La novela peruana después de Paolo de Lima En defensa del anónimo de las 6:25 del 1 de noviembre del 2005
El polígrafo Paolo de Lima, en su blog Zona de Noticias, me ha acusado (pero con murmullos y sin claridad) de tomar una idea suya sin citarlo.
¿Cuál es la idea "tomada"?
Que existe una literatura "post-CVR".
¿Es esa una idea de Paolo de Lima?
Yo más bien creo que, en los términos en que él lo plantea, es un hecho real, verificable, como que existen fútbol post-Naranaja Mecánica, depresión post-parto y política post-once de setiembre.
¿Qué dijo Paolo de Lima cuando estrenó su término "novela peruana post-CVR" (el 24 de mayo del 2006) y en textos posteriores?
-- Que hay novelas escritas antes de la publicación del Informe final de la CVR y novelas que han sido escritas después, y que las que él llama "post-CVR"... han sido escritas después, pues.
-- Que el hecho de que esas obras "se sitúen con relación al Informe a través del diálogo, la contestación o lo ideológicamente afín es adjetivo con relación a la periodización en sí". O sea, que lo que importa es el calendario, no las ideas.
-- Que aparentemente toda novela peruana que sea post-CVR en el tiempo establece un cierto tipo de afinidad, diálogo o contestación en relación con el Informe final de la CVR. (¿Por qué? No lo explica. ¿Creo yo eso? No).
-- Que las ideas básicas de la novela La hora azul de Alonso Cueto provienen del Informe final de la CVR, es decir, que han sido extraídas o tomadas de allí. ¿En qué se apoya De Lima para esa aseveración? En nada.
-- Que entre esas novelas "post-CVR" debe contarse las de Víctor Andrés Ponce y Santiago Roncagliolo. (Verifico esto calendario en mano y noto que es una verdad inobjetable).
¿Qué dije yo cuando hablé de novelas "ideológicamente afines" a la CVR?
-- Que posiblemente se esté iniciando una línea novelística de narraciones "ideológicamente afines a la doctrina reconciliadora avanzada por el Informe final de la Comisión de la Verdad" y que La hora azul de Alonso Cueto puede ser la obra inaugural de esa tradición. Como todo el mundo sabe, que dos textos sean ideológicamente afines no implica que uno provenga del otro ni viceversa, e incluso si uno recurriera a datos ofrecidos por el otro, eso no garantizaría la existencia de una afinidad, ni el diálogo ni la contestación.
-- Que ciertamente no hay mayor vínculo ideológico entre la obra de Santiago Roncagliolo y la de Alonso Cueto, porque la novela de Roncagliolo es un roman noir que usa el asunto de la violencia política pero no reflexiona sobre el tema, mientras que la de Cueto se vincula ideológicamente con el Informe de la CVR en su afán reconciliatorio y en su inclinación a hurgar en la culpa burguesa (cosa esta última que escribí ya el 12 de febrero del 2006 en El Dominical de El Comercio: "La hora azul... ha inaugurado el tema de la transmisión de la culpa burguesa en tiempos postraumáticos").
¿Y si absolutamente todo lo que yo digo es distinto de todo lo que dice De Lima (excepto por el hecho de que para ambos el prefijo "post" significa "después"), cuál es la supuesta copia?
Ninguna, obviamente. Al parecer, ahora que todo el mundo plagia a todo el mundo, la fantasía de De Lima es soñar que alguien lo copia a él. Lo más gracioso de todo es que De Lima mismo da las pruebas de que su postura y la mía no coinciden en nada, en absolutamente nada, y, sin embargo, el solo hecho de que yo mencione que hay literatura "ideológicamente afín" a la CVR es suficiente para que él arme una intriga sobre un supuesto plagio. O sea que ya saben: De Lima cree que ha marcado el terreno y ahora cada persona que hable de novela "post-CVR" sin citarlo como fuente es un plagiario... ¡Plop!
Espero que nadie vaya a acusar a De Lima por la utilización de términos como "novela indigenista" o "periodo de postguerra" o "poesía surrealista" o "modernismo" o "boom latinoamericano" por cada vez que haya recurrido a esas etiquetas sin aclarar quién la dijo antes que él.
¿Algo más?
Sí, por supuesto, siempre hay algo más: debo añadir que la frase "literatura post-CVR" apareció por primera vez en internet bajo la forma de una pregunta-comentario dejada por un lector anónimo en este blog, Puente Aéreo, el día primero de noviembre del año 2005, y que, por tanto, cuando el señor Paolo de Lima quiera atribuírsela, primero tiene que pensarlo dos veces, respirar profundo, contar hasta diez y luego escribir: "como dijo el anónimo de las 6:25 pm del primero de noviembre del 2005 en el post ¿Dónde estábamos nosotros? del blog Puente Aéreo de Gustavo Faverón Patriau..."
No vaya a ser que el anónimo lo acuse de plagio. Y pensar que el anónimo podría ser él mismo... Ah, paradojas del mundo virtual.
Al parecer, la narrativa peruana sobre "la violencia política" está restringida a una ficcionalización realista, inmediata o ligeramente posterior a los sucesos históricos. Sus personajes son sólo quienes participan de manera directa en los hechos o quienes sufren, también de manera directa, sus consecuencias. Habría que hacer un deslinde entre la posición de ciertos narradores y de ciertos críticos que ahora se han subido al coche, vía el famoso informe de la CVR.
Muchas circunstancias han hecho que la tan marginal tendencia narrativa aparecida a mediados de los 80,(a la que algunos llegaron a calificar como "una narrativa que hacía apología del terrorismo" y que rcientemente algunos blogers muy sueltos de huesos, acusaron a más de un escritor con ese irresponsable san benito), se encuentre hoy de moda. Esto ha generado en ciertos escritores, y en cierta crítica, la urgente necesidad de "subirse al carro" de la modernidad. Por eso se hace también necesario una comparación entre la primera antología sobre esta temática, El cuento peruano en los años de la violencia de Mark R. Cox con Toda la sangre realizada por Gustavo Faverón, y retratada aquí. Yo me atrevería a decir que en Toda la sangre, ni están todos los que son, ni son todos los que están.
no sé por qué se pelean tanto por una discusión abortada (con respeto: que ha nacido muerta). Leer a Cueto como un pilar de la literatura de la violencia política, post-CVR... inaugurando un nuevo periodo... lo dudo mucho. Estoy de acuerdo en que el tema de Cueto es "La transmisión de la culpa burguesa", pero ese "en tiempos postraumáticos"? es forzar un poco su lectura. No es un tema que se 'inaugura' con La Hora Azul, ni siquiera con ninguna de sus novelas noventeras, sino con el primer cuento que publica (espero no equivocarme) en Hueso Húmero. En 1979? 1980? Es decir, la culpa del burgués es su tema desde que empezó y habría que rastrear su interpretación por otro lado. En esos años Cueto no escribía ni por asomo sobre la violencia política. Digo yo, ¿no es más interesante encontrar una lectura recordando que Cueto Fernandini (padre de Alonso) trabajó con Belaúnde antes del golpe de estado de Velasco? No es más afín ese desencanto del burgués en el contexto social de los 60s, 70s del que se nutre Cueto que de la violencia política de sendero? Luego se reinventa... se vuelve minimalista, llega a la novela negra, en los noventa escribe sobre la violencia política... Cueto ha sabido adaptarse bien al mercado (o no se recuerda que escribió sobre Montesinos?), ha ganado premios, y hay que felicitarlo por su inteligencia. Pero de ahí a ponerlo como un eje en nuestra literatura... y encima pelearse por eso... más mesura y más ideas para el debate. No se trata sólo de ver quién pone primero una bandera en la cima del Everest.
PD2 Viernes 25: En un artículo reciente publicado en el número de abril de la revista española Quimera (y reproducido en su weblog), Gustavo Faverón menciona que Alonso Cueto "abre con la novela La hora azul (2005) lo que se anuncia como un periodo de elaboración de ficciones ideológicamente afines a la doctrina reconciliadora avanzada por el Informe final de la Comisión de la Verdad en agosto del 2003". Sin ningún ánimo de nada, quiero mencionar que yo aquí había hecho referencia, sobre la base de unas declaraciones de Santiago Roncagliolo, en un post del 24 de mayo del 2006, al "tema de la violencia política en la novela peruana post-CVR", nombrando específicamente a Santiago Roncagliolo con Abril rojo y a Alonso Cueto con La hora azul, y donde se puede sumar (como hizo Roncagliolo, quien anuncia dicho periodo), a Víctor Andrés Ponce. Retomé la frase el 10 de agosto de dicho año a propósito de un artículo de Fernando Vivas. PD3 Sábado 26: Gustavo Faverón ha comentado mi anterior PD. En su artículo del jueves, Fernando Vivas habla de la necesidad de "citar las fuentes de frases y datos prestados". Al comentar dicho artículo, Iván Thays escribe que "no sólo se vulneran los derechos de autor al coger un artículo íntegro de otra persona sino también al dejar de citar -por descuido, negligencia, mala intención u olvido- la fuente de la que sacamos nuestra información". "¿Que la novela de Cueto es post-CVR? Para decir eso no hace falta destreza alguna; sólo hace falta un calendario", alega Faverón con relación a mi PD del viernes. El hecho es que el 02 de marzo del 2006 (en un post significativamente titulado "Memoria y amnesia") él mismo había cuestionado tal uso del "calendario" (mi frase, repito, fue elaborada "sobre la base de unas declaraciones de Santiago Roncagliolo" al diario El Comercio. Yo había acusado recibo de éstas un día antes, el 01 de marzo, en el post "Momentos distintos en la narrativa peruana sobre la violencia política"). Faverón en esa fecha escribió: "En su afán, quizá inconsciente, de apropiarse de algún lugar fundacional, [Roncagliolo] ensaya una peculiar periodificación según la cual la historia de la novela peruana de la violencia se debe dividir en un antes y un después de la CVR". Tal "peculiar periodificación" (en la que está insertada mi frase sobre el "tema de la violencia política en la novela peruana post-CVR") es la que Gustavo Faverón ahora utiliza (en su artículo de Quimera) para afirmar que Alonso Cueto "abre con la novela La hora azul (2005) lo que se anuncia como un periodo de elaboración de ficciones ideológicamente afines a la doctrina reconciliadora avanzada por el Informe final de la Comisión de la Verdad en agosto del 2003". Por otra parte, Faverón sostiene que "colocar la novela de Cueto con la de Roncagliolo en un mismo rubro es algo que yo no haría. Es más: mi artículo señala específicamente la distancia ideológica enorme entre una novela y otra". Su argumento es atendible. Sin embargo, el hecho de la "distancia ideológica enorme entre una novela y otra" no borra el que ambas obras se escriban y publiquen con posterioridad a la fecha calendario de agosto del 2003. Que las obras se sitúen con relación al Informe a través del diálogo, la contestación o lo ideológicamente afín es adjetivo con relación a la periodización en sí. Así, para Santiago Roncagliolo, en la mencionada entrevista de El Comercio, "lo que marca [el giro de la confrontación al de la reflexión] es la aparición de la CVR". En su reseña en Ajos & zafiros a la novela De amor y de guerra de Víctor Andrés Ponce, Víctor Quiroz señala, por ejemplo, que la misma "busca dialogar con el debate generado, en gran medida, tras la publicación del informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación". Para el caso de La hora azul de Alonso Cueto, Gustavo Faverón enumera en su artículo de Quimera las "ideas medulares" que la misma guarda con el Informe de la CVR a través de la frase "Tanto en la novela de Cueto como en el Informe". Siendo correcta la misma, lo preciso hubiera sido afirmar "La novela de Cueto, al igual que el Informe", dado que La hora azul se escribe y publica con posterioridad a la fecha calendario de agosto del 2003. Las "ideas medulares" de la novela, tal y como las enumera Faverón, provienen del Informe. No se retroalimentan mutuamente. Es La hora azul la que se retroalimenta del Informe.
Existen escritores que han hecho suyo el espíritu más aburguesado del informe final de la cvr como material para escribir y asi obtener material "profundo" para anécdotas que de por sí serían insípidas osuperficiales. Cuando a una novela se le puede sacar el esquema ideológico en tres patadas eso habla de falta de compromiso con la invención del aderezo "filosófico" y con facilidad podrá arguirse un afán acomodaticio y oportunista
Me parece interesante la alegoría que hay en la foto. Una literatura minimizada, casi empequeñecida por la magnitud real de unas manos que buscan justicia.
Yo creo que el informe de la CVR es un informe valiente, pero también creo que no solo les ha servido ha ciertos escritores. También les ha servido a algunos intelectuales, que en su momento, junto con los otros, demostraron no solo un absoluto desconocimiento, sino indiferencia y desprecio. Que solo reaccionaron cuando hubo lo de Tarata, como si antes no hubiera existido lo que muchos sabemos que hubo. Si estos señores antes eran indiferentes desde su insularidad limeña, ahora lo son desde su distancia cosmopolita. Tanto desde allí, ahora, como antes desde su isla, el país les seguirá pareciendo una lejana referencia exótica, y nosotros seremos los indecentes y ellos los sofisticados. Seremos (como alguien ya lo dijo y lo ha hecho célebre en la blogósfera), “ese tipo de gente”.
Coincido con el anónimo de las 11:26, por que aunque suene a frase relamida. Creo que en este caso es absolutamente justo decir que la realidad siempre supera a la ficción. Y lo que nos ha mostrado la CVR es precisamente la magnitud de un realidad que muchos ingnorabamos en toda su complejidad. Ante eso la literatura, de esos autores, no solo queda chiquita como lo muestra la foto, sino oportunista y ridícula.
curioso que faverón no responda al anónimo de las 3.08 en su blog. ¿Será porque, al igual que todo ese grupete que está tratando de meter a Cueto en el canon literario no lo ha investigado tanto como debería? Ya sabemos de qué pie cojea Cueto, cuáles son sus mecanismos para 'difundirse' y cuáles son sus 'méritos' literarios. Le chuntó con lo de la violencia política y ahora la corte hace lo imposible por pasarnos su obra como valiosa e incluso inaugural. Por favor, ya parece esto la campaña contra humala en la televisión pública. ¿Es esta una medida preventiva para decirnos qué leer? ¿Cueto una piedra angular de los nuevos tiempos literarios? Ahora que ha entrado a la moda de las encuestas, Faverón quiere sacar a alguien de los textos escolares... será para hacerle un huequito a su adorado Cueto?
El que caso de Cueto es interesante ya que la difusión de su obra y el éxito de crítica y premios que ha obtenido recientemente va a contracorriente de su lectoría. Efectivamente, hay un trabajo muy bien organizado (en el que participan desde Mario Vargas Llosa hasta Víctor Coral) cuyo objetivo es meterlo en el canon y consagrarlo junto con Ampuero como los "nuevos" o, como le gusta decir a Thays, "los secretos mejor guardados" de la literatura peruana. Lamentablemente, para los lectores que compran sus libros empujados por la cantaleta de los reseñistas y la sobredosis de publicidad en librerías, hubiera sido mejor que esos "secretos" permanecieran guardados.
Muchos, al hablar de la violencia política en Perú, me parece que se pierden de ver todo el panorama del bosque, con la cordillera de los Andes como paisaje de fondo, por ver solo el árbol en llamas de Sendero Luminoso y los pésimos gobiernos, disfrazados de democráticos, de década del ochenta en adelante. Ya que todo lo que pasó el último tercio del siglo pasado no es más que la consecuencia, la punta del iceberg, de siglos violencia política vestida en múltiples maneras de dominación. Por que será que ciertos críticos le ponen el mote, a esos escritos, como “la literatura de la violencia peruana”, como distinguiéndolas de otras literaturas, cuando la literatura en realidad es una sola. Acaso hay una literatura de la paz peruana. Si todo el Perú, es un país milenariamente parido por la violencia.
Ahora resulta que la CVR marcva un hito en la literatura peruana. El grueso de narraciones sobre la violencia han sido escritas antes de la CVR y que algunas posteriores hayan tenido alguna resonancia, incluso fuera del Perú, parece más una coincidencia que un efecto visible del trabajo de los comisionados. Me parece absolutamente irrelevante establecer este tipo de hitos. De hecho tiene que haber literatura post CVR pues, ¿o acaso la CVR iba a paralizar el trabajo de los escritores peruanos? Por favor, planteen discusiones con más sentido.
Como que se quiere abusar de la CVR, ¿no? Más que un informe a tomar en cuenta para el futuro, parece haberse convertido en un icono "chic" de ciertos narradores, una especie de sucedáneo de la famosa foto del Che Guevara. Ya solo falta que salgan polos CVR, llaveros CVR, restaurantes CVR... hasta que aparezca alguien con huevos que diga ¿La CVR? ¡Me friega la CVR!
No por culpa de la CVR misma, sino de sus pacharaqueadores...
Lamentablemente, para los lectores que compran sus libros empujados por la cantaleta de los reseñistas y la sobredosis de publicidad en librerías, hubiera sido mejor que esos "secretos" permanecieran guardados.
¡Jajajaja! Ya pues dintilakos, cuando sacan la antología de humor de Puertoelhueco, textos como esos son impagables. Don´t forget "no le esgrime de culpa".
1. por que la compilacion de faveron seria post-cvr y no pre-cvr? todos esos relatos son anteriores al informe final. 2. no creo que precisamente el resto de autores, superficialisimos todos ellos, simplones hasta el asco como ampuerto, cursis hasta consolidar "la culpa burguesa" como cueto o, finalmente, irresponsablemente comerciales como roncagliolo sean una verdadera reflexion (o una reflexion significativa) de lo que reporto la cvr. me parece que es "la gentita" del circulo literario peruano de toda la vida que busca una manera de promocionarse. faltaria thays pero no creo que su frivolidad le permita escribir algo significativo sobre su pais.
18 Comments:
La novela peruana después de Paolo de Lima
En defensa del anónimo de las 6:25 del 1 de noviembre del 2005
El polígrafo Paolo de Lima, en su blog Zona de Noticias, me ha acusado (pero con murmullos y sin claridad) de tomar una idea suya sin citarlo.
¿Cuál es la idea "tomada"?
Que existe una literatura "post-CVR".
¿Es esa una idea de Paolo de Lima?
Yo más bien creo que, en los términos en que él lo plantea, es un hecho real, verificable, como que existen fútbol post-Naranaja Mecánica, depresión post-parto y política post-once de setiembre.
¿Qué dijo Paolo de Lima cuando estrenó su término "novela peruana post-CVR" (el 24 de mayo del 2006) y en textos posteriores?
-- Que hay novelas escritas antes de la publicación del Informe final de la CVR y novelas que han sido escritas después, y que las que él llama "post-CVR"... han sido escritas después, pues.
-- Que el hecho de que esas obras "se sitúen con relación al Informe a través del diálogo, la contestación o lo ideológicamente afín es adjetivo con relación a la periodización en sí". O sea, que lo que importa es el calendario, no las ideas.
-- Que aparentemente toda novela peruana que sea post-CVR en el tiempo establece un cierto tipo de afinidad, diálogo o contestación en relación con el Informe final de la CVR. (¿Por qué? No lo explica. ¿Creo yo eso? No).
-- Que las ideas básicas de la novela La hora azul de Alonso Cueto provienen del Informe final de la CVR, es decir, que han sido extraídas o tomadas de allí. ¿En qué se apoya De Lima para esa aseveración? En nada.
-- Que entre esas novelas "post-CVR" debe contarse las de Víctor Andrés Ponce y Santiago Roncagliolo. (Verifico esto calendario en mano y noto que es una verdad inobjetable).
¿Qué dije yo cuando hablé de novelas "ideológicamente afines" a la CVR?
-- Que posiblemente se esté iniciando una línea novelística de narraciones "ideológicamente afines a la doctrina reconciliadora avanzada por el Informe final de la Comisión de la Verdad" y que La hora azul de Alonso Cueto puede ser la obra inaugural de esa tradición. Como todo el mundo sabe, que dos textos sean ideológicamente afines no implica que uno provenga del otro ni viceversa, e incluso si uno recurriera a datos ofrecidos por el otro, eso no garantizaría la existencia de una afinidad, ni el diálogo ni la contestación.
-- Que ciertamente no hay mayor vínculo ideológico entre la obra de Santiago Roncagliolo y la de Alonso Cueto, porque la novela de Roncagliolo es un roman noir que usa el asunto de la violencia política pero no reflexiona sobre el tema, mientras que la de Cueto se vincula ideológicamente con el Informe de la CVR en su afán reconciliatorio y en su inclinación a hurgar en la culpa burguesa (cosa esta última que escribí ya el 12 de febrero del 2006 en El Dominical de El Comercio: "La hora azul... ha inaugurado el tema de la transmisión de la culpa burguesa en tiempos postraumáticos").
¿Y si absolutamente todo lo que yo digo es distinto de todo lo que dice De Lima (excepto por el hecho de que para ambos el prefijo "post" significa "después"), cuál es la supuesta copia?
Ninguna, obviamente. Al parecer, ahora que todo el mundo plagia a todo el mundo, la fantasía de De Lima es soñar que alguien lo copia a él. Lo más gracioso de todo es que De Lima mismo da las pruebas de que su postura y la mía no coinciden en nada, en absolutamente nada, y, sin embargo, el solo hecho de que yo mencione que hay literatura "ideológicamente afín" a la CVR es suficiente para que él arme una intriga sobre un supuesto plagio. O sea que ya saben: De Lima cree que ha marcado el terreno y ahora cada persona que hable de novela "post-CVR" sin citarlo como fuente es un plagiario... ¡Plop!
Espero que nadie vaya a acusar a De Lima por la utilización de términos como "novela indigenista" o "periodo de postguerra" o "poesía surrealista" o "modernismo" o "boom latinoamericano" por cada vez que haya recurrido a esas etiquetas sin aclarar quién la dijo antes que él.
¿Algo más?
Sí, por supuesto, siempre hay algo más: debo añadir que la frase "literatura post-CVR" apareció por primera vez en internet bajo la forma de una pregunta-comentario dejada por un lector anónimo en este blog, Puente Aéreo, el día primero de noviembre del año 2005, y que, por tanto, cuando el señor Paolo de Lima quiera atribuírsela, primero tiene que pensarlo dos veces, respirar profundo, contar hasta diez y luego escribir: "como dijo el anónimo de las 6:25 pm del primero de noviembre del 2005 en el post ¿Dónde estábamos nosotros? del blog Puente Aéreo de Gustavo Faverón Patriau..."
No vaya a ser que el anónimo lo acuse de plagio. Y pensar que el anónimo podría ser él mismo... Ah, paradojas del mundo virtual.
Al parecer, la narrativa peruana sobre "la violencia política" está restringida a una ficcionalización realista, inmediata o ligeramente posterior a los sucesos históricos. Sus personajes son sólo quienes participan de manera directa en los hechos o quienes sufren, también de manera directa, sus consecuencias. Habría que hacer un deslinde entre la posición de ciertos narradores y de ciertos críticos que ahora se han subido al coche, vía el famoso informe de la CVR.
Muchas circunstancias han hecho que la tan marginal tendencia narrativa aparecida a mediados de los 80,(a la que algunos llegaron a calificar como "una narrativa que hacía apología del terrorismo" y que rcientemente algunos blogers muy sueltos de huesos, acusaron a más de un escritor con ese irresponsable san benito), se encuentre hoy de moda. Esto ha generado en ciertos escritores, y en cierta crítica, la urgente necesidad de "subirse al carro" de la modernidad. Por eso se hace también necesario una comparación entre la primera antología sobre esta temática, El cuento peruano en los años de la violencia de Mark R. Cox con Toda la sangre realizada por Gustavo Faverón, y retratada aquí. Yo me atrevería a decir que en Toda la sangre, ni están todos los que son, ni son todos los que están.
no sé por qué se pelean tanto por una discusión abortada (con respeto: que ha nacido muerta). Leer a Cueto como un pilar de la literatura de la violencia política, post-CVR... inaugurando un nuevo periodo... lo dudo mucho. Estoy de acuerdo en que el tema de Cueto es "La transmisión de la culpa burguesa", pero ese "en tiempos postraumáticos"? es forzar un poco su lectura. No es un tema que se 'inaugura' con La Hora Azul, ni siquiera con ninguna de sus novelas noventeras, sino con el primer cuento que publica (espero no equivocarme) en Hueso Húmero. En 1979? 1980? Es decir, la culpa del burgués es su tema desde que empezó y habría que rastrear su interpretación por otro lado. En esos años Cueto no escribía ni por asomo sobre la violencia política. Digo yo, ¿no es más interesante encontrar una lectura recordando que Cueto Fernandini (padre de Alonso) trabajó con Belaúnde antes del golpe de estado de Velasco? No es más afín ese desencanto del burgués en el contexto social de los 60s, 70s del que se nutre Cueto que de la violencia política de sendero? Luego se reinventa... se vuelve minimalista, llega a la novela negra, en los noventa escribe sobre la violencia política... Cueto ha sabido adaptarse bien al mercado (o no se recuerda que escribió sobre Montesinos?), ha ganado premios, y hay que felicitarlo por su inteligencia. Pero de ahí a ponerlo como un eje en nuestra literatura... y encima pelearse por eso... más mesura y más ideas para el debate. No se trata sólo de ver quién pone primero una bandera en la cima del Everest.
PD2 Viernes 25: En un artículo reciente publicado en el número de abril de la revista española Quimera (y reproducido en su weblog), Gustavo Faverón menciona que Alonso Cueto "abre con la novela La hora azul (2005) lo que se anuncia como un periodo de elaboración de ficciones ideológicamente afines a la doctrina reconciliadora avanzada por el Informe final de la Comisión de la Verdad en agosto del 2003". Sin ningún ánimo de nada, quiero mencionar que yo aquí había hecho referencia, sobre la base de unas declaraciones de Santiago Roncagliolo, en un post del 24 de mayo del 2006, al "tema de la violencia política en la novela peruana post-CVR", nombrando específicamente a Santiago Roncagliolo con Abril rojo y a Alonso Cueto con La hora azul, y donde se puede sumar (como hizo Roncagliolo, quien anuncia dicho periodo), a Víctor Andrés Ponce. Retomé la frase el 10 de agosto de dicho año a propósito de un artículo de Fernando Vivas.
PD3 Sábado 26: Gustavo Faverón ha comentado mi anterior PD. En su artículo del jueves, Fernando Vivas habla de la necesidad de "citar las fuentes de frases y datos prestados". Al comentar dicho artículo, Iván Thays escribe que "no sólo se vulneran los derechos de autor al coger un artículo íntegro de otra persona sino también al dejar de citar -por descuido, negligencia, mala intención u olvido- la fuente de la que sacamos nuestra información". "¿Que la novela de Cueto es post-CVR? Para decir eso no hace falta destreza alguna; sólo hace falta un calendario", alega Faverón con relación a mi PD del viernes. El hecho es que el 02 de marzo del 2006 (en un post significativamente titulado "Memoria y amnesia") él mismo había cuestionado tal uso del "calendario" (mi frase, repito, fue elaborada "sobre la base de unas declaraciones de Santiago Roncagliolo" al diario El Comercio. Yo había acusado recibo de éstas un día antes, el 01 de marzo, en el post "Momentos distintos en la narrativa peruana sobre la violencia política"). Faverón en esa fecha escribió: "En su afán, quizá inconsciente, de apropiarse de algún lugar fundacional, [Roncagliolo] ensaya una peculiar periodificación según la cual la historia de la novela peruana de la violencia se debe dividir en un antes y un después de la CVR". Tal "peculiar periodificación" (en la que está insertada mi frase sobre el "tema de la violencia política en la novela peruana post-CVR") es la que Gustavo Faverón ahora utiliza (en su artículo de Quimera) para afirmar que Alonso Cueto "abre con la novela La hora azul (2005) lo que se anuncia como un periodo de elaboración de ficciones ideológicamente afines a la doctrina reconciliadora avanzada por el Informe final de la Comisión de la Verdad en agosto del 2003".
Por otra parte, Faverón sostiene que "colocar la novela de Cueto con la de Roncagliolo en un mismo rubro es algo que yo no haría. Es más: mi artículo señala específicamente la distancia ideológica enorme entre una novela y otra". Su argumento es atendible. Sin embargo, el hecho de la "distancia ideológica enorme entre una novela y otra" no borra el que ambas obras se escriban y publiquen con posterioridad a la fecha calendario de agosto del 2003. Que las obras se sitúen con relación al Informe a través del diálogo, la contestación o lo ideológicamente afín es adjetivo con relación a la periodización en sí. Así, para Santiago Roncagliolo, en la mencionada entrevista de El Comercio, "lo que marca [el giro de la confrontación al de la reflexión] es la aparición de la CVR". En su reseña en Ajos & zafiros a la novela De amor y de guerra de Víctor Andrés Ponce, Víctor Quiroz señala, por ejemplo, que la misma "busca dialogar con el debate generado, en gran medida, tras la publicación del informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación". Para el caso de La hora azul de Alonso Cueto, Gustavo Faverón enumera en su artículo de Quimera las "ideas medulares" que la misma guarda con el Informe de la CVR a través de la frase "Tanto en la novela de Cueto como en el Informe". Siendo correcta la misma, lo preciso hubiera sido afirmar "La novela de Cueto, al igual que el Informe", dado que La hora azul se escribe y publica con posterioridad a la fecha calendario de agosto del 2003. Las "ideas medulares" de la novela, tal y como las enumera Faverón, provienen del Informe. No se retroalimentan mutuamente. Es La hora azul la que se retroalimenta del Informe.
Existen escritores que han hecho suyo el espíritu más aburguesado del informe final de la cvr como material para escribir y asi obtener material "profundo" para anécdotas que de por sí serían insípidas osuperficiales. Cuando a una novela se le puede sacar el esquema ideológico en tres patadas eso habla de falta de compromiso con la invención del aderezo "filosófico" y con facilidad podrá arguirse un afán acomodaticio y oportunista
Me parece interesante la alegoría que hay en la foto. Una literatura minimizada, casi empequeñecida por la magnitud real de unas manos que buscan justicia.
Yo creo que el informe de la CVR es un informe valiente, pero también creo que no solo les ha servido ha ciertos escritores. También les ha servido a algunos intelectuales, que en su momento, junto con los otros, demostraron no solo un absoluto desconocimiento, sino indiferencia y desprecio. Que solo reaccionaron cuando hubo lo de Tarata, como si antes no hubiera existido lo que muchos sabemos que hubo. Si estos señores antes eran indiferentes desde su insularidad limeña, ahora lo son desde su distancia cosmopolita. Tanto desde allí, ahora, como antes desde su isla, el país les seguirá pareciendo una lejana referencia exótica, y nosotros seremos los indecentes y ellos los sofisticados. Seremos (como alguien ya lo dijo y lo ha hecho célebre en la blogósfera), “ese tipo de gente”.
Coincido con el anónimo de las 11:26, por que aunque suene a frase relamida. Creo que en este caso es absolutamente justo decir que la realidad siempre supera a la ficción. Y lo que nos ha mostrado la CVR es precisamente la magnitud de un realidad que muchos ingnorabamos en toda su complejidad. Ante eso la literatura, de esos autores, no solo queda chiquita como lo muestra la foto, sino oportunista y ridícula.
curioso que faverón no responda al anónimo de las 3.08 en su blog. ¿Será porque, al igual que todo ese grupete que está tratando de meter a Cueto en el canon literario no lo ha investigado tanto como debería? Ya sabemos de qué pie cojea Cueto, cuáles son sus mecanismos para 'difundirse' y cuáles son sus 'méritos' literarios. Le chuntó con lo de la violencia política y ahora la corte hace lo imposible por pasarnos su obra como valiosa e incluso inaugural. Por favor, ya parece esto la campaña contra humala en la televisión pública. ¿Es esta una medida preventiva para decirnos qué leer? ¿Cueto una piedra angular de los nuevos tiempos literarios? Ahora que ha entrado a la moda de las encuestas, Faverón quiere sacar a alguien de los textos escolares... será para hacerle un huequito a su adorado Cueto?
para escribir "Grandes miradas" Cueto se empapó bien del tema: dijo que había ido al SIN y hasta se había sentado en el sillón de Montesinos. Asu
El que caso de Cueto es interesante ya que la difusión de su obra y el éxito de crítica y premios que ha obtenido recientemente va a contracorriente de su lectoría. Efectivamente, hay un trabajo muy bien organizado (en el que participan desde Mario Vargas Llosa hasta Víctor Coral) cuyo objetivo es meterlo en el canon y consagrarlo junto con Ampuero como los "nuevos" o, como le gusta decir a Thays, "los secretos mejor guardados" de la literatura peruana. Lamentablemente, para los lectores que compran sus libros empujados por la cantaleta de los reseñistas y la sobredosis de publicidad en librerías, hubiera sido mejor que esos "secretos" permanecieran guardados.
Muchos, al hablar de la violencia política en Perú, me parece que se pierden de ver todo el panorama del bosque, con la cordillera de los Andes como paisaje de fondo, por ver solo el árbol en llamas de Sendero Luminoso y los pésimos gobiernos, disfrazados de democráticos, de década del ochenta en adelante. Ya que todo lo que pasó el último tercio del siglo pasado no es más que la consecuencia, la punta del iceberg, de siglos violencia política vestida en múltiples maneras de dominación. Por que será que ciertos críticos le ponen el mote, a esos escritos, como “la literatura de la violencia peruana”, como distinguiéndolas de otras literaturas, cuando la literatura en realidad es una sola. Acaso hay una literatura de la paz peruana. Si todo el Perú, es un país milenariamente parido por la violencia.
Ahora resulta que la CVR marcva un hito en la literatura peruana. El grueso de narraciones sobre la violencia han sido escritas antes de la CVR y que algunas posteriores hayan tenido alguna resonancia, incluso fuera del Perú, parece más una coincidencia que un efecto visible del trabajo de los comisionados. Me parece absolutamente irrelevante establecer este tipo de hitos. De hecho tiene que haber literatura post CVR pues, ¿o acaso la CVR iba a paralizar el trabajo de los escritores peruanos? Por favor, planteen discusiones con más sentido.
Como que se quiere abusar de la CVR, ¿no? Más que un informe a tomar en cuenta para el futuro, parece haberse convertido en un icono "chic" de ciertos narradores, una especie de sucedáneo de la famosa foto del Che Guevara. Ya solo falta que salgan polos CVR, llaveros CVR, restaurantes CVR... hasta que aparezca alguien con huevos que diga ¿La CVR? ¡Me friega la CVR!
No por culpa de la CVR misma, sino de sus pacharaqueadores...
Lamentablemente, para los lectores que compran sus libros empujados por la cantaleta de los reseñistas y la sobredosis de publicidad en librerías, hubiera sido mejor que esos "secretos" permanecieran guardados.
¡Jajajaja! Ya pues dintilakos, cuando sacan la antología de humor de Puertoelhueco, textos como esos son impagables. Don´t forget "no le esgrime de culpa".
y don't forget al "introducido" tréllez
1. por que la compilacion de faveron seria post-cvr y no pre-cvr? todos esos relatos son anteriores al informe final.
2. no creo que precisamente el resto de autores, superficialisimos todos ellos, simplones hasta el asco como ampuerto, cursis hasta consolidar "la culpa burguesa" como cueto o, finalmente, irresponsablemente comerciales como roncagliolo sean una verdadera reflexion (o una reflexion significativa) de lo que reporto la cvr. me parece que es "la gentita" del circulo literario peruano de toda la vida que busca una manera de promocionarse. faltaria thays pero no creo que su frivolidad le permita escribir algo significativo sobre su pais.
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