cuando Gisella Valcarcel le dedicó un programa cuando era candidato a las elecciones en 1990 o no? Que no se corte las venas luego.. Cuando él ha sido parte del show mediático en Perú y el mundo, incluyendo sus desacertados comentarios en el mundial de fútbol en España 82..y su participación en programas frívlos de la televisión española..

June 06, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Sensacional dintilako, me habia olvidado de esa famosa secuencia de fotos en la que marito posa, para que le hagan su muñeco de cera. Como se le llama a eso, acaso no es espectáculo, en que quedamos entonces.

June 06, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Por mi parte yo estoy a favor de la libertad total de los blogs, porque simplemente no hay forma de regularlos sin dar pie a formas de coerción que causarían más daño que beneficio. El control de los autores debe darse simplemente por lógica comunal y prestigio del blog, que quizá no es un mecanismo perfecto pero es el mejor a la mano. Entiendo a quienes se sienten alarmados por el uso de la herramienta blogueril para difamaciones anónimas o cosas por el estilo, pero es parte de las consecuencia de que cada vez más personas tengan una voz pública y con capacidad de reunir cierta audiencia, desde los blogs con un pequeño grupo de visitantes, hasta aquellos que se vuelven referenciales y masivos. Por cada blog-troll yo veo cien blogs de gran interés. La cosecha de manzanas no se puede suspender solo porque siempre habrá manzanas podridas (más aún cuando a veces hay diferencias en distinguir qué es “podrido” o simplemente “es-malo-porque-está-contra-mi”).

Para afinar las posiciones, nada mejor que contraponerlas, por supuesto con algún argumento en contra que sea sólido.

June 06, 2007  
Anonymous Anonymous said...

dijo Fab:

“Por mi parte yo estoy a favor de la libertad total de los blogs, porque simplemente no hay forma de regularlos sin dar pie a formas de coerción que causarían más daño que beneficio.”

exacto. incluso existe el famoso algoritmo PageRank de Google que va discriminando los “blog-troll” de los de interés.

por cierto, discrepo con Luis en cuanto al artículo de Vargas Llosa, que plantea el tema del lado “oscuro” de la libertad, pero sin perder su esencia libertaria

“Cualquier intento de frenar legalmente el amarillismo periodístico equivaldría a establecer un sistema de censura y eso tendría consecuencias trágicas para el funcionamiento de la democracia. La idea de que el Poder Judicial puede, sancionando caso por caso, poner límite al libertinaje y violación sistemática de la privacidad y el derecho al honor de los ciudadanos, es una posibilidad abstracta totalmente desprovista de consecuencias, en términos realistas.”

Que es más o menos lo que dice Fabber y que -aunque se queja de lo “basura”- se opone a la tentación autoritaria de seguidores de Hugo Chávez como Durán.

June 06, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Según la RAE, libertinaje significa desenfreno en las obras o en las palabras. ¿Eso existe en algunos blogs? Por supuesto que sí. El problema no es discutir si existe o no libertinaje, sino pensar acerca de si debería estar permitido o no; con reglas o no, como dicen por allí.
Evidentemente creo que no debería haber reglas respecto de las expresiones que uno publica en un blog, cada uno es libre de escribir lo que quiera y de responder a agravios o no en lo comentarios, cuando le venga en gana. Es la libertad en su máxima expresión y por lo tanto se tiene que regular sola, vale decir, con los aportes o no, de cada uno de las personas que forman parte de esto. Nada de reglas pre establecidas. Se toma o se deja. Se hace caso o no. Se responde o no. Se publica cierto comentario o no. Eso es autoregulación, y nace de los mismos posts o comentarios que se hacen a ellos.
La autoregulación deviene en constante y ayuda a que exista una diferenciación respecto a los demás medios de difusión de ideas; sino, se perdería la escencia de los blogs.

June 06, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Aunque Vargas Llosa no lo diga expresamente, del crítico cuadro de la situación de los medios que él presenta se puede colegir que estos viven en una crisis extrema porque el espectáculo ha sustituido y degradado las responsabilidades propias de la información, de la crítica y, en general, de la ética periodística. “La civilización del espectáculo” -tal es el título de su nota editorial-, o la cultura mediática predominante, “es un efecto colateral de dos conquistas básicas de la civilización: la libertad y el mercado”.

Pero, al reducir las grandes conquistas de la civilización a la libertad y el mercado, ¿no se está cerrando la posibilidad de vislumbrar un futuro menos pesimista? Porque ¿no será que la civilización del espectáculo es consecuencia ‘natural’, precisamente, de la primacía desmedida del valor ‘mercado’ y de una libertad sin contrapesos reguladores y, sobre todo, autorreguladores, como los “defensores del lector” de algunos diarios latinoamericanos?

Vargas Llosa piensa que “Algo falló, pues, en algún momento”. ¿Algo falló? ¿O es que el mercado tiene sus leyes y estas, de por sí, no solo son incapaces de evitar “la absoluta confusión de valores” de la que se queja el escritor, sino que incluso la pueden alimentar?

June 06, 2007  
Anonymous Anonymous said...

A ver, varias cosas:

1. MVLL no señala que debe censurarse el contenido de los medios, así que aquellos que quieren jalar agua para el molino censor vean detenidamente el último párrafo del artículo del escritor.

2. Sobre Pedraglio, habría que hacerse dos preguntas. La primera: ¿es el mercado el culpable de una crisis de valores o de un decrecimiento en el nivel del debate? La segunda: ¿quién debe regular y qué debe regular, de acuerdo a lo que señala en su comentario? Ninguna de las dos cosas queda meridianamente establecida en su texto.

3. Coincido en que el nivel del debate público en los medios de comunicación es bastante pobre. Pero creo que las causas no están en los MCS. Una de las cuestiones que frecuentemente se plantea un críticos de los medios como Fernando Vivas es ¿deben cumplir un rol de “educación”? No. Su objetivo no es la formación académica de las personas. Que pueden mejorar su level, es cierto y puede reclamarse esa mejoría, pero no por ello tiene que venir alguien a imponernos que ver o que no ver. Mas bien, los medios terminan siendo - en parte - reflejo de la sociedad en la que se desarrollan

4. Hay dos obsesiones de quienes tratan este tema en las orillas opuestas: por un lado, el escándalo frente a la cultura popular; del otro lado, una teoría de la conspiración sobre “lo que los medios se callan”.
Sobre lo primero, conversando con un amigo llegabamos a la conclusión de que en realidad la cultura popular puede tratarse con altura y nivel tanto en los medios como en el círculo académico. Menospreciarla al punto de señalar que no existe o tratarla como si fuese una “noticia pintoresca” es negarle su reconocimiento como parte de las manifestaciones de la gente. A mi me parece igual de culto un ensayo de Levinas, como un estudio antropológico sobre Trampolín a la Fama o un buen reportaje sobre los graffitis o la Muñequita Sally. Esa obsesión por lo “culturoso” ha creado una suerte de snobismo culposo.
Del otro lado, la existencia de medios como internet o los blogs hecha por tierra las cuestiones de la manipulación mediática. Existe en este momento tanta información como nunca hemos tenido. Y varios de los profetas de la postura del complot terminan siendo tan o más tendenciosos que los medios a los que critican. Quizás el caso más claro, por lo cercano a nosotros, es el de Guillermo Giacosa, una persona medianamente inteligente, pero que desde un tiempo a esta parte termina viendo que todo aquello que se oponga a Estados Unidos es per se bueno, Chávez incluido.

June 06, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Mmmm… creo que muchas cosas que tocamos en las Blogger Wars están presentes aquí: la libertad de expresión.

Ahora, sobre el pensamiento profiláctico de Mario Vargas Llosa - el condón de los valores falló ante la eyaculación de los antivalores - tiene mucho de cierto - hay tendencias libertinas en los medios, causados por un mercado que pone el gross income sobre los valores -, pero lamentablemente no podemos tomar y abusar de la píldora del día siguiente - la censura -, cuando puede causar la muerte a quien la toma - el pensamiento libre de la población -.

En otras palabras, no podemos combatir el libertinaje con la censura, sino con la discusión y creación del conocimiento.

June 06, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Las regulaciones hunden a los países en la miseria. La libertad del mercado hace que una persona se sienta confiada cuando realiza alguna transacción con un privado más que con un estatal. ¿Por qué? Porque hay competencia y la persona tiene la LIBERTAD de elegir, lo que no sucede cuando se transa con un estatal ya que ahí existe REGULACIÓN.

Decir que los valores (libertad, igualdad, solidaridad, etc) están en crisis gracias al libre mercado es una conclusión muy simplista que busca encontrar en la limitación de la libertad (la regulación) un arma para tener el control y hacer a los demás como uno quiere que sea.

¡Valgame Dios!

¡Pedraglio al igual que Orbegozo que se vayan a la tumba de una vez!

¡Por eso no progresamos!

June 06, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Uno final. Regulacion no es igual a censura. Si lo vemos bien, las normas que penalizan los delitos de prensa (difamación, intromisión en la vida privada) son formas de regulación aceptada. El tema con Pedraglio es que no precisa los límites de lo que entiende por regulación.

http://desdeeltercerpiso.blogspot.com/2007/06/libertinaje-de-expresion.html

June 06, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Pero, ¿por qué nadie da un ejemplo de blog basura y sus supuestos efectos nocivos en sus lectores?
Yo lo veo así: la gente sabe lo que lee y qué quiere leer.
El Trome, por ejemplo: quienes suelen comprarlo, lo hacen por que están las direcciones y precios de meretrices baratas. El día que el Trome deje de publicar eso, se cierra por falta de público (no de lectores).
De modo que si un día veo a Fulano de Tal con un Trome bajo el brazo, en lugar de decirle "cómo lees esa basura", lo más probable es que se lo pida prestado y vaya de frente a la página de "servicios".
Igual pasa con los blogs: cuando quiero leer algo culturoso, entro a un blog culturoso. Cuando quiero leer algo ligero, entro a un blog ligero. Y así. No me voy a pedirle al blog culturoso que sea más chonguero, ni al blog ligero que se ponga más formalito. Matar a Condorito no va a hacer que más gente lea a Shakespeare.
En el libro de memorias "La arboleda perdida" de Rafael Alberti, menciona como humorada que el y otros amigos poetas se reunían a veces para jugar al "pedómetro". ¿Cómo se come (aj) eso? Pues encendían una vela, se situaban de espaldas a ella a distancia prudencial y a pedear se ha dicho. Ganaba el que la apagaba desde más lejos. ¿La anécdota dejaría de ser tal si, en lugar de ser publicada en formato libro, apareciera en un blog de chismes o en El Trome? ¿Desmerece en algo la poesía de Alberti? Habría que estar muy traumado para asustarse con cosas así.

June 06, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Pero cabe señalar que no hay delito de prensa que no sea lo suficientemente controversial como para entrampar el proceso en sofismas, como suele hacer Faverón. YO creo que hasta que se conciba una mejor manera de precisarlo debiera carecer de importancia en el orden legal. Por comedido se puede caer en arbitrario, y todo lo que compete en el código penal a la honra, dignidad, etc son reconocidas sobrevivencias del orden colonial y de la dignidad del monarca y sus representantes y fueros. He dicho

June 07, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Cuestión de belleza
En la sociedad del espectáculo, acaso la estética deba ser la nueva ética

Volvamos al tema de La civilización del espectáculo, la reciente columna de Mario Vargas Llosa.

Veo que blogs, diarios y listas de discusión han respondido al artículo señalando como subyacentes a él o bien una intención de protesta conservadora (un alegato en nombre de las buenas costumbres) o bien la gratuidad de la queja de quien, a pesar de defender el mercado y la libertad de expresión como valores cruciales de la sociedad contemporánea, encuentra en ellos mismos el origen de una cultura del espectáculo que amenaza con carcomerla, vaciarla y volverla estúpida y desmedida.

Yo, que llamé al artículo estimulante, aunque no dije que suscribiera sus ideas centrales, no creo que lo fundamental del texto sea su lado casi apocalíptico --esa suerte de profecía del autoaniquilamiento de la cultura occidental a manos de sus vástagos más queridos pero también más ambiguos: las libertades individuales.


Tengo más bien la impresión de que Vargas Llosa, más que un argumento moral, digamos universal, está expresando una preocupación ética puntual (referida al ejercicio periodístico) y, acaso más, una preocupación estética, vinculada con el evidente desbalance que implica el hecho de que, en lo que parece un punto culminante de su crecimiento, los medios de comunicación se interesen cada vez con mayor obsesión en asuntos cada vez más y más secundarios.


En otras palabras: pienso que la disconformidad de Vargas Llosa tiene que ver con su negativa a aceptar que la sociedad de la información se está convirtiendo, o se haya convertido ya, en la sociedad de la información banal.


Dudo, sin embargo, que la queja vargasllosiana pueda ser descrita tan fácil y rápidamente como una queja conservadora. Es cierto que Vargas Llosa, en un punto de su artículo, parece tomar la causa de "los viejos valores, la decencia, el cuidado de las formas, la ética". Pero no es menos cierto que defiende también, no sólo como derecho, sino como necesidad, la existencia de un mundo pleno de "humor, goce, hedonismo y juego".


No pienso que sea casual el vértice sobre el cual la mayoría de esas nociones concurre: "el cuidado de las formas, la ética", por un lado, y el "humor", el "goce", el "hedonismo" y el "juego", por el otro: si se me permite la salida literaria, diré que parecen las ideas centrales de esa cerrada defensa del Tirant lo Blanc que Vargas Llosa emprendió en su estudio de la novela de Martorell, décadas atrás, en un texto que reivindicaba la estética como principio esencial no sólo de las artes, sino de la vida misma.


En efecto, intuyo que, si Vargas Llosa se pregunta con tanta insistencia acerca de cuál tendría que ser la naturaleza de unas leyes que modificaran el curso de este apocalipsis anunciado que él ve en la decadenciade la prensa mundial, el desconcierto de sus propias respuestas tiene que ver con el hecho de que, si bien la ética y la moral se pueden diagnosticar y restringir, curar o enfermar, y también predecir y dictar desde la legislación y la administración de justicia, las malformaciones de nuestra estética siempre son escapadizas y quedan un paso más allá de cualquier norma.


¿Pero es o no es verdad que Vargas Llosa se queja explícitamente de la ética y la moral de la prensa? Es cierto, pero no por ello el problema deja de ser estético: es el enorme desbalance entre el monstruoso aparato mediático y la minucia y la irrelevancia de los temas que privilegia. O --si lo quieren en los términos narrativos en que Vargas Llosa suele pensar-- es la incompetencia de una novela que gasta sus mejores páginas en las tetas de la Bolocco y relega a Irak y Darfur al lugar de subplots marginales, secundarios.


Nada de eso es irrelevante, porque se trata de una novela en la que todos estamos metidos: en la narración de la que formamos parte, tristemente, esa parece ser cada vez más la escala de nuestros valores. La sociedad del espectáculo no es, como sabemos, una cultura devota del teatro y de la ópera, sino una cultura vuelta teatro y cuelta ópera: hecha espectáculo. Y si es así: ¿por qué estaría de más criticarla en términos estéticos?

June 07, 2007  
Anonymous Anonymous said...

La vida publica de un escritor guarda estricta y oculta relacion con su obra literaria. Asi, si alguien escribe novelas como La tia Julia y el escribidor, o Pantaleon y las visitadoras, no debe pues llamarnos la atencion el deseo de "aparecer" constantemente en los medios. A esa actitud es la que yo identifico bajo el termino de "escritor mediatico": la persona que aparece -como la Bolocco, guardando y conservando distancias- en la prensa nacional y/o internacional con bastante regularidad.
¿Se imaginan ustedes al sudafricano Coetzee en las sociales de algun diario de Ciudad del Cabo, o emitiendo su voto en favor de Miss Venezuela en un concurso de belleza? , entonces que no venga MVLL a escribir sobre la banalidad de la prensa, cuando el siempre ha sido pieza importante de banalidades, ya sea a traves de su obra literaria (en muchos tramos banal "per se")o por medio de su ideario politico, que para mi es el gran promotor o la fertilizadora de toda esta cultura "paparazzi" de destapes, sensacionalismos y lujuria, por un lado; y tragedias, miseria, pobreza, hambre y violaciones por otro.
Yo estoy convencido que en el caso de MVLL existe todo un rollo inmenso con el tema de la figuracion y el deseo de poder y no creo que sea la persona mas indicada -al margen de "autoridades morales"- como para dar la voz de alarma sobre lo que esta sucediendo en el mundo en materia de etica y valores.
Ahora entiendo mejor porq la Academia Sueca no premia a nuestro escritor con el Nobel...(para mi dicho sea de paso, nada importante: Borges, Bolaño y Cortazar nunca lo obtuvieron, y tampoco Corin Tellado) pero debe haber pues una relacion consecuente entre lo que se escribe en la ficcion y la conducta en lo que llamamos "la vida real". Es inaceptable defender el liberalismo a ultranza y al mismo tiempo escribir sobre etica y valores en la prensa a raiz de un destape fotografico.
En este momento "la noticia" en los medios televisivos "importantes" de norteamerica (cnn, fox) es la liberacion de Paris Hilton que como todos ustedes deben saber estaba cumpliendo una "condena" por conducir sin licencia (no me interesan los detalles); ahora pasara en casa los proximos 25 dias de su vida...Esta noticia machacada una y otra vez en semejantes medios televisivos me parece muchisimo mas sintomatico y terrible de lo que puede y de hecho esta sucediendo en la prensa de los llamados paises democraticos. Yo me pregunto ¿A donde nos esta llevando toda esta cultura exhibicionista y hedonista y que nuevo orden surgira luego de la debacle? (que espero no suceda otra vez en este mundo, ya que tenemos todo a nuestro favor, quiero decir toda esa historia de occidente -3000 años- para no volver a repetir) O acaso una vez mas estaremos condenados a olvidarnos de todo y por tanto condenados a repetir nuestro pasado??
A veces lo creo, al final, bien o mal, nuestras vidas se acaban y otros -"los nuevos desmemoriados"- seran los que tomen la posta.

June 07, 2007  
Anonymous Anonymous said...

dijo ocram: “por cierto, discrepo con Luis en cuanto al artículo de Vargas Llosa, que plantea el tema del lado “oscuro” de la libertad, pero sin perder su esencia libertaria

“Cualquier intento de frenar legalmente el amarillismo periodístico equivaldría a establecer un sistema de censura y eso tendría consecuencias trágicas para el funcionamiento de la democracia. La idea de que el Poder Judicial puede, sancionando caso por caso, poner límite al libertinaje y violación sistemática de la privacidad y el derecho al honor de los ciudadanos, es una posibilidad abstracta totalmente desprovista de consecuencias, en términos realistas.”

es obvio que MVLL sí plantea el lado oscuro de la libertad, no? lo que no plantea - y yo no dije- es la censura (no pongo la palabra en ningun lado). quienes asi lo han leido, lo han leido mal. por eso creo que lo de MVLL ha sido más bien un texto emocional, una rabieta, un “no puede ser!” que contrasta con muchos articulos anteriores donde siempre disfrutó de la libertad sin tanto asco (por dios, como si fuera la primera vez que viésemos una calata en los medios. recuerda que hustler sacó a Jackie O y ¿cómo pitearon aquella vez los conservadores? lo mismo le esta pasando al senil Marito). un libertario que se queja del exceso de libertad no es un libertario, pues (a no ser que entiendas la “libertad” como la entendería un jesuita: “libertad sin responsabilidad, no es libertad, es libertinaje”.). el comentario de pedraglio, en ese sentido, me parece recontra atinado, porque da en el blanco. ok, MVLL no lo dice, pero qué tal si seguimos su razonamiento? hay entonces que regularse de alguna manera (o, mejor, para que nadie se ponga nervioso “autorregularse”). pero un comentario como el de pedraglio si entraría en abierta contradicción con el viejo vargas llosa, porque implica que el gran publico, la masa, el C,D,E siempre preferirá la hamburguesa al brocoli (sin ninguna alucion sexual de por medio).

mi conclusion: Dios ha muerto

June 07, 2007  
Anonymous Anonymous said...

A mi lo que me llama la atencion, es que toda esta reflexion sobre los medios provenga de uno de los escritores mas mediaticos que existe en la actualidad. No vaya a ser que MVLL este proyectando esa culpa en los otros. No me queda claro la autoridad etica para escribir o hablar justo sobre este tema del exhibicionismo en los medios.
Para decirlo con un ejemplo: ¿No creen ustedes que si ese articulo hubiera sido firmado por JD Salinger, hubiera mas coherencia entre sujeto y mensaje??
La vida es una paradoja!

June 07, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Como era de suponerse, no ha faltado quien ha tratado de sacar agua para su molino, señalando que el artículo de MVLL se refería a los llamados blogs basura - discusión que no pienso reabrir aquí. Lo único que puedo anotar es que Vargas Llosa no señala que debe censurarse el contenido de los medios, así que aquellos que con ínfulas censoras debieran leer más detenidamente el último párrafo del artículo del escritor.

June 07, 2007  
Anonymous Anonymous said...

"INESPERADOS RESULTADOS". En la página de opinión de El Comercio, Mario Vargas Llosa reflexiona sobre lo que denomina como los "inesperados resultados" ocasionados por "La civilización del espectáculo" encumbrada tras el apogeo del neoliberalismo. En opinión de Vargas Llosa, "la existencia de este fenómeno es un efecto lateral de dos conquistas básicas de la civilización: la libertad y el mercado. Ambas han contribuido extraordinariamente al progreso material y cultural de la humanidad, a la creación del individuo soberano y al reconocimiento de sus derechos, a la coexistencia, a hacer retroceder la pobreza, la ignorancia y la explotación. Al mismo tiempo, la libertad ha permitido que esa reorientación del periodismo hacia la meta primordial de divertir a lectores, oyentes y televidentes, fuera desarrollándose en proporciones cancerosas, atizada por la competencia que los mercados exigen. Si hay un público ávido de ese alimento, los medios se lo dan, y si ese público, educado (o maleducado, más bien) por ese producto periodístico, lo exige cada vez en mayores dosis, divertir será el motor y el combustible de los medios cada día más, al extremo de que en todas las secciones y formas del periodismo aquella predisposición va dejando su impronta, su marca distorsionadora. Hay, desde luego, quienes dicen que más bien ocurre lo opuesto: que la chismografía, el esnobismo, la frivolidad y el escándalo han prendido en el gran público por culpa de los medios, lo que sin duda también es cierto, pues una cosa y la otra no se excluyen, se complementan".

June 07, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Dice Thays que el artículo de Vargas Llosa es "un jalón de orejas para los que apoyan y promueven los blogs basura." Tomando en cuenta que hace apenas una semana, se ha puesto fin a la llamada guerra de los blogs, habría que preguntarle a Iván a quiénes se está refiriendo. Porque su frase da por sentado la existencia de, por lo menos, 2 personas/blogger que apoyan a los blogs basura, y por lo menos, 2 blogs basura. ¿Qúiénes son los primeros? ¿Ocram, Godoy, Bustamante, Manrique? ¿Cuáles son esos blogs basura? ¿Puerto el Hueco, La Cebolla?

June 07, 2007  
Anonymous Anonymous said...

coral conoce una historia bien chevere que le contó el poeta corcuera, sobre la pendejada que les hizo vargasllosa en los 80: llamó por telèfono a corcuera y a otro poeta para proponerles crear la oficina del Pen Club en Lima, y luego ...

June 08, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Estimados señores de Puerto Elhueco:

Notables señores:

Acabo de leer con sumo desagrado la última columna del escribidor hispano-londinense-characato Mario Vergas Llorosa, en la que se queja de un supuesto "libertinaje" en la prensa actual.
Creo que hay una gran dosis de cinismo e hipocresía de parte del Sr. Vergas Llorosa, quien ha hecho de la explotación de sus propias miserias (y de su vida privada) una de las fuentes de su "creación literaria". Basta con leer "El pez en el agua" para entender a qué me refiero; en este libro no sólo habla hasta la náusea de su vida privada, sino que además arremete e insulta a quienes son "enemigos de la libertad", (es decir, quienes no piensan como él).
Luego, Vergas Llorosa se queja de la vulgaridad, mediocridad, y superficialidad de la prensa de hoy...como si sus novelas no estuviesen llenas de escenas aberrantes y groserías de todo calibre. Ejemplos: La ciudad y los perros, Quién mató a Palomino Molero, Historia de mayta, etc.
Y, finalmente, creo que Vergas Llorosa no es el escritor más indicado para criticar el estado actual de la prensa; no él, uno de los escritores más publicitados del mundo, un payaso mediático a favor de la "causa de la libertad" quien, curiosamente, cierra el hocico cada vez que el cabrón de Bush viola los derechos humanos de los iraquíes.

Desatentamente,
Pedro Páramo, el hombre de la Media Luna.

Dirección: El Llano en llamas (s/n)

June 08, 2007  
Anonymous Anonymous said...

ACLARACION A CORAL

Con el debido respeto a la obra de Watanabe, para mi Antonio Cisneros y Enrique Verastegui son los grandes poetas peruanos de la segunda mitad del siglo XX.

En cuanto a la revista Letras Libres hay que precisar que es una revista mexicana y que tiene una ediciòn en España como lo puedes leer en este enlace y su impacto es mas fuerte en Mèxico que en España: http://www.letraslibres.com/index.php?sec=21

Quimera ya dejo de ser una revista importante en la escena literaria española hace mas de una decàda y su distribuciòn es ahora menor. Las revistas Que Leer y Leer son revistas leìdas pero son mas del estilo magazine literario. La revista impresa mas importante de poesìa en España en estos momentos es Atlantica.Y Va haber un relanzamiento de una mìtica revista llamada Cuadernos Hispanoamericanos cuyo nuevo director es un importante escritor de la peninsula iberica. Esto es para ilustrar a tus lectores de lo que hay en el mundo de las revistas españolas. Y el principal suplemento cultural es sin lugar a dudas Babelia.

June 08, 2007  
Anonymous Anonymous said...

ocram ha publicado unas fotos historicas de Javier Heraud y los blogs de la mafia lo silencian!! hay argolla o no??

June 08, 2007  
Anonymous Anonymous said...

verástegui mejor que Wata? Babelia, un cultural de diario, mejor que Letras Libres? Ese pata no conoce nada de literatura, dintilhacos....

June 09, 2007  
Anonymous Anonymous said...

No conoce nada de literatura ni de redacción... ¡va haber!

June 10, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Bien conchán Varguitas, ahora la viene a pegar de decentito, él que le ha pasado el guaipe a toda su familia. Y de cuando acá le hace ascos a la farándula, si ha trabajado para Genaro Delgado, ha prologado a la bataclana de Gisela Valcárcel y está como colegial excitado en su nueva faceta de actor al lado de Vanessa Saba. Echate agua!!

June 11, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Como se ve que Alonso Cueto sigue asado con Faveron por el ataque que este le diera a Cueto por no decir que Cien años de soledad era la mejor novela de Garcia Marquez. Hoy dia Cueto le ha metido su tate quieto a Faveron en su articulo sobre las Peleas literarias cuando menciona lo de ¨las miserables acusaciones inquisitoriales¨. ¡Eso duele!

June 11, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Leo, dice mi amiga Giselle Vega que muy pronto va a poner su propia editorial, agárrateeeee

June 11, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Además de su aparición como "padrino" de no se que escritor que se sacó una beca Rolex o algo así. O sea, lean al pata por que MVLL lo apadrina...
Por cierto, ¿alguien se acuerda del chico este?

June 11, 2007  
Anonymous Anonymous said...

qui hay de la nueva encuesta poética apuntense pes dintilakos
kien da más!!!!!!!!!

Cecilia Podestá a la olla

June 11, 2007  
Anonymous Anonymous said...

ESPECTÁCULO, EL DE MIS TIEMPOS
acerca de “La civilización del espectáculo”

El artículo de Vargas LLosa adolece de una pobreza de análisis rara vez vista en el escritor arequipeño. Siendo la segunda vez que aborda el tema de la sociedad del espectáculo, llama la atención que VLL se quede en la dimensión caricaturesca del concepto y no profundice en las ideas básicas presentes en el libro de Guy Debord.
Algunos desinformados se entusiasmaron con su lectura y hubo por ahí hasta quien se mandó con una frase del tipo “Mario le ha dado un jalón de orejas a todos aquellos que apoyan la existencia de los blogs basura”
¿?

El texto hace agua, desde el momento en que VLL escoge para ilustrar el punto de su pataleta, el sobredimensionamiento de la noticia y fotos del affaire Bolocco.

Analicemos los dicho por VLL:

1. Dice Mario que las funciones principales de la prensa son: INFORMAR, OPINAR y CRITICAR, y que a partir de la segunda mitad del siglo XX, éstas se han desviado hacia el DIVERTIR. Asumiendo que debemos aceptarle este tipo de generalizaciones banales por tratarse de nuestro candidato al Nobel (¿dónde está escrito que esa son las funciones de la prensa?), recordémosle a VLL que en el caso Bolocco, la prensa INFORMÓ, de manera ilustrada, que doña Cecilia había estado muy cariñosa con cierto empresario italiano. Algunos medios OPINARON que la Bolocco lucía un cuerpo espectacular, mientras que otros se limitaron a CRITICAR la liberalidad de los cariños que esta mujer casada con Carlos Menem se prodigaba con otro varón.
¿Cuando estamos informando y cuando divirtiendo?
¿Les habrá parecido “divertido” este asunto a los partidarios de Carlos Menem?
Por otro lado, ¿qué hacer si nos parece “divertida” la foto de Vargas Llosa tomándose las medidas para su estatua de cera?
El concepto de espectacularidad es bastante más amplio y aún sin salir del ámbito de la prensa sensacionalista, pensemos si la violencia y las muertes que repletan muchas de las páginas de estos periódicos tienen algo de divertido. ¿Qué hacer con los crucigramas y tiras cómicas que aparecen en la prensa desde antes de que VLL naciera? Por otro lado, Don Mario debe saber mejor que nadie que los tiempos cambian, y que es propio de viejos necios repetir la cantaleta de que “las cosas en mi tiempo eran mejor”. La función de los periódicos en sus orígenes era resumir información comercial, llegadas de vapores, etc. ¿Fue una peligrosa desviación que la prensa ampliara su registro para convertirse en un espacio de opinión?

2. Dice VLL que, en esta “deformación” de las prioridades de la prensa, hallamos el nacimiento de LA CIVILIZACIÓN DEL ESPECTÁCULO. Sólo para aclarar un concepto que VLL está tomando prestado, los situacionistas encabezados por Debord se referían al espectáculo de la vida moderna en un sentido mucho más amplio e interesante. El término incluye todos los tipos de construcciones visuales e ideológicas, desde paneles publicitarios, programas de radio y televisión, eventos sociales, cine, artes plásticas, música, espectáculos deportivos, la noticia como espectáculo. La vida como espectáculo es el fenómeno por el cual dejamos de vivir directamente y pasamos a tener una experiencia mediatizada, nuestras vidas se convierten en un show, en una película protagonizada por nosotros mismos pero dirigida por los grandes gurús de la publicidad, la moda y el éxito económico.

3. Luego VLL pretende explicarnos “a qué viene esta reflexión”, y con un tono digno de la mamá de la China Tudela, nos cuenta que está harto de encontrarse en todos los medios con la noticia del affaire Bolocco. Como esto no constituye una queja válida, salvo en el terreno estético (algo que rápidamente ha señalado el metacrítico cultural Gustavo Faverón) VLL aclara que no tiene nada contra los desnudos, pero sí “contra la aviesa manera como esas fotografías han sido tomadas y divulgadas por el fotógrafo” . Es decir, la objeción ética es hacia el fotógrafo. ¿Por qué la manera es “aviesa”? ¿Acaso el fotógrafo violó la intimidad del dormitorio, como alguna vez lo hiciera Magaly Medina, siendo condenada por ello a 2 años de prisión? No. La señora Bolocco decidió calatearse en una terraza. ¿Por qué entonces no la condenamos a ella por exhibicionista? Si mi vecina hiciera lo mismo, yo también le tomaría fotos y las mandaría a un periódico. Ahora, lo que más le molesta a VLL es que el fotógrafo se haya embolsicado 300,000 dólares por esta hazaña. ¿Envidia profesional? ¿Acaso MVLL no se embolsicó una suma igual o mayor cuando expuso las intimidades de su ex esposa Julia Urquidi, en la chismografía novelada, la tía Julia y el Escribidor? Y acaso cuando esta señora armó un lío y publicó “Lo que Varguitas no dijo”, escuchamos la voz grave de algún intelectual de la época diciendo ¿POR QUÉ TENGO QUE ESTAR ENTERADO YO DE ESTAS VILEZAS?

4. Esta última frase, es redondeada por VLL con una reflexión acerca del cambio en los énfasis y distribución de espacios y primeras planas en la prensa, hecho que habría llevado en los últimos tiempos a que noticias como la del affaire Bolocco desplacen a otras más “serias” e importantes (Iraq y Darfur). Nuevamente, no sabemos qué es lo reclama VLL ni ante quién podría presentar semejante queja . En el fondo, la suya se parece a la queja de esos narradores peruanos denominados “andinos”, quienes protestan amargamente porque sus colegas “criollos” reciben una cobertura mediática desproporcionada. ¿Como hubiera respondido VLL ante un reclamo así? Muy simple, habría dicho que en una sociedad democrática y con economía de libre mercado, la pluralidad de medios y opiniones garantizará la existencia de diversas y variadas opciones, por lo tanto amigos andinos, saquen sus propios periódicos y revistas, o abran sus propios blogs.
De esa misma manera, amigo muelón, te informamos que no estás obligado a leer “El Trome” o a ver “Lima Limón”. A partir de hoy tu secretaria sólo dejará sobre tu escritorio, The Times Literary Suplement, GRANTA, Quimera y Etiqueta Negra. En cuanto a la tele, procede a bloquear todos los canales menos Discovery, NatGeo, History Channel, TV5, Deutsche Welle y canal 7 para que no te pierdas Vano Oficio. Listo. A la Bolocco sólo la volverás a ver la próxima vez que seas jurado del concurso Miss Universo.

5. A renglón seguido viene esta barbaridad:
“Esas son las consecuencias de aceptar que la primera obligación de los medios es entretener”
¿Cómo es posible que un adalid de la democracia y el libre mercado no entienda que los medios de comunicación son empresas, y por lo tanto, su primera obligación, como tales, es ser rentables, maximizar los beneficios para sus accionistas, crecer en ventas y participación de mercado? Si para lograrlo es menester “entretener”, eso harán, pero si mañana el mercado demanda aburrimiento o depresión, o de pronto se interesa por la filatelia, estemos seguros que eso le darán.
Clase de economía básica para un literato que nunca entendió cómo funciona la Ley de Oferta y Demanda: la importancia de la información reside en su capacidad para generar demanda. La información es una mercancía que se moldea, empaqueta y vende de acuerdo con los requerimientos del consumidor. Hasta el manejo de la línea editorial de un medio, se basa, hoy en día, en estudios de mercado, focus group, y otras herramientas de mercadotecnia, y, para bien o para mal dependiendo del caso, ya no se toma en cuenta la opinión de “notables” como el mismo MVLL.

6. Errando por el mismo camino, Vargas Llosa se queja de que el periodismo hoy busque por encima de todo “la primicia, la ocurrencia audaz e insólita, que pueda romper más convenciones y escandalizar más que ninguna otra”. Repito, no se busca esto porque esté escrito en alguna parte, sino porque eso es lo que vende. Un ejemplo de prensa que no sigue está tendencia puede encontrarse en Cuba o Corea del Norte.

7. Como conclusión dice que hemos llegado al disparate de que la libertad de expresión “sirva de coartada y garantice la inmunidad para el libelo”. Recordémosle a VLL, que los primeros periódicos que dio a luz la imprenta fueron campo fértil para la diatriba y el libelo. ¿Hemos tenido en el Perú otro libelista de la talla de Alberto Hidalgo? Y en cuanto a la calumnia y el falso testimonio, son éstos conceptos muchas veces subjetivos y cuya interpretación hay que dejar en manos de los jueces. Por otro lado, no sólo la prensa sirve de instrumento para estas “especialidades”, algunos personajes con poder mediático han utilizado otros soportes culturales para los mismo fines. La lista de personas que consideran que libros como “El pez en el agua” son un compendio de calumnias, insidias y falsos testimonios, es bastante larga. Y las razones por las cuales estos personajes nunca llevaron sus reclamos ante los tribunales son las mismas que detalla VLL en su artículo:
“es raro que un particular ose enfrentarse a esas publicaciones, algunas de las cuales son muy poderosas y cuentan con grandes recursos, abogados e influencias difíciles de derrotar...”

8. En cuanto a la mención de las campañas electorales, hubiera sido interesante que graficara el punto haciendo referencia al spot publicitario utilizado por el FREDEMO durante la suya.

9. Llegamos por fin a la frase clave del artículo: “Algo falló, pues en algún momento”. Sí pues, ¿y no sabemos qué es?
Aquí es donde los lectores le exigimos a VLL que desarrolle el tema. ¿Significa esto un cambio en sus convicciones liberales en cuanto a la economía de mercado? ¿O estamos ante la rabieta de quien esgrime una queja “estética” al comprobar que los resultados de la aplicación de los valores políticos que enarboló, no son los que esperaba? ¿Por qué no hace VLL extensiva su queja a otros ámbitos en los cuales, al parecer, también pareciera que “algo falló"? ¿No resulta más preocupante que la ubicuidad de las tetas de la Bolocco, comprobar que las 500 familias más ricas del planeta poseen un patrimonio mayor que el de las 2000 millones de personas más pobres? ¿O que las nuevas generaciones deban convivir con sus padres hasta bien entrados los 30 años debido al alto costo de la vivienda? ¿No sería válido que un maestro de la sierra peruana, con 20 años de servicio y un haber mensual apenas superior a los 100 dólares, lanzara su grito de protesta: ¿POR QUÉ TENGO QUE GANAR YO ESTE SUELDO MISERABLE?
Podemos estar seguros de cual sería la respuesta de VLL y cualquier otro defensor del sistema global de libre mercado: el sueldo que ganas es el que el sistema de libre mercado te asigna. Así como ese mismo sistema establece que las fotos de la Bolocco valen 300,000 dólares y cada artículo que escribe Vargas Llosa vale lo mismo que 6 meses de trabajo de ese mismo maestro. Esos son los disparates a los que hemos llegado.

10. Lo que sigue es, en resumen, un alegato pacato contra los nuevos íconos y modelos sociales. Según VLL "triunfan cada vez más la frivolidad, el snobismo y formas crecientes de idiotez y chabacanería". Ojo, Varguitas, estás entrando en un terreno peligroso, donde las cosas terminan siendo A, B o C dependiendo del cristal con el que se las mire. Sin ir muy lejos, hay gente que considera a MVLL como un personaje frívolo y snob. ¿Es chabacana la música del grupo Néctar y sublimes las sinfonías de Mahler? ¿Es frívolo leer novelas de Jaime Bayly y respetable comentar el último “Hueso Húmero”? ¿Ver los programas de farándula define a alguien como idiota, a diferencia de quien limita sus horas de TV a Oppenheimer, Marco Aurelio Denegri y Ricardo Bedoya? ¿Puede VLL decirnos por qué hay “una absoluta confusión de valores” y cuál es el orden de esos valores? Dice que “la apariencia ha reemplazado a la sustancia en la apreciación pública”. ¿Y eso cómo se come, Marito, cómo lo demuestras, cómo lo explicas? ¿Te imaginas que alguien descalifique el valor de tu obra literaria apelando al argumento de que eres un escritor demasiado mediático? Al parecer hay una platónica nostalgia por recuperar algunos de los valores perdidos de tu época de juventud, pero ¿cómo hacer para no colisionar con las doctrinas cuya fe has abrazado fervorosamente desde algunas décadas?

11. Al reconocer que este fenómeno deriva directamente del juego del libre mercado, VLL precisa que es un efecto “lateral”, como si se tratara del efecto secundario de un medicamento. No es así. Es el resultado directo y previsible de la aplicación de las leyes de libre mercado. Ver la espectacularidad como un cáncer que aparece tangencialmente, y que ha prendido “por culpa de los medios”, es de una ceguera mayúscula. “Si hay un público ávido de ese alimento, los medios se lo dan”, sentencia nuestro agudo columnista. Entonces hay que darle al público, no lo que éste quiere sino lo que Vargas Llosa dice. Al igual que el comandante Fidel Castro, Don Mario sabe lo que la gente debe consumir en materia de información. ¿Por qué no cerrar también los casinos, abolir el consumo de alcohol, prohibir la pornografía y perseguir el meretricio?

12. Finalmente, Vargas Llosa pone a tiempo el parche y deja claro que todo este amargo reclamo no tiene como objeto sugerir algún tipo de censura. Inmediatamente concluye diciendo que la cultura de estos tiempos “ha hecho de la diversión el valor supremo de la existencia, al cual todos los demás valores, la decencia, el cuidado de las formas, la ética, los derechos individuales, pueden ser sacrificados sin el menor cargo de conciencia”. Esa dicotomía entre nuevos valores (malos) y viejos valores (buenos) no resiste el menor análisis. Las mayores taras de nuestra sociedad son justamente “viejos valores” que aún no acabamos de desterrar (aunque ya entrado el siglo XXI no se puede negar que hemos avanzado bastante), por ejemplo, el machismo, el racismo y la homofobia, por nombrar algunos. Y no se puede negar que esas conductas hoy en día son censuradas socialmente de forma unánime (sin negar que puedan subsistir aún de manera solapada). Sólo nos queda esperar que el elitismo de ciertos personajes que no soportan que la movilidad social dé lugar a nuevas manifestaciones culturales, vaya también desapareciendo, o por lo menos que no disfrute de tanto espacio mediático como las tetas de Cecilia Bolocco.

June 11, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Las peleas literarias
Es común leer y oír acusaciones, y hasta insultos de todo tipo entre escritores peruanos. Las razones que se esgrimen son a veces literarias pero también ideológicas y morales.

En los últimos días he visto circular calificativos como 'infame', 'payaso' y muchos otros. A propósito de esto, coincido totalmente con Iván Thays en su texto 'Un paso adelante' (en notasmoleskine.blogspot.com).




Me parece patético y lamentable que ocurra. En un medio como el nuestro, donde la circulación de libros es mínima, donde aún existe una altísima población analfabeta, donde la Ley del Libro es letra muerta, los verdaderos escritores y lectores estamos (o deberíamos estar) del lado de los pocos interesados en que la lectura se difunda.




Nuestro objetivo debería ser que en los rincones más apartados del país pueda haber bibliotecas y centros de distribución de libros, al alcance de todos. Para ello, es obvio que no solo es necesario que haya políticas culturales del Gobierno sino también algo más difícil: la maduración de una sociedad sin barreras ni discriminaciones de ningún tipo, consciente de la importancia de la lectura para su desarrollo.




Pero mientras las energías se dirijan a las pequeñas venganzas, a las calumnias y a las miserables acusaciones inquisitoriales, los escritores seguiremos siendo vistos como miembros de una pequeña camarilla, incapaces de salir de su sistema de mezquindades.




Escribir con la mayor pasión y sinceridad de la que somos capaces es la única respuesta frente a un medio hostil. Nuestros rivales no son los otros escritores sino la indiferencia de una sociedad a la que esencialmente le importa muy poco la lectura.




Ningún escritor que valga la pena escribe pensando en aparecer en los medios o en ganar un premio, es decir, en los azares que siguen a la finalización de un libro. La única recompensa que puede tener es haber seguido su vocación. Esta le puede permitir imaginar algunos lectores para los cuales algún libro suyo significó algo. Puede hacer una vida pública. Pero su único verdadero hogar es el silencio interior, no el ruido de afuera. Si tiene la ocasión de participar en los medios, debe tomarlo como parte de la empresa de crear un país de más lectores. Y creo que es el empeño que impulsa a todos los que escriben libros (y sobre libros) en nuestro país. Lo demás es lo de menos.

June 12, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Un aplauso para el gran combo de gabo. Me pregunto si en el Comercio le darìan espacio a esta estupenda réplica al artículo de MVLL. O al menos, en el Trome.

June 12, 2007  
Anonymous Anonymous said...

el primer plagio, chequeen

Ocram dijo...
El último (el primer) plagio de Bryce
Cuando Herbert Morote acusó de plagio a Bryce y nadie le creyó, me contaron esta historia. Cuando Oswaldo de Rivero también lo acusó, me la volvieron a contar. Cuando se revelaron tres plagios más en este blog, algún comentarista la mencionó. Pero, en realidad, nadie había publicado la historia del primer plagio de Alfredo Bryce.

Hasta ahora.

NoFrost, un comentarista de los foros de Informalísimo, ha publicado el undécimo plagio de Alfredo Bryce. Pero lo más curioso es que, cronológicamente, se trata del primero.

(Hasta ahora.)

En febrero de 1993, Alfredo Bryce Echenique publicó en la prensa un artículo titulado “Rayuela, Cortázar y un Cronopio muy grande“, antologado en el libro Crónicas perdidas (Peisa, 2001, p. 248 - 252). Un texto muy sentido y documentado sobre Cortázar. Un texto que ya había escrito un amigo suyo, uno de los que algunos llaman “los criollos” y otros, “los regios” (yo prefiero los Orozco): Guillermo Niño de Guzmán.

“Cortázar, enormísimo cronopio“, que así se llamaba el artículo de Willy fue, según NoFrost, redactado al día siguente de la muerte del Cortázar, el 12 de febrero de 1984. Pueden encontrarlo en el libro Relámpagos sobre el agua (Jaime Campodónico Editor, 1999, p. 171 - 176), que recopila crónicas periodísticas de Niño de Guzmán.

Esta historia es conocidísima en los círculos literarios pero nadie se había animado a documentarla con los textos correspondientes.

Hasta ahora.

June 12, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Me fascina el facilismo con que sueltas tus cosas, obsceno estólido. Ese “plagio” fue consentido, y todos los que hemos estudiado y no solo pasado por la PUC sabemos que un plagio consentido no es plagio. No seas infeliz, saca ese post que haces daño a un círculo al que nunca pertenecerás. Te estás metiendo con un creador.

June 12, 2007  
Anonymous Anonymous said...

“Plagio consentido”, qué tal roca la del tal juan perez. “Plagio consentido” es un oxímoron, o sea una contradicción (como decir “un enano alto”). Si es plagio no puede ser consentido, porque todo plagio es robo, o sea tomar las cosas de otro sin su permiso. Si es consentido, no puede ser plagio: sería un préstamo. ¿Acaso Bryce le pidió prestado su texto a Niño de Guzmán? Eso significaría que lo copió y lo firmó como suyo con el permiso de Willy. ¿Se puede demostrar esto último? Lo dudo.

June 12, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Todo es un complot fujimontesinista!! se me olvidaba, él no plagió nada de nada, son hipertextualidades de esas, pero los fujimontesinistas de toda la vida (aunque siempre hayan parecido antifujimoristas, ahora sabemos, gracias al amigo de Bryce, que son fujimontesinistas buscando venganza), todo es una cochina mentira, o cosa de la edad, o fue la secretaria, el editor cogió el artículo equivocado, los de correos confundieron los artículos y los cambiaron de sobres, alguien le echó mal de ojo y esto es el resultado, el ministerio de la Verdad está detrás de esta campaña orquestada por los siervos de alguien.

June 12, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Cuál es el problema, Willy a su vez había plagiado ese artículo de una revista uruguaya...

June 12, 2007  
Anonymous Anonymous said...

ya salió nueva vaca profana. corran donde terra.como siempre, la vaca rules!

June 12, 2007  
Anonymous Anonymous said...

El lunes, Marco Sifuentes dio cuenta del último plagio de Alfredo Bryce Echenique, mejor dicho, el primero, cronológicamente hablando.

Como indicó Ocram, uno de los usuarios de los foros de Informalísmo, refirió la copia de un artículo de Guillermo Niño de Guzmán, publicado originalmente en 1984, sobre Julio Cortazar. El artículo de Bryce, que copia párrafos enteros del texto de Willy Niño, es de febrero de 1993.

Dos agravantes acompañan a este caso:
1. El plagio es de hace 14 años, lo que tira por la borda cualquier hipótesis de complot, ánimo de afectar honras y demás cosas. Confirma, además, que esto era un modus operandi de Bryce.
2. El plagio es hecho a un viejo conocido y amigo. Todos en el mundo literario saben que Niño y Bryce son parte del mismo grupo de amigos literarios (Los Orozco, como diría Beto Ortiz).

Para los incrédulos y aquellos que se quedan callados frente a este tipo de sucesos cuando se trata del más entrañable de nuestros escritores (o dicen que es un hombre honesto intelectualmente), me he tomado el trabajito de scanearme los textos de ambos, para que puedan hacer las comparaciones de rigor. Aquí tienen los artículos.

1. NIÑO DE GUZMAN, Guillermo, "Cortázar, enormísimo cronopio", en: Relámpagos sobre el agua, Lima, Jaime Campodónico Editor, 1999, p. 171 - 176. Escrito en 1984, al día siguiente de la muerte de Cortazar.

June 13, 2007  
Anonymous Anonymous said...

"Mi respuesta es que si lo que se discute es la banalización de los medios y la trivialización de los mensajes, entonces la complejidad artística es la médula del debate."
Correcto, pero yo creo que nadie está pensando en eso, sino en si es permisible contar vida de otro sin su permiso. No recuerdo si lo siguiente lo lei en el libro de Urquidi o en una entrevista a MVLl: lo que le molesto a ella fue que él contara la parte en que se escapan al ¿sur? y el dia anterior a casarse 1. El le ruega pasar la noche juntos, y leugo, 2.- Si no me falla la memoria, él describe "hicimos el amor horriblemente, a medio vestir". Lo menos que tendría que haber hecho él es dejarla pensar bien qué es lo que se podía poner y qué no, pero por sabrá dios qué motivos, no se aseguró de esto, si le creemos a Urquidi (creo que la versión de ella es que ella confió en que él no iba contar esos detalles). Eso no se le hace a los amigos.


"la banalización no es inherente a la espectacularidad (...) sino inherente a cierto ejercicio capitalista"
¿Cómo se evita ese ejercicio capitalista? Por favor da un ejemplo, porque los que yo conozco ("Matrix", "The Truman Show") no se salvan para nada. Como dije en Vltracomics, de la banalización no se salva nadie; no es excusa para echarse un clavado en el inodoro, pero es cierto. ¿No vino a leer MVLl a Asia acompañado de la actriz española? ¿Cuántas reacciones fueron: "Vine, vi, y me fui corriendo a chismear lo bien que está conservado Marito"? Les apuesto mis pantuflas de Homero Simpson a que los que no pensaron así, en primero lugar no necesitaban que Marito estuviera presente.

June 17, 2007  
Anonymous Anonymous said...

No entiendo tu comentario. El único ejemplo de banalización que das es esa caricatura absurda que haces de la gente que fue a ver a VLL en Asia, y la haces, imagino, guiado ciento por ciento por tus prejuicios. ¿O es que estuviste allí? ¿O es que tener plata e ir a playa es lo mismo que ser oligofrénico? Me has hecho pensar de inmediato en la pasada polémica sobre Madeinusa: qué fácil es convertir a los ricos en fantoches, de un solo manotazo, pero cuánto se protesta, en cambio, cuando se cree que alguien ha caricaturizado a los pobres o a los marginales. Yo no estoy seguro de que Asia sea un lugar más esnob que Quilca. ¿Tú sí? El mecanismo del prejuicio es igual de deplorable en cualquier dirección.

June 17, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Hice ese comentario no porque conozca a la gente que va a Asia, jamás he estado allá. Lo hice porque me he tenido que ganar con un montón de conversaciones de personas de varios sectores económicos, casi siempre del mismo tipo: ir a ver a un artista es sólo ir a verlo, sea en un restorán o en un teatro. Si la lectura de MVLl hubiera sido en Quilca, sitio que he visitado muy poco, habría tenído una opinión análoga: ¿qué tan necesario es que MVLl esté allí, a parte de la necesidad que tienen algunos de tomarse una foto con él? Comprendo perfectamente que cuando uno hace comentarios como este es prácticamente imposible no ofender a alguien que se siente afectado injustamente, y también comprendo que uno mismo puede caer en esas categorías (para no aburrirte te dejo este enlace) Sin embargo, MVll dio el recital en Asia, no en Quilca, y de la gente que va a Asia (enfantizo: como grupo, no individuos en particular) no puedo imaginarme reacciones muy distintas de la gente con la que me topo todos los días.

Otro ejemplo: ¿las mujeres guapas son tontas por definición? Yo me he topado con dos que son inteligentes y divertidas; pero si me dijeran "Mañana te presento a una cantidata a Miss Perú", respodería "Paso, ya me aburro suficientes horas al día como para también hacerlo en mi tiempo libre"

June 17, 2007  
Anonymous Anonymous said...

me gustaría saber en qué te basas para afirmar que Quilca es snob. Quilca es un centro cultural donde se dan cita muchas expresiones musicales no solo literarias de Lima. Allí tocan los grupos de rock más independientes y autogestionarios del medio. Hay también pintores de trayectoria y arquitectos que visitan sus bares. Por que un grupito de poetas quieren emular de manera snob a Humareda en sus calles no vamos a pagar el pato todos los artistas de Quilca

June 17, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Quilca es una calle en el centro de Lima. Hay varios bares (chupódromos, para ser más exactos), algunos sitios donde se hacen pequeños conciertos y un montón de puestos de libros pirata. Supuestamente uno puede encontrar allí a varios poetas conocidos, posando. No me consta, las pocas veces que he tomado allí ha sido con amigos. Una vez, yendo al concierto del amigo de un amigo... empecemos por decir que usualmente me visto de negro, pero no por razones estéticas sino prácticas: me fastidia estar escogiendo ropa. Pues llego, veo a todos, y me sentí el tipo más ridículo del mundo: todos estaban vestido de negro. De haberlo sabido, en el camino me habría comprado una gorra de rosa fosforecente.

June 17, 2007  

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