Wednesday, November 22, 2006

"AGAINST THE DAY" THOMAS PYNCHON

Thomas Pynchon, tan enigmático que parece clandestino, proporciona hoy el que para algunos es el acontecimiento literario del año; para otros, Against the day (Contra el día), su nueva novela, es un ladrillo de 1.085 páginas comparable a un tostador, según el crítico de la revista Time, "aunque al menos en mi tostador me puedo hacer tostadas", escribe en su crítica Richard Lacayo. De Pynchon, que vive recluido en su apartamento del Upper West Side de Manhattan sin contacto alguno con los círculos literarios, se sabe que trabajó como redactor técnico para Boeing en los años sesenta y que de allí sacó material y conocimiento sobre la industria aérea que diseminó a lo largo de sus primeras novelas. Cuando lanzó V, en 1963, la escena literaria acogió con devoción su mezcla de alta complejidad literaria con valores de cultura popular. La subasta del lote 49 (1966) estableció a Pynchon entre los pesos pesados de la literatura contemporánea estadounidense, y El arcoiris de gravedad (1973) consolidó su reputación y creó una legión de fervientes seguidores. (SIGUE EN EL PRIMER COMMENT)

16 Comments:

Blogger DINTILAKO said...

(SIGUE)

Sobre la vida de Pynchon sólo se puede especular. Nunca ha concedido una entrevista y nunca se le ha visto en ningún acto público. Aunque cumple 70 años en mayo de 2007, en la única fotografía confirmada aparece con sólo 19 años. Pynchon es invisible. Se dice que vive con su mujer, que es también su agente, Melanie Jackson. Se dice que odia a los medios porque los considera un brazo armado del establishment político. Sólo en dos ocasiones se ha asomado al exterior desde su reclusión voluntaria, las dos para participar como voz invitada en sendos episodios de Los Simpson en los que su personaje salía dibujado con una bolsa en la cabeza.

Hoy, después de casi 10 años, Pynchon saca al mercado una novela de la que hasta hace poco sólo se conocía la descripción que él mismo escribió para Penguin Press, la editorial que la publica en EE UU: "Comprendida entre el periodo desde la Feria Mundial de Chicago de 1893 hasta los años anteriores a la I Guerra Mundial, esta novela viaja desde los problemas sindicales en Colorado hasta el Nueva York del nuevo siglo, Londres, Göttingen, Venecia y Viena, los Balcanes, Asia Central, la Siberia del misterioso acontecimiento de Tunguska, el México de la Revolución, el París de la posguerra, el Hollywood del cine mudo y dos o tres lugares más que no están exactamente en ningún mapa...". Apenas se ha distribuido una decena de copias para la crítica y aparentemente Pynchon está furioso porque algunos se han saltado el embargo. Según Michiko Kakutani, en su crítica ayer en The New York Times, la novela "es un puzzle inmenso e hinchado, pretencioso sin ser provocativo, elíptico sin ser revelador, complicado sin ser agradablemente complejo".


Apenas unas horas después del lanzamiento de Against the Day, la última novela de Thomas Pynchon, la crítica norteamericana ya empezó a dividirse claramente entre aquellos que la elogian hasta el extremo y aquellos que la consideran un punto bajo en la obra del huidizo y misantrópico narrador.

Entre estos últimos, hay quienes piensan que el libro es una lamentable variación sobre los rasgos típicos del mejor Pynchon. Entre los primeros, hay quienes consideran al libro un punto culminante en su carrera.

El crítico Mark Feeny, del Boston Globe, le da la bienvenida al libro, lo saluda como una gran suma de todas las virtudes del Pynchon anterior, y no duda en hacer su pública su esperanza de que la vida le dé tiempo al autor para aumentar otro título a su obra en el futuro.

Christopher Sorrentino, en el Los Angeles Times, asegura que el libro tiene zonas de densidad extrema y también lagunas, pero las justifica como parte del conjunto, y, con enorme entusiasmo, habla de la novela como "la más coherente y exitosa articulación de todas las preocupaciones que han acosado" al autor durante los últimos cincuenta años, desde el principio de su carrera literaria.

Louis Menand, en The New Yorker, considera a la novela un exceso, tullida en su propia avalancha de historias, estilos y personajes entrecruzados. Dice que, durante la lectura, se tiene la impresión de que Pynchon se hubiera puesto a escribir un pastiche de una novela de Pynchon. Las observaciones de Menand sobre la concepción política del mundo en Pynchon (que el crítico describe como una lucha entre utopismo y totalitarismo) son lo más interesante de esta reseña.

En la reseña de Carlin Romano para The Philadelphia Inquirer, es fácil sentir la disyuntiva del crítico: elogiar un libro larguísimo repleto de pasajes que sólo pueden venir de la fantasía de un genio (el más imaginativo escritor americano, lo llamó alguna vez Harold Bloom), o confesarse superado por lo desaforado de una narración proliferante, que se dispara simultáneamente en muchas direcciones. En la última frase, Romano parece decidirse por la admiración: "¿Quieren orden, coherencia, claridad, tersura? Entonces, compren un periódico", dice.

Alguien en El País ha resumido mal la reseña de Richard Lacayo en Time, consignando las críticas y borrando los elogios. El País señala que Lacayo ha comparado la novela de Pynchon, por su volumen, con una tostadora, y parafrasea a Lacayo diciendo "pero al menos en mi tostador me puedo hacer tostadas". El paralelo, en verdad comienza con esta observación: "con sus tres libras y seis onzas, Against the Day pesa sólo tres onzas menos que mi tostadora. Pero mi tostadora no ofrece la música asombrosa de la voz de Pynchon". Y luego continúa caracterizando a Pynchon, estilísticamente, como un autor capaz de combinar rasgos de Faulkner, Fitzgerald, Kerouac, etc., con fluidez y armonía.

El comentario de Lacayo, sin embargo, es en general negativo. Pero ciertas frases suyas hacen pensar en que, en el fondo, lo que en verdad le molesta es la complejidad del libro: "Con algunas décadas más de lectura y decodificación uno podría acaso traer a la luz las intenciones centrales de la obra. O quizá no", dice.

Bob Minzesheiner, en USA Today, concede que la novela "no es tan poderosa como Gravity´s Rainbow", pero la califica como una narración "brillante" y, de hecho, el libro le hace recordar la injusticia de que Pynchon no haya recibido el Nobel, así como no recibió el Pulitzer por Gravity´s Rainbow en su momento debido a la enorme incomprensión del jurado.

Steve Moore, en el Washington Post, reconoce que el libro es terriblemente difícil (pero no tanto como otros libros del autor, dice) y sin embargo no tiene dudas de que se trata de una novela magistral: "lección de historia, búsqueda mística, sueño utópico, metaficción experimental, melodrama marxista, comedia a lo Groucho Marx: Against the Day es todo esto y mucho más", dice, con clara admiración. Antes afirma: "No es para todo el mundo, pero aquellos que acepten treparse a la aeronave de Pynchon, van a experimentar el viaje de sus vidas".

November 22, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Ahora resulta que Pynchon también había sido marinerito.

November 22, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Escritores como Pynchon jamás necesitaron de una corte de franeleros, jamás necesitaron crear colleritas para asistir a "Congresos" y salir en los periódicos para hacer una obra de trascendencia universal. Al margen de la calidad de su ultima novela, Pynchon representa al artista nato, de sangre. Lamentablemente en latinoamerica no hay nadie que siga su ejemplo. En el Perú la cosa es peor, pues estamos rodeados de mediocres que andan muy preocupados por la fotito en Circo Beat y pelearse por las reseñas miserables en las revistas donde trabajaron y en los periódicos donde trabajan. Una lástima que hasta ahora no haya un epígono de Pynchon.

November 23, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Bueno, también hay que tener en cuenta que el mecanismo literario en USA tiene un elemento que no tenemos acá, el agente literario. Pynchon no sale en fotos ni nada, pero su agente literario le hace la promoción, firma los contratos, etc. O sea, junto al artista puro, está siempre un experto en marketing. Y todos felices.

November 23, 2006  
Anonymous Anonymous said...

oiga usted caballero del ano-nimo de las 6.06am, en vez de madrugar para escribir sandeces, porque no mejor se lava los dientes antes de decir que aquí no hay epígono de pynchon, y que son mis 37 centímetros de calidad literaria que hace delirar a mas de una poeta chauchilla de la horrible...

November 23, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Cuándo será que los escritores peruanos empiecen a pensar con sus propias neuronas y no con las de autores "antiestablishment" como Pynchon u otros, que al final no son más que el contracanon, una respuesta al canon tan autoritaria y hambrienta de poder que el propio canon.

November 23, 2006  
Anonymous Anonymous said...

¿Y donde carajo se metió el escritor que según los dintilhacos era epígono de Pynchon e iba a cambiar la literatura nacional? Parece que se fue de farra con Facheron y se olvidó de ustedes y de publicar su famoso libro de 3000 paginas...

November 24, 2006  
Anonymous Anonymous said...

¿Y donde está ese escritor anti-establismment y pynchoniano al que ustedes dintilhacos promocionaron tanto? ¿Se acuerdan de ese compadrito que iba a cambiar la literatura nacional? ¿Desapareció? ¿Se murió? ¿O es tan pynchoniano que todo le llegó al ídem?

November 24, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Pynchon es un escritor importante de los EEUU; Vineland, La subasta del lote 49, V, la sensación es de persecución constante, amenazas mortales, búsquedas, todo absolutamente enrevesado. Supe por este mismo blog que en el Perú había un escritor que estaba haciendo algo similar, pero así como apareció, desapareció y ahora ninguno de los puertohuequistas se acuerda de él, me refiero a César Gutiérrez y su –todo lo hacia prever- extraordinaria novela Bombardero. Los fragmentos que fueron publicados en Internet lo revelaban como el mejor escritor de este país, silencioso, dedicado a hacer su trabajo en lugar de andar metido en debates inútiles, formando grupos de poder para proteger a sus compinches.
La presencia de Gutiérrez y su prosa, francamente maestra, desordenó en su momento los establecimientos más o menos constituidos en nuestro cánon. ¿Y qué paso con esa novela y ese autor? No se sabe. Probablemente ya esté muerto. Lo cierto es que nos dejó dos capítulos que son un verdadero muestrario de cómo se construye una obra maestra, esos fragmentos demuestran a un verdadero alarife de la palabra extrayendo en cada fraseo brillantes muestras de su talento. Esa fue la respuesta de un verdadero escritor a lo absolutamente aleatorio que de un tiempo a esta parte empezó a rodear malamente a la literatura peruana. Lamentablemente solo fue flor de un día en medio de un panorama saturado de mediocres, argolleros, franeleros, mermeleros, envidiosos y figuretis.

November 24, 2006  
Anonymous Anonymous said...

¿Como que Pynchon no tiene un epígono peruano, mi apreciado anónimo madrugador de las 6 a.m.? Yo me enteré de que existía un escritor similar cuando nuestros amigos de Puerto El Hueco —cuando Puerto El Hueco era un lugar edificante— en cierta forma promocionaron y dejaban pasar comentarios elogiosos de esa novela que pasará a la historia como el inédito más comentado y celebrado en la historia de la literatura peruana. Todos los que la han leído, y no han sido pocos, señalan que es un experimento simple y llanamente d e s l u m b r a n t e. Me refiero, obviamente a la novela Bombardero escrita por el poeta, periodista e impenitente trotamundos César Gutiérrez. ¿Acaso esa misma “invisibilidad” del libro y su autor no son, desde ya, rasgos pynchonianos a resaltar?

November 25, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Es probable que sea verdad lo que señala "Syl", pero un escritor se construye y de-construye cuando su obra toma forma de un libro y deja de pertenecer exclusivamente a su creador.
Mientras tanto, mal hace "Syl" en hablar de la construcción de una mítica invisibilidad pinchoniana refieriéndose a alguien que lo único que ha hecho por su libro es pelearse con las grandes editoriales y anteponer la apuesta por la pose y la impostura (véase el reciente número de la revista "Facto") antes que por el respeto a su propio trabajo.
Una lástima, sin duda.

November 25, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Ayer por la tarde recibi la copia que ordene, pague 11 dolares y no 35 como alguien dijo. Junto con esta orden llego Gravitys Rainbow y The road de C. McCarthy. El pequeño problema ahora es, por cual empezar. Ya les contare luego amiguitos.

November 25, 2006  
Anonymous Anonymous said...

"Y qué paso con esa novela y ese autor? No se sabe. Probablemente ya esté muerto."
jajaja, ya pues cesitar gutierrez, no te mitifiques solo. Primero publica y despues hablamos.

November 25, 2006  
Anonymous Anonymous said...

En todas partes se cuecen haban. En el New Yort Times han aparecido hasta ahora dos reseñas de Against the Day, la última novela de Thomas Pynchon. La primera, escrita por Michiko Kakutani, fue muy negativa; la nueva, de Liesl Schillinger, es muy positiva.

Kakutani escribió aquello de que Against the Day parecía concebida por un fan de Pynchon carente de talento e incapaz de nutrirse realmente con la sabiduría de su maestro.

Schillinger, en una muy larga, detallada, entusiasta reseña publicada en la Book Review del New York Times, bajo el título de Dream Maps ("mapas del sueño"), considera la novela como la más graciosa y accesible del autor (una pequeña cachetada a quienes la han desestimado por compleja), y describe y explica minuciosamente los mecanismos centrales del argumento y el trasfondo sorprendente del optimismo de Pynchon.

Hablando del argumento: la novela no sólo recorre más de un siglo de historia americana (y mundial) y atraviesa el continente y el planeta en busca de sus escenarios, sino que incluye una legión de personajes de naturalezas discrepantes (ontológicamente, quiero decir): desde personas "reales" hasta seres extraídos de novelas a lo Harry Potter, y está cevantinamente inundada de relatos incrustados en la narración mayor.

November 26, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Esa revista Facto parece interesante, pero (como siempre), la venden envuelta y no hay cómo enterarse de su contenido. ¿Hay crítica literaria?

November 26, 2006  
Anonymous Anonymous said...

¿El epígono peruano de Pynchon no era aguirre?

November 27, 2006  

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