Friday, May 25, 2007

OTRA MAS DE THAYS

El crítico Ricardo González Vigil ha hecho un descargo al post que escribí, y luego borré, en este Moleskine Literario.
Dado que él ha declarado que es la última vez que se refiere al tema no pretendo a ser tan grosero de quedarme con la última palabra, por lo que no discutiré ninguno de sus puntos salvo resaltar lo siguiente: estoy absolutamente de acuerdo con que no se puede insultar en público y disculparse en privado. Esa fue una de las razones principales por las que escribí “Un paso adelante”. Descubrí que nunca, en ningún post ni artículo, había justificado mis críticas a González Vigil con algo que no sea una burla, una ironía o una broma.(SIGUE EN EL PRIMER COMMENT)

19 Comments:

Blogger DINTILAKO said...

(CONTINUA)

Pensé: si quiero que me respeten debo empezar a reconocer mis errores y respetar a los demás. Por eso borré esa respuesta furibunda la mañana siguiente y escribí la editorial que todos conocen. González Vigil tiene todo el derecho de rechazar lo que estuvo publicado durante unas horas, pero no creo que pueda soslayar el hecho público y notorio de que eliminé mi post e incluso las alusiones a él en el comentario "Gran Combo Club" y el que todos los blogs serios (los únicos a los que el crítico debería hacer caso si no quiere ser cómplice de anónimos que difaman y descalifican a los demás con insultos racistas y homofóbicos) han respetado el derecho a retirar mi opinión. No conozco otra forma digna de pedir disculpas.

Conciliación
Desde que me divorcié hace tres años, con un hijo de un año al que debo proteger antes que a nada ni nadie, la palabra “conciliación” es la más importante del idioma para mí. Aprendí que conciliar no es someterse ni rendirse, y mucho menos mostrar debilidad, sino aceptar que ante un conflicto las dos partes deben ceder en algo (aunque a veces nos parezca injusto) para conseguir un acuerdo y dar un paso adelante. Si declaré que me reafirmo en las cosas que escribí en mi respuesta eliminada (deplorando el tono en que las escribí, insisto) fue para dejar en claro que no pretendía mentir cuando las expuse, pero si González Vigil considera que no censura a Cueto por razones extra-literarias o que nunca intentó que me quiten el auspicio que no tengo (en todo caso, una llamada suya luego de aparecer la nota de Caretas a la oficina de imagen bien pudo ser malinterpretada o tergiversada) no tengo ningún problema en aceptar sus descargos en vez de ponerme a llamar testigos (que al fin y al cabo tampoco son pruebas) para que hablen en su contra. Si él, además, insiste en decir que mi productor no lo llamó o que yo no le mandé el email de disculpa pues bien, considerando que ambas situaciones tenían como fin pedirle disculpas y darle la posibilidad de explicar por TV por qué asumió ciertas decisiones en su Manual de Literatura que yo consideré erróneas en mi programa, en vez de perder el tiempo buscando pruebas para demostrar que sí llamé o que sí mande el email ¿no es más coherente, responsable y serio volver a pedir disculpas e invitarlo al programa otra vez, ya que ése es el objetivo principal de lo que está en discusión? Después de todo, y dado que es imposible tener pruebas en cosas ridículamente concretas como si hubo una llamada o un email hace dos años, que sean las personas que están involucradas en estos temas y nuestras propias conciencias las únicas que juzguen quién miente y quién no. Yo, por mi parte, estoy bastante tranquilo.

Cuetomanía
Finalmente, sobre mi “cuetomanía”, debo decir que me identifico plenamente con ese término. Alonso Cueto no significa para mí sólo un extraordinario escritor sino un amigo al que quiero mucho y respeto, y no existe día en que no me sienta orgulloso de esa amistad a pesar de que muchas personas insisten en calificarla casi de “delito”. Por eso mismo, porque lo creo buen escritor y además una amigo entrañable, cuando reseño algún libro suyo que me parece genial se trasluce naturalmente mi entusiasmo e incluso mi felicidad al ver que un amigo querido ha conseguido un logro (y con “logro” no me refiero a los premios, ojo, sino a las obras). A González Vigil, en cambio, la obra de Alonso Cueto lo deja indiferente y ha decidido no criticar nada suyo desde que reseñó a principios de los años 80 su primer libro de cuentos (el más minimalista de todos, por cierto). No creo que exista algo innoble o erróneo en ninguna de las dos opciones, siempre y cuando seamos conscientes de que lo realmente importante en todo esto (deslindando de una vez y para todas cualquier alusión vinculada a mafias, lobbys o censuras) es que ni mi entusiasmo ni la indiferencia de González Vigil son definitivos a la hora de los balances. Lo concreto es que la obra de Alonso Cueto continúa escribiéndose y consiguiendo cada día más lectores, críticos, premios, traducciones y editoriales interesadas en él, totalmente ajena a estas escaramuzas. Entonces ¿por qué pelearnos por algo que finalmente es inútil? Ambos sabemos que los escritores y los críticos literarios con verdadero talento superan largamente los elogios y el ninguneo. Y como dudo que exista una verdad más grande que ésa, he optado por dejar que los demás saquen sus propias conclusiones sobre la objetividad de González Vigil a la hora de calificar a Cueto o a cualquier otro autor. No diré más sobre el tema reservándome, como es obvio, el derecho de opinar sobre sus reseñas o sus libros críticos cuando tenga algo que decir positivo o negativo, cuidándome de hacerlo con el respeto que una vida dedicada apasionadamente a la literatura, como la González Vigil, me merecen.

May 25, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Wau,. La argolla rebusca la entrevista a Iparraguirre para enocntrar contradicciones. ¿Por qué tanto interés en Iparraguirre? ¿Es tan bueno o es un asunto de faldas con Thays, como dicen en el Pollo pIer?

May 25, 2007  
Anonymous Anonymous said...

El mal llamado "critico arbitrario" que comentó en el otro post ignora que el curso de Literatura 1 se dejó de dictar hace años y que Iparraguirre dictó Redacción y Argumentación y un Taller de Narrativa. Lo que nos lleva a sospechar que quien escribio esa bazofia de comment debe ser nada menos que alguien que se haya quedado en la epoca en que Literatura 1 existia como curso en la PUCP, es decir, alguien a quien le falta aprobar Deontología para hacerse bachiller.

Mejor dicho, basta de eufemismos: Iván, todos sabemos cuando entras a esta pagina y descargas tu bilis o mandas a Herbozo a bajarte a tus enemigos, asi que por decencia y congruencia, entra dando la cara.

May 25, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Felicitarte o no felicitarte
he ahí el dilema.

Inicias chvre finalizas mejor pero metes otra vez un tanto de durex a González Vigil al dentro.

CONCILIAR con un post de contenido similar PARA PENSARLO.

May 25, 2007  
Anonymous Anonymous said...

¿Me puedes explicar de qué manera puedo ser "duro" con Vigil en cualquiera de estos párrafos?

Sinceramente, creo que he sido sumamente considerado con él y he abierto absolutamente todas las puertas del diálogo.

May 25, 2007  
Blogger DINTILAKO said...

Estos dos ultimos comentarios nos lo han posteado casi en simultaneo, pero hemos tenido a bien suprimir aquello que no viene al caso, y que ivan thays en su blog lo ha calificado a su manera. Lo que no comprendo es por él no lo omitió.

May 25, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Dintilako, o ya no se como llamarte, para que se entienda la carta de Thays, sería bueno que se publique también esta carta del profe GVigil, que motiva la carta de Thays.

Respuesta a Iván Thays por Gonzalez Vigil
tomado de http://www.pospost.blogspot.com/
(y retomado del blog de Ocram)


Señor Iván Thays:


Me parece bien que en su segunda respuesta a mi carta electrónica considere usted que: “No es, entonces, el momento de discutir inútilmente sino de conciliar y reconocer la pluralidad de temas, estilos y propuestas que presente la narrativa peruana actual”. En esa línea se compromete a no seguir “contribuyendo a ese juego” y a que su blog “seguirá siendo crítico (…) pero tratando de mantenerme siempre en el terreno de lo estrictamente literario sin cruzar la delgada línea (que algunas veces he cruzado por culpa de mi vehemencia) de la burla o el comentario descalificador”.
Lo que no me parece bien es que, en contradicción con su supuesto objetivo de limar asperezas conmigo, declare: “Soy responsable de todo lo que sostuve y me reafirmo en ello, en aras del fin de la discusión prefiero aceptar que él (González Vigil) tiene una versión distinta de los hechos y buscar el punto medio” (¡¡el punto medio!!, como si se tratara de una conciliación entre opiniones y no de esclarecer hechos que sucedieron o no, sin término medio posible).
Peor aún, en su primera respuesta (estuvo varias horas en la red antes de que usted remitiera la segunda respuesta pidiendo que se borre la primera, y de todos modos puede ser consultada en otro blog que la ha reproducido) usted reitera de manera más extensa las falsedades que yo le rebatía en mi carta, con el agravante de añadir otras, acompañadas de comentarios en contra de mi prestigio y honorabilidad. Debido a ello, por respeto a los lectores de su primera –infame- respuesta, antes de aceptar su pedido (que formula sin rectificación alguna de su parte) de dar “un paso adelante” y no continuar con ese “discutir inútilmente” (originado por pullas y agravios vertidos por usted, y no por mí), me veo obligado a puntualizar lo siguiente:

1. La única vez que he sido invitado a “Vano Oficio” fue en 2002, para hablar (usted mismo me lo especificó así) de la revista “Múltiple”. Ahora usted lanza la posibilidad de que hayan sido sus “productores” (los que, según usted, me invitaron “muchas veces”) los que le mintieron (“si no lo han llamado y me han dado excusas falsas en su nombre lo lamento”), con lo cual usted pretende lavarse las manos.

2. Además, al sostener usted que mandó muchas veces a sus productores que me invitaran a “Vano Oficio”, dice que tiene testigos de ello. Otro tanto asevera al sostener que he llamado a la oficina de Imagen de la PUCP para quejarme de usted. Y, de modo más sibilino, en otro punto sostiene que “hasta dos personas amigas mías” le han comentado lo que usted consigna. Sería saludable que identifique a esas personas y no se refiera a ellas sin especificación alguna.

3. Suena increíble que sus productores le hayan dicho que me excusé argumentando que no me gusta salir en televisión. La verdad es que nunca he buscado aparecer en los programas de televisión, pero he aceptado gustoso y honrado las numerosas invitaciones que he recibido por iniciativa de los responsables de los programas respectivos. Así, tuve a mi cargo el segmento dedicado a los libros en el programa “Luces de la ciudad” que dirigió Eduardo Lores. No daré una lista completa pero consignaré que he sido entrevistado en el canal 7 (ahora TVPerú) por Luis Alberto Sánchez, Ernesto Hermoza, Eduardo Rada y Antonio Zapata, además de breves intervenciones en los noticieros de dicho canal con motivo de algún acontecimiento literario. En otros canales, he sido entrevistado por Pablo de Madalengoitia, César Hildebrandt, Marco Aurelio Denegri (cable), José María Salcedo, Raúl Tola y José Beltrán Peña, además de diversos noticieros. ¡Qué manera de no gustarme salir en TV!

4. Nunca hasta ahora había recibido carta alguna de usted. Las dos primeras han sido la –llamémosla así- “agresiva” (autocensurada) y la “diplomática”, ambas en respuesta a mi carta electrónica en contra de sus reiterados embustes. Vale la pena notar que, en el caso que fuera cierto que hace tiempo me remitió una carta explicando que no pretendió insultarme con su exabrupto en el Encuentro de Narradores en Madrid, usted sería una de esas personas tortuosas que insultan en público y piden disculpas en privado. Otra muestra tortuosa es que, ahora, me endilga primero, falsedades y agravios en su carta “agresiva”, para pocas horas después tenderme las manos para hacer las paces.

5. Jamás he presionado en oficina alguna de la PUCP contra “Vano Oficio”, un programa –vanidad de vanidades- con varios años en el aire.

6. El “retorcido” es usted y no yo, cuando propala impávido conocer lo que yo pienso de mi salida del “Dominical”, al que dejé, quede claro, para pasar a la sección “Crónicas”, ahora llamada “Luces”.

7. Ya que tanto menciona a Alonso Cueto, le aclararé que es falso cuando usted sostiene que jamás he incluido a Cueto en mis antologías (puede ver su cuento “La otra” en “El cuento peruano 1980-1989”) y que “jamás aparece” Cueto en mis recuentos anuales (excepto, según usted, en el recuento del 2005, atribuyéndose que por usted me vi obligado a hacerlo), cuando fácilmente puede constatarse que en todos los años que se ha publicado una nueva novela o un nuevo volumen de cuentos de Cueto, los he tenido en cuenta en mis recuentos. Además, sería conveniente para su Cuetomanía que se entere que elogié el primer libro de Cueto (“La batalla del pasado”, 1983) cuando salió y que en la nota que le dedico en “El cuento peruano 1980-1989” considero que ha asimilado el legado de Henry James, Carver, la “novela negra” de Hammett y Chandler, y la narrativa sentimental (no todo es Carver, pues, en mi visión de Cueto, también cabría apuntar lo que ha aprendido en Hemingway, Faulkner y, por cierto, Maupassant y Camus). Algo más: integré el Jurado (con Mario Vargas Llosa, Julio Ramón Ribeyro y Blanca Varela) que en 1985 otorgó el Premio Wiracocha de Novela a “El tigre blanco” de Cueto, por no insistir en que fui asesor de su tesis de bachillerato.

8. En su respuesta “agresiva” usted se burla de que haya hablado de un “Dante peruano”. Por respeto y admiración al gran poeta Enrique Verástegui he dejado pasar la perfidia con que usted numerosas veces, desde hace años, tergiversa la alta valoración en que tengo a Verástegui y su afán de seguir el ejemplo de Dante. Nunca he usado la expresión “Dante peruano”; le desafío a mencionar el escrito en que figuraría.

9. Usted aberrantemente subestima no sólo mis conocimientos literarios y capacidad crítica, sino la inteligencia de sus lectores. Resulta delirante (a modo de un desatino infantil que mueve a risa más que a estupor) cómo alevosamente distorsiona mis opiniones sobre la literatura norteamericana (rica en escritores universales, y no sólo un mercado masificador de “bestsellers” y literatura “light”) y la imitación epidérmica y exangüe que sufre a cargo de numerosos poetas y narradores peruanos e hispanoamericanos, tan distinta de la asimilación creadora que han hecho grandes escritores del legado genial de Poe (ahí Quiroga, Borges y Cortázar, por ejemplo), Whitman (Vallejo y Neruda, nada menos), Faulkner (Rulfo, Onetti, García Márquez y Vargas Llosa, señaladamente), por mencionar sólo algunos casos sobresalientes. El problema es que siempre hay imitadores sin fuerza creadora propia, y grandes autores que hacen suyo, con una reelaboración propia, el magisterio de autores universales: griegos, chinos, franceses, italianos, españoles, norteamericanos, de cualquier cultura o idioma. Usted demuestra una falta total de criterio y ponderación cuando pretende descalificarme crítica y académicamente inventándome una fobia a todo lo que tenga que ver con el poderoso país del norte: “(González Vigil) Es incapaz de reconocer que los EEUU es un país que tiene no sólo grandes escritores sino estupendos lectores, revistas especializadas, académicos, intelectuales y universidades” (¿!).
Para su información, he dado conferencias en la Universidad de Oklahoma, donde fui presentado (me veo obligado a decirlo no por vanidad, sino por desnudar la necedad suya) como el mejor crítico literario peruano; en términos similares me califica una antología bilingüe de la poesía peruana, editada por la Universidad de Oregon. Numerosos especialistas que trabajan en EEUU, como también en Inglaterra (verbigracia, James Higgins y Stephen Hart), Francia (mi edición anotada de “Los ríos profundos” de Arguedas fue declarada lectura obligatoria por el Ministerio de Cultura para los que estudian pedagogía), Italia, España, etc., han dado relevancia a mis aportes críticos. Y he decidido quedarme a trabajar en el Perú, desechando invitaciones para radicar en EEUU o España). De otro lado, la Academia Sueca me ha honrado pidiéndome mi opinión sobre escritores del Perú y el mundo entero que merecen recibir el Premio Nobel de Literatura.

Final:
Con esto doy por concluida toda discusión con usted. Tengo labores más importantes y necesarias (hay tanto que hacer a favor de la lectura y el desarrollo de los estudios literarios en nuestro país) que perder el tiempo en dimes y diretes. ¿Para qué seguir comunicándome con usted, ya que desprecia mi labor crítica, me conceptúa ignorante y encasillado, víctima incluso de “paranoia”?


Ricardo González-Vigil

May 25, 2007  
Anonymous Anonymous said...

No creo que exista algo innoble o erróneo en ninguna de las dos opciones, siempre y cuando seamos conscientes de que lo realmente importante en todo esto (sin deslindar cualquier alusión vinculada a mafias, lobbys o censuras) es que ni el entusiasmo de thays ni la indiferencia de González Vigil son definitivos a la hora de los balances. Lo concreto es que la obra de Alonso Cueto continúa ignorandose y teniendo cada día menos lectores. (críticos, premios, traducciones y editoriales interesadas en él, si, pero ya todos saben como son y de donde vienen), totalmente ajena a estas escaramuzas.

May 25, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Admiro la obra de Iparraguirre, pero francamente, con ese cacharro, dudo que se trate de un asunto de faldas...

May 26, 2007  
Anonymous Anonymous said...

merece un post, chequeen como Trellez le pone su estate quieto al desconocido antologador.

DIEGO TRELLES EN RESPUESTA A RUIZ-ORTEGA
(tomado del blog del hablador)

Ya que hace pocas semanas inauguramos en este blog el ejercicio del “derecho a réplica”, a pedido de Diego Trelles Paz cumplimos con postear una carta en la que responde a algunas declaraciones de Gabriel Ruiz-Ortega en la entrevista publicada hace dos días en esta bitácora.


Estimado Francisco Ángeles:

Le escribo porque he leído una entrevista suya al señor Gabriel Ruiz-Ortega en la cual éste me alude sin nombrarme, y me gustaría hacer algunas precisiones respecto a sus comentarios:

1. En la entrevista, este señor afirma muy suelto de huesos que soy un “narrador de tendencia izquierdista que vive como neoliberal” y que, cada vez que puedo, “me mando con un floro remanido de la exclusión, la marginación”. Debo decir que me declaro sorprendido, no sé de dónde saca este pobre hombre la absurda idea de que vivo como un neoliberal. ¿Será porque estudio en Estados Unidos? ¿Es, acaso, ésa su luminosa razón? Si es así -y no encuentro otra dado que no lo conozco ni me conoce en absoluto-, me asombra la lógica pedestre y maniqueísta de sus razonamientos, y esa ligereza de boca que, a menudo, emplea para hablar de aquello que no entiende. No es la primera vez que lo hace. De hecho, tiene la misma actitud bravucona y negligente en su blog. Quien lo lea, no sólo se dará cuenta de que Ruiz-Ortega tiene la prodigiosa facultad de escribir con los pies, sino que, además, tiene una tendencia casi natural al diagnóstico epidérmico y colegial, de una pobreza analítica y formal inusitada para alguien que quiere asumir la tarea de prologar y antologar la que autoproclama como la antología de los nuevos narradores. [Lo del “floro de la exclusión”, debo suponer, es un chiste involuntario de su parte, propiciado por los nervios de la entrevista -una entrevista, por lo demás, embarazosa por la cantidad de dislates que dice].

2. Las razones por las que decliné mi participación en Disidentes (cuyo título, por cierto, tiene una cantinflesca explicación de su parte) son tres: 1) No me sentí representado ni cómodo en un proyecto dirigido por un personajito precario e improvisado que no me interesa en absoluto como escritor (tiene una novela con más faltas ortográficas que páginas), y cuyo comportamiento ha estado signado por la consigna de escalar y figurar como sea y a expensas de quien sea; una especie de lobbysta chicha y, aparentemente, mitómano (¿alguien ha podido comprobar la procedencia de Q Ediciones esa “editorial extranjera” que le pagó por publicar su novela y, según lo atestiguado por él en la Conversa de escritores organizada por Cyberayllu, le ha hecho un trato por otros dos libros más? Si uno hace una búsqueda rápida en Google se dará cuenta de que esa editorial simplemente no existe. Bien haría Ruiz-Ortega en aclarar este asunto turbio para evitar mayores suspicacias en el futuro). 2) Además de lo expuesto, no me pareció correcto aceptar la propuesta de un sujeto al que alguna vez fui introducido brevemente por una persona que respeto y admiro (el poeta Miguel Ildefonso), y que luego atacó públicamente -junto a otro señor del que ahora reniega con ironía pero del que era compadrísimo cuando fungía de crítico de Somos-, más de una vez, no sólo a Miguel, sino a otros creadores cercanos con los que tengo más de una afinidad. Las suyas no eran críticas literarias medianamente agudas sino ataques personales que, como en mi caso, buscaban desacreditarlos mediante el agravio y la burla.

3. Finalmente, quiero decir que, como cualquier escritor o artista, tengo derecho a participar en los proyectos que me interesen y, sobre todo, en aquellos que me parezcan serios y, en mi opinión, éste no era el caso. Nunca me he negado a colaborar y, menos aún, a participar en proyectos literarios y artísticos, y de eso pueden dar fe muchos otros escritores. Si el señor Ruiz-Ortega se ha sentido ofendido porque le dije -muy amablemente, por cierto- que no, allá él, pero, por favor, guárdese esa retórica vacua para los posts de su blog y, en vez de hacer tanto ruido para promocionarse y seguir escalando como acostumbra, dedíquese a mejorar esa prosa, a revisar los diccionarios que tanta falta le hicieron en su primera novela, y a escribir, hombre, a leer, a sosegarse, que es, finalmente, lo que podrá ayudarlo a utilizar las manos la próxima vez que se aventure, esperemos con seriedad, en el oficio de la escritura.

Atte.,
Diego Trelles Paz.

May 26, 2007  
Anonymous Anonymous said...

ULTIMO MINUTO: PLAGIARON DISIDENTES
Se ha visto a un solo vendedor informal con una ruma de libros fallados, en la esquina de Javier Prado con Arenales, los que lo vieron comentan que no dejaba de fumar sus Marlboros rojos y estaba lagri-meando inconteniblemente.

May 26, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Anónimo de las 9:04, la gaga está deprépita y fea, no la has visto? Mayor razón para creer que aqui hay un lío de faldas.

May 26, 2007  
Anonymous Anonymous said...

ese no fuma marlboro, oe, ese solo fuma ducal.
ah, me han pasado el talán q hay unos ejemplares de disidemtes sin prólogo: preguntar en quilca

May 26, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Miren lo que escribe la gárgola de la gaga y la gaby, asu:


Joyitas del engreído de Iván Thays

En el blog basura “el Hablador” no solo se hace comentarios confusos y de ínfimo nivel, si no que se mezcla en el mismo saco a post respetables de gente como Carlos Calderón Fajardo, Iván Thays o Pepe Güich con entrevistas a semiletrados que la pegan de editores, como este campeón de la disidencia (disidente con respecto a la moral, claro). Algunas perlas negras del burrito a quien el escritor Iván Thays le dio espacio en su blog para acusarme injustamente de administrar una cloaca virtual llamada Puerto El Hueco (¿lo recuerdan?):

“Cuando empecé a elaborar la antología, en lo último que pensé fue en el nombre, pero sí tenía claro que había que mostrar un quiebre tajante con lo escrito en narrativa joven en la década pasada que, salvo las excepciones que señalo en el prólogo, aportó poco o nada. Por ello, Disidentes yace en el espíritu de negación, en el nivel formal y de tópico, de la narrativa joven de los noventa. ¿Disidentes frente a qué? Disidentes ante la ignorancia y la pose”.

Ignorancia y pose son justamente dos de los más feos defectos que adornan a este sujeto cuyos mayores méritos literarios -que él mismo se preocupa en resaltar tontamente en su blog- son el fumar dos cajetillas de cigarro diarios y sufrir un insomnio agudo (ya sabemos que esto responde a una alma atormentada por la culpa) que palia intercambiando “valiosos” chismes e insidias con editores de poca monta (pero editores al fin, no como él) y cuarentones divorciados que incendian –dice- sus escritos. Andá.

“En los noventa hubo muchísimos narradores que sólo ellos mismos saben por qué quedaron como promesas. Debo haber leído a unos cincuenta, y muchos de ellos vivían con el ánimo de quedar como protagonistas de las más desopilantes experiencias nocturnas. Eso les impedía hacer lo más difícil y básico que requiere un oficio tan arduo como el literario: leer y escribir. Por ello, esos libros han quedado en el olvido. Es imposible mantener una poética sólida a punta de experiencia de vida”.

¿A quiénes se refiere el ignorantón? Seguro que no a mi pata Oscar Malca, como me dijo una vez personalmente y lo mandé a rodar. No, claro que no, porque sabe que Oscar hoy sigue dirigiendo Somos y se puede perder una reseña si lo ataca. Tampoco a su hoy mentor Thays, aunque es justo decir que su obra sí es una isla en la narrativa noventera. Son 50 los leídos, dice, no creo que pueda enumerar siquiera a 20. Puro bluff.

“indudablemente, los apreciables libros de Palacios y Rimachi guardan no pocos lazos tributarios con la temática noventera que se critica en el prólogo y que se refuerza indudablemente con los relatos. Y la decisión final de descartarlos fue exclusivamente mía. O sea, en una antología de temática policial, digamos, no puedes meter un par de cuentos de ciencia ficción”.

Esa comparación falaz obviamente la aprendió de Thays y compañía. Como vas a comparar, oye atarantado, una relación de género literario (la ciencia ficción y el policial), con una relación de orden subjetiva (que las obras de los nombrados son “noventeras”). Esa puede ser tu opinión y nada más que tú opinión, pero no jalonees un asunto tan claro como el de la CF y el Policial para justificar la exclusión que realizas. "Apreciables", qué adjetivo más pérfido. Sé sincero y di la verdad aunque sea una vez. Di lo que piensas de Rimachi y Palacios, y que a mí me decías a cada rato. Que son borrachos, brutos y mediocres. Eso me decías de ellos. Hipócrita.

Esto es de “antología”:

“En el prólogo señalas que lo único que se podría objetar a tu antología es la falta de escritores de provincia…”

Pregunta el entrevistador sin darse cuenta de que esa es la peor, pero ni de lejos la única, falencia de esa antología. La respuesta:

“Sí, es cierto. Varios amigos me dijeron que la ausencia de escritores jóvenes de provincia podía traer ciertos reparos que últimamente tienen el aura de la sensibilidad. Pero tampoco soy un demagogo o un hipócrita para poner a un escritor de provincia si no me muestra en libro y propuesta una calidad apreciable. Por varias razones, el año pasado viajé con frecuencia dentro del país, y en mi estancia en ciudades como Cusco, Arequipa, Iquitos y Trujillo me di tiempo para contactarme con escritores de la zona para que me hablaran de la producción en narrativa joven, y así buscar los libros que posiblemente me interesen.”

Vamos, vamos, quién diablos te va a creer que viajaste tanto a provincias si apenas tienes para tu combi de a luca a Miraflores desde Apolo. Ya pues, todos sabemos de tu indigencia económica, que por supuesto no es defecto ni pecado, pero ni se asoma a tu indigencia moral. Continúa:

“Pues bien, la sorpresa fue que no había libros de jóvenes autores, pero sí revistas y plaquetas en los que publicaban sus cuentos o adelantos de novela. Hay un rollo muy malsano que se maneja alrededor de los escritores jóvenes de provincia. Es cierto que hay muy buenos, pero no es lo mismo un cuento publicado en revista que uno que es parte de un libro. El libro te ofrece la garantía, al menos en apariencia, que dicho escritor seguirá publicando. También me di cuenta que las dificultades para publicar son las mismas para un narrador joven de la capital y para uno de provincia, pero es axiomático que en Lima tienes mayores posibilidades de difusión. Y para serte franco, sí me hubiese gustado contar con algunos, pero no soy un demagogo”.

Dios, la estupidez de este párrafo me deja sin palabras. “No soy un demagogo, ergo, pongo a todos mis amigos limeños y que los de provincia se jodan. Se los digo en su cara, no me interesan”. ¿Pueden imaginarse mayor cinismo estólido thaysiano? Sin duda el alumno ha aprendido lo malo y solo lo malo del maestro. Y ese mantra de haber publicado en revista y no en libro, ¿de dónde saca esa idea este improvisado?

¿Acaso no sabe que el 80% o más de los escritores latinoamericanos comienzan publicando en revistas? ¿Acaso su padrino Thays no le ha contado que él mismo comenzó publicando en la revista del Museo de Arte, "Tres débiles mentiras"?

No puedo creer tanta idiotez. Prefiero creer que este tipo es simplemente un cínico y un patán de la cultura. Le queda mejor que simplemente llamarlo incapaz literario. Le concedo eso por ahora.

May 26, 2007  
Anonymous Anonymous said...

El texto de Thays revela que antes que una ética esencial, prefiere practicar una ética estrétegica, es decir, basada en gestos públicos, intercambios de diplomas de honorabilidad y comunicados públicos. Tal es la que practican los Gran Combo. Buena por el maestro RGV que demuestra que la honestidad es pundonor íntimo y no griterío acomodaticio

May 27, 2007  
Anonymous Anonymous said...

FOTOCHECK LITERARIO DE MAYO

GABRIEL R-O: Por fin le salió el sueño de la antología propia. Lástima que conspiren en su contra el precio del libro (39 lks) y su devastador prólogo. Muchos de los antologados le han pedido que siquiera se matricule en la nocturna para aprender a redactar. Piensa hacer un road show por medios pero lo confunden con Carlos Alcántara en Carita de Atún (por lo de cholo fino). Consejo: letrahertido y enfermo de literatura no son adjetivos gratos para tus antologados.

THAYS. Desplazado del centro de la atención por la guerra de los blogs y la salida de la antologia "Diez con dientes" de GRO, ha tenido una pataleta privada por la entrevista kilométrica a su fantasma Iparraguirre en letras s5. Aunque el pacto de los gran combo es no hablar ni en el confesionario del famoso Yogi para no hacerle publicidad -"Primero muertos, antes de darle lo que quiere", ha sentenciado el rabino - THays no se aguanta y entra a insultarlo anónimante en cuanto blog basura haya. Fuentes cercanas a Thays señalan que el primero en negarse a creer que Iparraguirre es un escritor de segunda fila -como ha pontificada Salas- es la misma gaga. La mejor prueba es que si es el quien los ha estadado atacando en este tiempo, dice Thays, es que se han necesitado seis académicos de primer nivel para contenerlo. Thays teme que la situaciómn lo obligue a volver a la PUCP por un master. El curso de inglés del bachillerato lo sigue esperando.

OCRAM. Sabe que ha ganado posiciones en el mundillo literario como la cabeza más visible de los bloggers airados contra faverón, pero no sabe para qué. SI bien es cierto es el blogger periodista actualmente con más influencia, tuvo que terminar su incursión en el mundo de los comboclub a través de una paz impostada porque era obvio que le consumia mucho tiempo en un tema que no era el de su especialidad (el periodismo politico). Antiguamente asociado en intrigas a Aguirre -fueron intimos complotadores durante la universidad- puede que haya conseguido algún tipo de acuerdo privado con Faverón que posteriormente revele su utilidad (dinero en el banco, como dicen en la lucha libre). Por el momento su paz, que los dinthilacos han terminado por rechazar de modo tácito, ha permitido que Faverón reconstruya su imagen de blogger respetable por segunda vez (luego de los incidentes juan pérez y carta a Reaño). Si eso no justifica el toma y daca entre ambos, entonces se trata de ángeles en la tierra.

May 27, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Por favor, chequeen nomàs las fotos de Iparraguirre, buen escritor pero con un gusto màs que cuestionable en el vestir. Màs que profe de la Cato, parece sanmarquino perdido en el mercado Santa Anita. Ademàs, una terapia de dicciòn no le vendrìa mal, parece el oso Yogui cuando habla.
Un consejo hasta de un conejo, Alexis, no vaya a ser que un dìa salgas en un programa de intelectuales "de a verdad", y con esas fachas.

May 27, 2007  
Anonymous Anonymous said...

en tu programa, ivan?

May 28, 2007  
Anonymous Anonymous said...

el blog Notas Moleskine se está volviendo tan gangoso como el programa de TV que conduce su administrador. El volumen de erratas es casi de una por post. Entre las últimas, destacan:

"el escultor Aldo Miyashiro" (hasta donde sabemos es sólo dramaturgo, el escultor es Aldo Shiroma).

"el crítico José Antonio Portugal" (es José Alberto)

y por último, en cuanto a la encuesta sobre las fotocopias, nos sorprende su posición "dura" frente a la piratería. Sería interesante saber si una posición "moralmente despreciable" como la de quienes consumen pritaería abiertamente, es para Thays motivo suficiente para desvincular a un blogger de la misma manera que lo hizo con Vico Corral, o tal vez Iván ha aprendido a ser más tolerantes con posturas éticas distantes a la suya. Digo esto después de leer un parrafo escrito por el disidente y humeante cachorro Gabriel Ruiz Ortega que registra una apología de la piratería que linda con el publireportaje:

"Bueno, hace unas semanas me reencontré con Godard en uno de mis peregrinajes a Polvos Azules, claro, en el Pasaje 18, donde están las películas de verdad. Mientras veía el catálogo en el stand de mi pata César, y como suelo ser muy distraído con todo, recibí una agradable reprimenda suya."

May 29, 2007  

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