Monday, September 25, 2006

¿INCENDIO EN INTERMEZZO? O COMBUSTIÓN ESPONTÁNEA

Abelardo Oquendo dijo...
La propia Victoria Guerrero, en su presentación del nuevo número del órgano que dirige, confirma que “continúa en su camino de desentrañar nuestros procesos culturales, sin perder de vista los procesos sociales y políticos de cada época”.Sin embargo, hay una reseña crítica que acerca al límite de lo plausible la perspectiva sociopolítica. Al comentar La hora azul, de Alonso Cueto, Enrique Bernales (el poeta, no el constitucionalista) juzga la novela en tanto que supuesta alegoría de un proyecto nacional reconciliatorio y encuentra su representación de los sectores sociales estereotipada y prejuiciosa, clasista incluso. (SIGUE EN EL PRIMER COMMENT) (ÚLTIMO MINUTO EN PUERTO AZÁNGARO ¿LOS MUERTOS EN VIDA?)

38 Comments:

Blogger DINTILAKO said...

(SIGUE)

No se quiere acá anotar discrepancias puntuales con el autor sino extrañar la recurrencia de un tipo de crítica ideologizada, un tipo de crítica que se atiene al “contenido” de la obra literaria con desentendimiento de su “forma” –dicotomía que resucita en la práctica algo que la teoría enterró hace mucho. Establecida así la prevalencia de la “realidad” referida sobre la función estética, se arriba a condiciones similares a las que dieron lugar a la deplorable mesa redonda sobre Todas las sangres, que tanto afectó a Arguedas. Por esa vía se puede llegar, en casos extremos, al modo de leer de los jueces de la Santa Inquisición, de los comisarios soviéticos o de los burócratas del macartismo, tan afines. Sin duda, es más fácil leer desde una convicción y su ética –por eso se incurre tanto en ello- que leer una novela como novela, un poema como poesía, es decir que entender el arte como lo que es: arte.

Victor Coral dijo...
La columna de hoy de Abelardo Oquendo pone el dedo sobre la llaga en lo que respecta a la proliferación, en los últimos años, de un tipo de crítica literaria que se atiene demasiado al “contenido” y considera la visión sociopolítica como el (sospechoso) derrotero único a seguir para examinar las obras literarias. Este tipo de crítica tiene su emporio en la revista Intermezzo Tropical, cuyo tercer número acabo de conseguir. Continúa el columnista de la siempre interesante “Inquisiciones”: "No se quiere acá anotar discrepancias puntuales con el autor sino extrañar la recurrencia de un tipo de crítica ideologizada, un tipo de crítica que se atiene al “contenido” de la obra literaria con desentendimiento de su “forma” –dicotomía que resucita en la práctica algo que la teoría enterró hace mucho. Oquendo termina señalando –con todo mi respaldo y supongo que el de muchos otros escritores- que es mucho más fácil (y a veces ocioso, agregaría) abordar una obra literaria o artística “desde una convicción y su ética –por eso se incurre tanto en ello-", que leer narrativa, poesía o cuento como lo que son principalmente: artefactos estéticos.


Paolo de Lima dijo...
Comento. La reseña de Enrique Bernales, en opinión de Oquendo, "acerca al límite de lo plausible la perspectiva sociopolítica" propugnada por Intermezo tropical. Oquendo también señala que no va a "anotar acá discrepancias puntuales con el autor" de la reseña, sino que manifestará más bien su extrañeza por "la recurrencia de un tipo de crítica ideologizada, un tipo de crítica que se atiene al 'contenido' de la obra literaria con desentendimiento de su 'forma' –dicotomía que resucita en la práctica algo que la teoría enterró hace mucho". Más allá de la reseña misma (que pueden leer aquí y juzgarla por sí mismos), me interesa sobre todo resaltar esta última cita de Oquendo para traer a colación una propuesta de lectura crítica apuntada por Eduardo Chirinos en su libro Nueve miradas sin dueño. Ensayos sobre la modernidad y sus representaciones en la poesía hispanoamericana y española, lectura que consiste en "comprobar que en el texto literario ocurre lo que Slavoj Zizek [en El sublime objeto de la ideología] ha observado respecto de la mercancía y el sueño: que toda pregunta por la 'forma' debe ser formulada no en torno a los 'contenidos' que supuestamente oculta, sino en torno a las razones por las que los contenidos adoptan precisamente esa 'forma'" (pág. 13). Es decir, regresando a las reflexiones de Abelardo Oquendo a lo que denomina como "crítica ideologizada" (se sabe a lo que se refiere, así que no es necesario abundar aquí), ésta debe procurar siempre preguntar y reflexionar sobre el contenido de una obra de arte desde la forma que la misma presenta, encontrar en la forma "las razones por las que los contenidos adoptan precisamente esa 'forma'", que pide Zizek. Eso por un lado. Por otro lado, si se deja de lado esta visión, es cierto que se corre el siguiente riesgo enfáticamente manifestado por Oquendo: "Establecida así la prevalencia de la 'realidad' referida sobre la función estética, se arriba a condiciones similares a las que dieron lugar a la deplorable mesa redonda sobre Todas las sangres, que tanto afectó a Arguedas. Por esa vía se puede llegar, en casos extremos, al modo de leer de los jueces de la Santa Inquisición, de los comisarios soviéticos o de los burócratas del macartismo, tan afines". Sin embargo, lo que sí hay que tener cuidado es que, por temor a caer en estos "casos extremos tan afines", al "leer una novela como novela, un poema como poesía" se caiga en el llano inmanentismo de "entender el arte como lo que es: arte". Por que aquí la pregunta eterna es: ¿qué es el arte? O, más puntualmente, ¿qué es la literatura? En cualquier caso, y regresando al objeto original de estas ideas, es decir, a la reseña de Enrique Bernales sobre La hora azul de Alonso Cueto, de lo que se trata es de atender también a su juicio central, resumido del siguiente modo (de la siguiente forma) por Abelardo Oquendo: ver a esta novela de Cueto como la "alegoría de un proyecto nacional reconciliatorio y [que] encuentra su representación de los sectores sociales estereotipada y prejuiciosa, clasista incluso". ¿Da en el clavo Enrique Benales o más bien se equivoca de cabo a rabo? Nuevamente, pueden leer la reseña aquí.

En la foto: Alonso Cueto. He oído decir, pero aún no he podido ver, que ya circula por las calles de Lima la edición pirata de La hora azul.

Enrique Bernales dijo...

La hora azul: Una ficción fundacional
Doris Sommer en Foundational Fictions analiza diferentes novelas latinoamericanas del siglo XIX y comienzos del XX llegando a la conclusión de que la imposibilidad, el fracaso o el éxito de los romances de los protagonistas alegorizan respectivamente la imposibilidad, el fracaso o el éxito de los diferentes proyectos de nación de las comunidades imaginadas de esta parte del mundo.
La hora azul de Alonso Cueto, premiada con el Premio Herralde de Novela (2005), un thriller policial que dialoga con la violencia política en el Perú, también propone un proyecto de nación como las novelas decimonónicas y de comienzos del siglo XX de Latinoamérica, a su vez, lo hicieron.
Adrián Ormache, un exitoso abogado limeño de la clase media alta tiene una familia perfecta: dos preciosas hijas y una esposa bella y aplicada. De espaldas a una realidad reciente de violencia política, su vida está colmada de halagos y un futuro tranquilo. Sin embargo, los fantasmas del pasado destruyen esa muralla narcisista que tanto sacrificio le costó crear y lo llevan en una búsqueda desenfrenada para volver a atar su mundo y así imaginar una nación reconciliada. De esta manera aparece en su vida la sombra de Miriam, una muchacha ayacuchana a la que el padre de Ormache, oficial de la marina, violó y embarazó durante su destacamento en Ayacucho por los años de la Guerra Civil entre el Estado y los grupos insurrectos, en este caso específico, Sendero Luminoso. El papel que cumple "la mestiza" Miriam es pasar de ser una víctima de violación a la amante de un hombre casado, el abogado, el hijo de su violador. Con todas estas manchas morales encima, ellos no podrían constituirse en la pareja fundacional que reconcilie al país. Es por eso que ella debe morir. Así será convenientemente asesinada por el narrador. Más bien será el hijo de ésta, Miguel, hermanastro de Ormache, producto de la violencia política, quien a través de los buenos oficios del abogado culposo, represente al nuevo hombre peruano que mira hacia adelante y reconcilie a la clase media alta limeña con la clase media de provincias, de la que se forjó la cúpula de Sendero Luminoso con Abimael Guzmán a la cabeza. El "mestizo" Miguel ingresa al hogar de Ormache para hacer realidad esta imaginada nación del narrador. El 'gracias' de Miguel, al final de la novela, a ese sector de la sociedad peruana que le dio las espaldas al país cuando más se le necesitó, encarnado en Adrián Ormache, representa un panorama de futuro con oportunidades y sin violencia para el Perú del siglo XXI.
Así como esa novelas fundacionales de las que Doris Summer se ha ocupado, La hora azul tiene una función pedagógica. Ahora bien, la novela de Cueto carece de una polifonía de voces y discursos que se confronten, por el contrario, modela una visión estereotipada de ciertos grupos sociales en favor de su objetivo reconciliatorio. A su vez, expresa un prejuicio claro contra los sujetos de extracción popular (Chacho y Guayo, lugartenientes del padre, la estafadora Vilma Agurto o los profesores de Miguel que le piden una chambita al abogado), o con los que encarnan el mal gusto o lo huachafo (Rubén o el padre de ambos). Creo que allí radica el gran error de la novela y no en la falta del narrador para reproducir coherentemente el habla del habitante de la sierra peruana o del migrante. El narrador no deja que la otredad se manifieste sino cómo se puede explicar que Miriam afirme lo siguiente sobre el padre de Ormache: "-Su padre no fue un hombre malo- susurró. […] y yo lo odiaba tanto a su papá, pero ahora ya no lo odio, ya casi lo quiero" (219). Más bien, el Otro ficcionalizado nunca llega a hablar en la novela.
Finalmente hay que valorar el papel fundacional de la clase media en la novela. Lo que se ha descuidado en algunas críticas a La hora azul es diferenciar entre lo que representa Adrián Ormache, es decir, la clase media alta limeña, clase profesional que es acomodada por su trabajo, no por abolengo o herencia y la élite del Perú. Al carecer nuestro país de una élite que impulsara un proyecto de nación, siempre le ha tocado a la clase media peruana, clase compuesta por profesionales, la función política de dirigir los destinos del país o de imaginar una comunidad nacional a través de su literatura. De esa clase nacieron partidos políticos tradicionales como el APRA, PCP, AP, PPC; guerrillas como el MIR, o grupos subversivos como el MRTA o Sendero Luminoso.

September 25, 2006  
Anonymous Anonymous said...

jajajajaja, el tìo Oquendo le dio con palo a la revista de Paolo de Lima Intermezzo Tropical.

September 25, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Hace algunas semanas alguien pregunto en los comments de este blog por qué no había una versión pirata de LA HORA AZUL. Al parecer, Alonso Cueto es un fan de Puerto El Hueco,y picado por ese comentario, ha salido hoy en su columna de Perú 21 a desmentirlo:
"En la Aviación, un pirata me ofrece mi novela. Me pide quince soles. Le contesto con una broma de mal gusto: le ofrezco diez por ser el autor."
Ya saben chicos, en la Aviación pueden conseguir una versión pirata del libro Alonso. Ojalá el dato sea verídico y no parte de su afiebrada imaginación.

September 25, 2006  
Anonymous Anonymous said...

faveron: "personas mandadas a asesinar expresamente por Guevara; cuando hay toneladas de documentación acerca de los campos de concentración para homosexuales que surgieron, más que por cualquier otro motivo, debido a la doctrina de Guevara sobre "el hombre nuevo"

como diría cierto juez cubano: Llame a los implicados en ese chimbombicidio

September 25, 2006  
Anonymous Anonymous said...

En el fondo, lo que me incomoda cuando escucho los atrabiliarios "deslindes" entre unos y otros miembros de "la generación del 90", "la generación del 2000", "la generación de la violencia", etc., es esa impresión de que, en efecto, esas etiquetas les importan más que su obra, y que, afanados como están en ser parte de la historia, se convierten prematuramente en parte del pasado: al hablar de sí mismos como si ya hubieran dado lo importante de sí se arrojan solos al olvido. ¿Para qué hacerle caso al trabajo de gente que a los treinta años parece decididamente cuesta abajo y vive de sus recuerdos?

September 25, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Como llegaron ciertos personajes de los noventa a la academia gringa. Por ahi oi de titulos trucados y cosas.

September 25, 2006  
Anonymous Anonymous said...

(chequeen esto le responde coral a facheron)

Por supuesto que esto de las demarcaciones generacionales por décadas es completamente discutible, y la idea ha sido demolida por los críticos hasta los cimientos. Pero las personas siguen utilizando esa división, y este blog está destinado a lectores comunes no a eruditos o especialistas en literatura.

Felizmente no tenemos inclinaciones, facistas, a decirle a la gente lo que tiene que pensar o hacer.

September 25, 2006  
Anonymous Anonymous said...

No seas tan extremo, Gustavo: hay varios que trabajan al margen de las etiquetas generacionales. Tenemos a "raros" brillantes como Mario Bellatin, Mónica Beleván y esperemos que César Gutierrez. De hecho tienen que haber más pero creo que obviamente sobresalen los casos extremos de "rareza" contra un fondo tan homogéneo como el que tenemos.

Felix Macabeo

September 25, 2006  
Anonymous Anonymous said...

jajaja la gargola se cree santa inmaculada... Fuera de aca bestia emasculada y facista. Deja de sibilar que ya has sido defenestrada varias veces: Del Comercio por inmoral, del club gaga de la blogosfera por intrigante, de tu autoerigido papel de censor de criticos por Mister Oquendo, el de saco de madera.
No tienes credibilidad, monstruo triste. Todo el mundo te conoce y jala el water..

September 25, 2006  
Anonymous Anonymous said...

15 soles la novela de cueto en pirata?
un poquito caro pa limpiarse el culo

September 25, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Y dale con Gutiérrez y Belevan. Los chulillos de Hueso Húmero deberían tener un poquito más de verguenza. Esos raros son más bien casos psiquiátricos de fuerte calibre. Si eso es raro, Melcochita es el ídolo de las letras nacionales.

September 25, 2006  
Anonymous Anonymous said...

lo que dice Oquendo no tiene sentido, no hay nadie que pueda sentirse afectado como Arguedas. Para comenzar tendría que tratarse de seres sensibles, y lo que hay son poseros, grafómanos, alegorizadores, parlanchines, etc.

September 26, 2006  
Anonymous Anonymous said...

cesar hildebrandt dijo...

Si me como un tocino en el desayuno, mi arteria carótida será una manguera pisoteada por un búfalo. Pero si leo a Iván Thays, ¿cuántos colgajos de uniones neuronales podrán aparecer en mi próxima tomografía?

Los derechos del individuo están desapareciendo en este estalinismo de lo banal que fomentan los medios de comunicación. Y como la futileza cuesta menos que la sutileza, todos deben asistir a la bicicleteada de los scouts, que son tan brutos que deben señalar cada árbol para no perderse.

O a la maratón de alguna radio que camina detrás de las AFP. O a la boda masiva para que te regularicen. O a Punta Cana si quieres pasarla bien. O al quirófano de algún pistaco autorizado que te quite el vientre que tanto te costó adquirir.
Qué miedo da ser uno, estar a solas, no seguir la mancha de las cervezas en verano y las infusiones del invierno.

Qué desprestigio tiene hoy el individuo, el yo sublevado –aunque fuere en silencio–, el ermitaño de a pocos si me permiten esta paradoja.

Qué difícil es para quienes dan los primeros pasos no disolverse en el coro de los adocenados: mucho Internet, odios de blogs, desinformación respecto de todo lo que realmente importa.

September 26, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Le chancaron la revistucha a Paolito y lo hizo justo quien creía haberse ganada con sus frandeladas. Qué decepción poetriste!!!! Cerdo brichero, hasta Facherón te dio la espalda en esto, qué asco este par de serpientes enlodazadas (Boa putrefacta en el caso de Paolo Gómez)


samarquino enterado

September 26, 2006  
Anonymous Anonymous said...

qué??? la gente está de acuerdo con lo que dice el tío oquendo y todo por q le tienen hambre al chacho blanco de lima?, por don omar!!!, no ven que el rollo del arte por el arte es cosa de la belle epoque de virreyes frustrados y mezquinos... :|

September 26, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Yo creo que Gutiérrez, Beleván y Bellatin están en otra línea, que puede o no gustarle a todos pero es muy respetable. La prosa de los tres muestra que se trata de personas bien leidas que se mueven de manera bastante independiente con relacion al resto del entorno literario. Como digo, podrán gustar o no, pero hacen lo suyo y tienen una línea distinta y personal. Son escritores serios y de gran oficio. Yo creo que a gente así hay que felicitarla por sus excelentes trabajos y estimularla a seguir adelane.

¿Porqué siempre ese afán de rebajar, de acusar, de destruir? Los carcome la envidia, y eso los priva de disfrutar de nuestros talentos. La literatura puede ser disfrute además de ideología, pero en una sociedad como la nuestra donde todo está en telón de juicio el disfrute del arte por el arte parece que se va perdiendo.

La prosa de cuanto hemos podido apreciar de Bombardero es realmente muy poética, la narración hermosa de un hecho terrible. Beleván junta la imaginación del niño con una ironía adulta impresioannte. Bellatin es uno de nuestros nuevos clásicos indiscutibles, y ya es de lectura obligatoria. Creo que Gutiérrez y Beleván alcanzaran ese estatus. Son nuestros clásicos en formación, los que se están haciendo.

Saludos y buen día. A ver si mejoran los ánimos. Creo que todos tenemos algo bueno que decir, no es tan difícil.

Félix Macabeo

September 26, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Melcochita no es el ídolo de las letras nacionales porque está en mejores cosas

September 26, 2006  
Anonymous Anonymous said...

el rollo del escritor serio es decimonónico Macabeo, actualízate.

Olga

September 26, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Si todos entraran a este blog a dialogar como Macabeo se obtendrían lecturas amplias, nada sesgadas y, de pronto, hasta iluminadoras. ¿Por qué los demás entran a insultar? ¿Por qué el administrador permite las bajezas de grueso calibre? ¿Por qué eso solo pasa en los blogs peruanos?

Gracias y espero que sigamos mejorando, señores.

Gab

September 26, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Olga: bajo esa consigna, digamos que el rollo del escritor comprometido es cosa del siglo pasado.

Morisca

September 26, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Todas las razones expuestas más arriba hacen abrigar que tanto con la prosa de Monica Beleván como con la novela Bombardero se abra el espacio de renovación, entendido éste en el mejor de los términos posibles, para un panorama literario peruano que necesita a gritos romper la simetría que actualmente lo domina. No digo que estén mal las obras de Roncagliolo o Cueto, pero es que andamos necesitando nuevos aires.

September 26, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Víctor Coral no deja de dar lecciones de lucidez. Su más reciente post es de antología. En él, comenta una (pésima y muy lamentable) reseña de Olga Rodríguez Ulloa a la última novela de Peter Elmore. Pero, en un giro sorprendente, parece echarle la culpa de los errores de Rodríguez a... ¡la clase media norteamericana! Los dos párrafos iniciales son alucinantes.

September 27, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Aunque el tema es demoler a Coral llama la atención en la forma en que cualquier reseña contraria a Elmore es de inmediato señalada como pésima, repelente, por Facherón. Es demasiado obvio que no quiere que no opinen distinto que él. Que la novela de su amigo solo puede sere buena y punto. ¿Qué crítico es ese? Es un vulgar sobón, un delincuente de la palabra que cada vez se hunde más en la sinrazón de sus apoyos, un coral más, de quien copia y toma la actitud servil frente a los que supone poderosos. Su voz crítica tiene el precio de una puta de Cailloma, señor Facherón

September 27, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Vieron ayer la entrevista echadaza que le hace Cecilia Valenzuela a la actual Directora de canal siete(TNP), María del Pilar Tello, por el escandaloso incidente con la periodista Karina Borrero, que fue botada de dicho canal por afirmar que este se estaba empezando a llenar de bufalos apristas. Al parecer con la llegada al poder del Apra, la tan conocida Ventana Indiscreta, se esta haciendo cada vez mas discreta, por que será.

September 27, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Incendio en Canal Siete?

September 27, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Ay!! Me quemo!!!

September 27, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Gabriela: Si todos entraran a este blog a dialogar como Macabeo,
el blog solo lo leerian tú y Macabeo

September 27, 2006  
Anonymous Anonymous said...

claro, y como tu "macahuebo" eres de los que injurian sin dar la cara, no tienes el menor reparo en reclamar impunidad a cambio de rating.

gab

September 28, 2006  
Anonymous Anonymous said...

gab
nadie ha reclamado impunidad, nadie la necesita aqui
ni siquiera la han reclamado para los parrafos iluminadores de macabeo o tuyos

September 28, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Gabriela:

Ya que eres tan valiente y odias tanto el anonimato ¿por qué no das la cara? O mejor aún, regálanos una foto tuya. Si puedes, calatita.

September 29, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Estimado Félix Macabeo:

Cuando refiriéndote a tus amigos (si es que no eres uno de ellos)Gutiérrez, Belevan y Bellatin dices:

"La prosa de los tres muestra que se trata de personas bien leidas.."

¿no habrás querido decir: "se trata de personas bien" ?

September 29, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Es increíble cómo Cueto usa todos los medios a su alcance para marketearse. Inventar una anécdota tan trillada para denunciar algo que todos sabemos (que Serpost funciona hasta las huevas, es cómo decir que el transporte público hay que reorganizarlo) como burdo pretexto para mandarse la parte y contarnos que ya tradujeron su novela al portugués y que es tal su éxito, que los piratas venden su libro en todas las esquinas.

September 29, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Yo creo que Felix Mecabreo, no es otro que el gordo Salas.

September 29, 2006  
Anonymous Anonymous said...

ESCUCHEN DINTILHACOS: MALCA Y FACHERON HAN PACTADO PARA LEVANTAR AL CHIBOLO ALARCON Y ASI BAJARSE A RONCAGLIOLO. AUNQUE NOS REPUGNE RONCAGLIOLO DEBEMOS CERRAR FILAS.

Sanmarquino decente

October 02, 2006  
Anonymous Anonymous said...

No, en verdad al levantar a Alarcón se están bajando a Coral.

October 02, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Mentira, al levantar a Alarcón se están bajando a Iwasaki.

October 02, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Falso, no sólo se bajan a Coral si no que se levantan a Aguirre

October 02, 2006  
Anonymous Anonymous said...

A Aguirre no lo levanta ni Cristo, es el Làzaro de la narrativa peruana.

October 05, 2006  

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