HILDEBRANDT ATACA A LA MAFIA
Los plagiarios
César Hildebrandt
Los plagiarios son comunistas de la mente, anarquistas del copyright, cooperativistas en expansión de la propiedad intelectual.
Su lema, cuando se ponen clásicos, es “nihil novi sub solem”, o sea que no hay nada nuevo bajo el sol y si tú me prestas tu crónica yo la puedo chancar y si no me la prestas también la chanco y si me prestas un capítulo y me apellido Bryce (y tengo la anuencia de la culturita limeña, la que plagia al New Yorker y cree que Carver es tremendo escritor) pues te devoro con ganas, con puntuación te como y le pongo mi nombre al banquete de gorra y encima me hago la víctima (entre hipos), la víctima dos veces (más hipos), que conmigo no se mete El Comercio, que plagia desde el siglo XIX. (SIGUE EN EL PRIMER COMMENT) (NUEVO POST EN PUERTO AZÁNGARO BELLATIN / ALARCON)
César Hildebrandt
Los plagiarios son comunistas de la mente, anarquistas del copyright, cooperativistas en expansión de la propiedad intelectual.
Su lema, cuando se ponen clásicos, es “nihil novi sub solem”, o sea que no hay nada nuevo bajo el sol y si tú me prestas tu crónica yo la puedo chancar y si no me la prestas también la chanco y si me prestas un capítulo y me apellido Bryce (y tengo la anuencia de la culturita limeña, la que plagia al New Yorker y cree que Carver es tremendo escritor) pues te devoro con ganas, con puntuación te como y le pongo mi nombre al banquete de gorra y encima me hago la víctima (entre hipos), la víctima dos veces (más hipos), que conmigo no se mete El Comercio, que plagia desde el siglo XIX. (SIGUE EN EL PRIMER COMMENT) (NUEVO POST EN PUERTO AZÁNGARO BELLATIN / ALARCON)
26 Comments:
(SIGUE)
Y con ese cuento de que no hay linderos ni tarjetas de propiedad ni patentes sino la patente de corsario a la que te lleva el ocio y la cumbiamba, los plagiarios matan a los corderitos del diario decano y luego salen a decir, misma China Tudela, que se olvidaron de citar correctamente cuando fue la crónica entera la que se tiraron y lo que tenían que hacer no era citar sino pagar.
Y pedir perdón por conchudos porque ni la Maripi ni la Martha son capaces de hacer eso que hizo la China cochina y ahora me pongo a pensar si la Tudela no será también un secuestro creativo, una choreada genial de algún personaje insinuado por Billiken en un número perdido.
El plagio es un arte que no conoce de imitadores sino de profesionales. En el caso que comento (el de Lima Bizarra), la cosa ha quedado al descubierto por presión de los plagiados y no por la voluntad del periódico para el que tres de ellos colaboran.
Porque aquí el plagio no mata sino que engorda, no descalifica sino que engrosa la hoja de vida de la sinvergüencería y los miembros de la culturita (la que festeja los hipos) son diestros en tapar a los suyos y en echarle arena a la pichi del gato.
–Qué buen criollo –parecen decir los pares de Alonsito Alegría, que plagió a los malos y por eso parió ese defecto llamado El puente sobre el Niágara, que es su más importante contribución a la historieta del teatro, al vodevil involuntario y al ridículo universal.
–¡Se la hizo, qué bueeena! –parecen decir las culturosas que creen que el tal Thays es crítico de libros cuando en realidad es tenedor de libros, mermelero de oficio, cantamañanas por la noche y tebeciano tan sólo en apariencia (felizmente).
Si te robas una bicicleta, vas preso. Pero si te robas el capítulo de un libro, como hizo Bryce con Morote, y lo publicas a toda página en El Comercio, aquí no pasa nada porque El Comercio se encarga de cubrirte y tu fama de limpiarte y la claque que te aplaude de enfadarse y ahuyentar al contralor, o sea a la división de delitos contra el patrimonio de la PNP.
Cuando un libro se convierte en cuerpo del delito, cuando un artículo deviene prueba judicial, estamos ante esa atribución de lo ajeno llamada benévolamente plagio.Hay escritores que viven de ese cuento y pasan años saqueando ideas, volteando parrafadas, borrando huellas y cosiendo sus collages de juzgado de guardia con tanta minuciosidad que da ganas de aplaudirlos.
Sus libros son monstruos con tornillos en el pescuezo, miembros venidos de distintos cuerpos (de redacción) y andar prestado. Como aquí pocos leen y la crítica, con un par de excepciones, es un asunto de amigos y una trata de blancas, nadie lo denuncia y el tipo se la pasa de “préstamo” en “préstamo” hasta la última letra de su “producción”.
En un país que mendiga para levantar una biblioteca nacional que, una vez levantada, no atiende al público por falta de presupuesto, es lógico que el crimen cultural no esté tipificado y que Indecopi sólo sirva mayormente en los casos en los que el cogotero es una empresa y el botín un logotipo o algo por el estilo.
Y no estamos hablando de minucias. En Argentina, en el 2001, se movieron 120 millones de dólares por derechos de autor. Claro, Argentina pertenece a la civilización, a pesar del peronismo y de Videla, y Perú está, en cultura, al nivel de Bunga Unga, que es un país que no existe pero que es imperativo inventar para mandar allí de embajadora a la prologuista que autografía los libros que introduce.
Evelin Sullivan nos recuerda en un libro que el autoengaño tiene para Freud una base médica y no moral y que es inevitable para todos los seres humanos pero protagónico en la neurosis. Esto puede ser un atenuante pero no una disculpa, porque en nombre de la neurosis no puedo llevarme la moto del señor de enfrente diciéndome que es mía.
Es curioso, por lo demás, que la palabra plagio tenga al mismo tiempo el significado de secuestro criminal o rapto. O sea que si la banda de los destructores secuestraba empresarios, la banda de la China se lleva a punta de pistola nueve mil caracteres de aquí, once mil setecientos de la granja vecina y dieciseis mil de la de más allá y sale de la escena del crimen dando vivas a Zapata y chupando a pico un ron de combina.
O sea que la editorial de Lima Bizarra queda como reducidora porque compra lo robado y encima lo vende como si fuera la biografía de San Rafael. Y es curioso también que las excusas para la consumación de ese delito en su nivel literario siempre sean las mismas.
Una vez acusaron de plagio al mediocrísimo Alfredo de Musset y él contestó: “Nada pertenece a nadie, todo pertenece a todos; y es preciso ser ignorante como un maestro de escuela para forjarse la ilusión de que decimos una sola palabra que nadie haya dicho antes. Hasta el plantar coles es imitar a alguien”. Va para ti, China.
Distinto fue el caso vergonzonsísimo de Ramón de Campoamor, famoso poeta romántico español. Como nos lo recuerda Vicente Vega en su Diccionario Ilustrado de Anécdotas, en 1836 Campoamor fue acusado con pruebas de haber entrado a saco en la obra de Víctor Hugo y haberse llevado de tan vasta hacienda por lo menos “un centenar de frases, pensamientos y sentencias” del insigne francés.
Campoamor confesó su falta y jamás pudo blanquearse la reputación. Bueno, es que la España de 1836, aunque en plena decadencia, todavía era un país donde la ética algo tenía que ver con la creación y donde la inteligencia solía estar distante del hampa. Aquí no.
FUENTE: LA PRIMERA
17 AGOSTO 2006
no entiendo? soy o no soy de la mafia?
facherón, por favor: defíneme.
La cartelera de esta noche muestra una combinación inusitada: lucha libre y boxeo. Abrirán dos púgiles: Vico Chaira y el doctorcito Oquendo. Cerrarán 5 titanes: el chato Hitlerman, Rafo Lumpen, Alonsito Alegría, Thays y Bryce. La primera pelea no promete nada; es más, es casi seguro que Oquendo ignorará el desafío ridículo del Chaira Coral, que todavía se pone grasita en la espalda, luego de los latigazos que el tío le propinó hace unos meses (cabe recordar que sobre esas mismas heridas, el malvado Faverón derramó ácido y juguito de limón con orines). No por esta razón se le otorgará la victoria al Chaira, todo lo contrario, es muy posible que los jueces decreten nueva victoria de Oquendo, aunque el doctor esté ausente. La otra pelea será espectacular: cuatro contra uno. A pesar de la desigualdad, el chato entra como favorito, porque conoce a sus rivales mejor que nadie. Esto declaró ayer a la prensa: "Rafo está perdido, entrará al ring como Pepe Lumpen y saldrá como la China Tudela. La debilidad de Thays es la cita, tanto cita este muchacho que puede construir un libro con citas y pasar como autor del conjunto. A Bryce le recordaré el gobierno satánico de su antepasado presidente y llorará como el orejón Julius. Y a Alonsito voy a ignorarlo, dejaré que se pegué él solito".
Señor de los Milagros, Yaveh, Alá, virgen de fátima, o quien sea escúchame, ten piedad del pueblo peruano, no le des riqueza, ni más recursos, sólo un poquito de cordura...
haz desaparecer a todos estos blogbos desde Perú 21 para abajo. Fulmina también a los plagiarios pero sobre todo con los autores originales porque son tan malos como sus copiones. Amén.
Facherón no sabe que hacer para levantar el rating de su blog: primero levantò todo ese chongo con Ortensio y sus acusaciones de gay arrepentido, ahora le mete video a su blog, qué nivel, y si no postea este comentario confirmaré que èl maneja el inmaculado puertoelhueco.
harold
No Harold, estàs esquivocado, Facheròn no tiene que hacer nada para levantar su rating simplemente porque ya llegò a su tope, èl lo sabe. La gaga Thays y hasta la gàrgola inmunda lo han superado, y se le acerca el ensayista y poeta Paolo de Lima con su wwww.zonadenoticias.blogspot.com; està con la soga al cuello. Sentèmonos en la puerta de la editorial Zignos para ver pasar su cadàver.
Nico
ÚLTIMO MINUTO:
Reportamos que una comunidad de hackers que ha expresado su solidaridad con puerto el hueco va a hackear la página de Gustavo Facherón mañana a las tres de la mañana, hora del Este. El grupo, autodenominado "Gunter Gras vive Carajo!, señala que hace el anuncio porque está convencido de que nada podrá evitar su acto de sabotaje cultural. "Hemos conseguido lo mejor en tecnología de Willson y el Hueco", aseveraron. "Vamos a meter un worn que ademas contaminará todos los contactos del judío. Tenemos, además, uno grandazo para Wertherman, el webmaster de Invasores, para que se le meta por el [PIP]. Ese webon es el responsable de las hackeadas a nuestro querido blog cultural alternativo". En lugar del conocido dirigible del intolerante sionista aseguraron que brillaría un digitus impudicus (un dedazo del medio) y la popular frase "Proyectaré slides sobre el culazo del Gordo Salas?", himno de las huestes puertohuequistas. EL hackeo, aseguraron, será seguido de un corte de luz en toda la manzana de Facherón para que la memoria genética le advierta sobre la penumbra al interior de los hornos de tamaño familiar. Estaremos siguiendo paso a paso los incidentes de esta actividad que marcará un hito en la lucha contracultural
jajajajajajaja, qué buena "Nico", eso se llama fidelidad al capo de la mafia, jaajajajajjaa
covio
Facheron acaba de retar al chato. No creo que la pelea se lleve a cabo. Diga lo que diga Facherón, el chato no lo considera enemigo. Aunque los patas se vean envueltos en esas riñas colectivas de la intelectualidad peruana, siguen rumbos distintos que imposibilitan todo encuentro pugilístico. Al chato le gusta castigar a los sobones, a los ligeritos que sueltan por allí comentarios estúpidos e irreverentes; y Facheron no hace eso. Es más, creo que el chato le tiene cariño a Facheron, por eso de "Gustavito" y el rollo familiar que los une; pero sobre todo porque el chato es también medio fascista. Le gusta callar a los que no opinan como él, y el modo en que emplea la razón muchas recuerda la fuerza bruta. Los artículos dementes que el chato le dedicó a Ampuero, no son muy diferentes al que Facheron le dedicó a la pobre Vaca Profana. Hoy Facherón, en Puente Aéreo, afirma que el chato es venenoso; como si el mismo chato no lo supiera. Hace años el chato pelea contra no menos de cuatro rivales por jornada, en raras ocasiones se dedica exclusivamente a uno, y cuando lo hace, ese uno representa a un colectivo. La única manera en que el chato acepte un desafío de Facherón, sería si éste cerrara filas con Thays y Cueto, formalizando una alianza que hasta ahora es solamente materia de rumores.
Venenos
Una vez hace años, yo tendría diez o doce, supongo, estábamos toda la familia, una tarde de fin de semana, en la casa de un tío, hermano de mi madre, y estaban allí también varios hermanos de mi tía, su esposa, entre ellos César Hildebrandt, a quien yo, a esa edad, solía mirar como si fuera una especie de ser sobrenatural, engendrado en la televisión y las revistas y sólo eventualmente encarnado en el mundo real.
Yo era el personaje más tímido en una familia de gente habladora, y César, sin cámaras cerca y en grupos numerosos, según me dicen, tendía también a silenciarse y recluirse un poco en sí mismo.
Por eso no fue tan sorprendente que esa tarde, cuando los primos y los tíos comenzaron una vez más a exigirme que hablara, que dijera algo, aunque fuera un par de frases para comprobar que tenía lengua y cuerdas vocales, César fuera el único en salir con una defensa inmediata y juguetona: "Gustavito sabe que uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice".
Le guardo cariño a ese recuerdo que seguramente sólo yo conservo, e intuyo que al mismo César le debe haber sido útil esa idea en una profesión donde decidir qué se dice y qué se calla suele ser la pregunta ética más recurrente y más crucial.
Al mismo tiempo, sin embargo, tengo la impresión de que alguien que se gobierna siempre según esa norma, acaba por ser demasiado enigmático y difícil de conocer. Por eso, como espectador y lector de César, no deja de resultarme gratificante saber que hay un terreno en el que nunca aprenderá a modular sus comentarios, y siempre dirá lo que sea que le venga a la mente, incluso si lo que le viene a la mente es una serie de insultos sin justificación y aborrecimientos sin medida: cuando habla de literatura --terreno en el que alguna vez ganó un premio de cuento y publicó una novela que lectores y críticos pasaron por alto--, César es esclavo de lo que siente.
Ahora escribe diariamente en La Primera. Cuando se refiere a cualquier tema no literario, es venenoso, agudo y muy sensato; cuando escribe sobre literatura, es sólo venenoso y destila un odio que resulta difícil de comprender. Pero ojo, que en ese terreno de pasiones hiperactivas el veneno suele terminar emponzoñando a quien lo porta y no a quien es mordido. Yo, de todas maneras, confieso que lo leo cada mañana.
¿Lucha contracultural? ¿De cuándo acá se asocian la lucha contracultural y el comentario ultra racista? Y lo de "ultra" no es yapa. Uno puede ser racista y mantener su racismo solapado, siguiendo las convenciones sociales; pero en este caso, en cada rincón de Puerto Elhueco, lo que abunda es un racismo exacerbado dirigido contra los judíos. Racismo es sinónimo de imbecilidad. Y calificando a Faverón de judío o judío errante, no hacen más que poner en evidencia la propia inferioridad intelectual.
De acuerdo con el anterior participante, calificando de Judío al señor Faverón exageran demasiado, por que el señor Faveron no pertenece a la comunidad judía. Quien si pertenece es su enamorada o novia Carolyn Wolfenzon. Además flaco favor le hace el señor Faveron defendiendo a la comunidad judía ya que sus opiniones han perdido credibilidad y estan cargadas de complejos resentimientos.
Lea bien: no es contra los judíos. Es contra un judío al que le molestan los chistes de judíos. Si fuera del Opus, haríamos chistes del Opus.
Muy bien por Chatorbrandt, arremetiendo con todo contra la pestífera mafia de mediocres y pobres diablos (Amcuero, Iván Gays, Alzonzo Cuete, etc etc).
Últimamente hemos tenido varios casos de plagio, entre los que sobresalen el plagio de Alpedo Price-Lecheníquel contra el escritor Herbert Morote, y el de Trafo Meón contra algunos periodistas de El Comercio.
¿Es que estos mafiosos no tienen vergüenza?
¿Por que no aceptan de una vez su mediocridad y pobrediablismo y dejan a la gente que realmente tiene talento (si es que existe)?
Buena, Chaterbrandt, sigue escribiendo contra los mafiosos...
Ya lo dice el viejo y conocido refrán: No hay enemigo pequeño.
El cholo Claudio debe ser cronista deportivo. Por si no se ha enterado, se le avisa que hay conversaciones para pactar una pelea entre Max Palero Palacios y Dante Casto. El primer golpe lo mandó Palacios, ridiculizando de taquito a Miguel Gutiérrez. Dante Casto no ha respondido, pero aunque lo haga, la pelea carece de interés por el nulo carisma de los boxeadores. Palacios quiere, pero no puede; todo el mundo lo ignora, hasta sus propios amigos. De entre todos los escritores y periodistas que circulan por el espacio virtual cholo, Max Palacios es el único que se merece el calificativo de "huevón" (con cariño).
Facherón jamás se peleará con Hitlerman, no por cariño familiar, puesto que ya se sabe que uno de los ritos iniciáticos de La Mafia consiste en cercenar el clítoris de algún pariente cercano. Si no porque se caga de miedo de que su "tío" le seque la mierda en una de la páginas "que siempre lee".
El chato ya se ha enterado
que un familiar revesero
le ha acuchillado el trasero
dejándolo mal parado.
¿Gustavito no es el chico
que nunca hablaba de niño
y al que con mucho cariño
le decían "ya abre el pico"?
Así es mi querido chato
y no te hagas el cojudo
que quien fuera una vez mudo
hoy quiere que pagues pato
por herir a camaradas
que nunca te hicieron nada
con tu prosa venenosa
y tu actitud belicosa.
Facherón el justiciero
te ha retado a duelo a muerte
y si es que no tienes suerte
perderás por pendenciero.
Último Minuto:
"Gunter Gras Vive Carajo", grupo de hackeadores adversos a Facherón, ha tomado el control de una cabina de intenet en el populoso distrito de los Olivos y desde ahí estan cargando los promamas y las protecciónes de última generación para sabotear la página del mandarín fundamentalista y pulverizar su disco duro. "Literalmente, tendra que llamar a los bomberos", declaró a la prensa el lider de los activistas, protegiendo su cara con una máscara con las facciones del reconocido escritor alemán Grass. "El worm dará comandos de reversión de polaridad que cortocircuitarán todo". Recomendó al popular inquisidor de la blogósfera que permanezca despierto hasta esa hora porque pueden haber resultados que escapen a consecuencias meramente informáticas. "solo bastará que alguien active la páginaen cualquier parte del mundo y el servidor donde se aloja quedará inutilizado en lo que a esta concierne y se irradiará por su IP de origen. Atacará el reloj de la máquina de Facherón por cualquier tipo de conexión y luego será historia", agregó el hacker. Estaremos, en cualquier momento, brindándoles las últimas noticias de este impactante hecho que de seguro marcará un hito en la vida cultural de la blogósfera.
El comentarista de las 9:36 es una marmota ilustrada o un mamón lustrabotas ? Porque la verdad es que no creo que alguien como Faverón se moleste si alguien lo "califica" de judío. Hasta donde sabemos, Faverón es judío. Así como Rafael Rey es católico. Si alguien calificara a Rey de "católico vagabundo", sería ese un insulto racista? Es increíble la hipersensibilidad de algunos. Se jalan las mechas cuando escuchan las palabras "cholo", "negro" o "judío". Hay que ser muy racista o muy huevón para considerar la palabra cholo o judío como insulto. Ahora que, si alguien a quien yo quiero joder es judío y yo sé que le jode que le digan judío, se lo voy a decir cada vez que lo vea.
DECLARACIÓN
Declaramos que no somos un grupo antisionista, aunque simpatizamos con la lucha del heroico pueblo palestino contra los oligopolios judíos. La acción de esta madrugada solo está orientada a castigar la petulancia, soberbia y estulticia de un judío peruano que se ha vendido a los hombres que cualquier lector honesto odia: a los Verdurin, a los boticarios Homais, a los Quiques que pululan adobados por las tías menopausicas y los cafecitos maricones. A ese traidor va dirigido nuestro ataque de esta noche. A los vecinos de Facherón, les pedimos excusas si sus aparatos digitales puedan sufrir daños colaterales. Lo lamentamos, pero incluso nosotros desconocemos la totalidad de efectos que el gigaworm que hemos causado puede crear. Solo les decimos una cosa: es por el bien de todos que los canallas, los que amaron el arte pero ahora aman más el dinero y la sensualidad de los elogios desaparezcan.
Literatura es honestidad!
El único regio bueno es el regio muerto!
Venceremos
A ver quién puede datear en qué momento se pelearon el Chato y Rafo Meón. Porque en una época, Meón trabajaba para el chato en el suplemento de la revista "Sí"
¿Recuerdan la columnita que le dedicó Leonardo Aguirre a Rafo León hace algún tiempo en La República? Se titulaba "Racista Solapa" y decía algunas de las cosas que Hildebrandt le ha vomitado esta vez. ¿Coincidencia? ¿O una curiosa sintonía iniciada desde la entrevista que el chato le hiciera a Aguirre?
LA LEY DEL EMBUDO
Refiriéndose a HILDEBRANDT dice Faverón:
"Cuando se refiere a cualquier tema no literario, es venenoso, agudo y muy sensato; cuando escribe sobre literatura, es sólo venenoso y destila un odio que resulta difícil de comprender"
O sea es acertado cuando habla de política o de cualquier otro asunto ajeno a mi quehacer y donde no sale abollado ninguno de mis amigos (por ejemplo decirle a Martha Hildebrandt que es "un mojón", eso está como la puta madre).
Pero cuando habla de literatura, es decir el terreno en el que yo, Gustavo Faverón, me muevo, ahí sí que el chato patina. No acierta una, todo es envidia, calumnia, insulto, no ves que anda chocando con mis patas (Thays, Ampuero, Cueto, Alegría). ¿Alguien decía por ahí que Faverón tenía "una lógica de hierro"? Lo que tiene es una concha de acero blindado.
(chequeen esto)
Daniel Samanez dijo...
¿Por qué te resulta difícil de comprender?
Hace años Hildebrandt entrevistó a Bryce en su programa televisión. Era claro que para el primero existe una argolla literaria que perjudicaba la literatura peruana y que para Bryce se trataba solo de un problema un grupo de amigos (sus amigos) y un grupo de resentidos.
Si Hildebrandt tiene cólera es todo menos difícil de comprender. Recordemos las
situaciones que Julio Ortega señala y que
Thays también recuerda. Si desde su punto de vista no se ve una argolla en la literatura peruana no se que mas podría ver… bueno, aparte del grupo de amigos del que le hablo Bryce.
Creo que esto ilustra de manera muy clara el mayor problema de la argolla literaria o, para los sensibles, del amiguismo. Imposibilita la perspectiva con la que se debe examinar un trabajo literario. Hace que no sea posible fiarse con facilidad de la independencia y capacidad de análisis de los críticos, para no hablar de los autores.
La argolla imposibilita una retroalimentación crítica confiable. No es posible saber si las opiniones respecto a una obra literaria e incluso sobre un autor son producto de pasiones y cartas de adhesión o de una apreciación racional. Y esto perjudica tanto al autor como al lector.
Yo creo que este tipo de divisiones culturales y sociales nos vienen de muy atrás, desde la
colonia, y sin duda logran aquello para lo que fueron diseñadas: mantenernos divididos y peleándonos entre nosotros. Y se multiplican en todos los estratos y compartimientos de nuestra cultura y sociedad.
viernes, agosto 18, 2006 5:34:21 PM
(Un enano recorre Lima
JULIO ORTEGA
SE TRATA de la novela El enano. Historia de una enemistad, de Fernando Ampuero (1949), uno de los mejores y más leídos narradores peruanos, cuya primera edición de 10.000 ejemplares se agotó en pocos días. Antes de que la nueva impresión estuviese lista, la inevitable edición pirata se vendía en todos los semáforos de la ciudad. La primera reseña, hecha por el escritor Alonso Alegría ('La diatriba como una de las bellas artes', Dominical de El Comercio, del 9 de septiembre de 2001), identificaba al personaje, llamado Hache, como el periodista César Hildebrandt, cuya reputación de feroz destructor de famas es bien conocida dentro y fuera de Perú. La novela relata los inevitables desencuentros de un Narrador alto, guapo y exitoso con el amargo y mínimo Hache. Asumiendo el riesgo, Alonso Alegría escribe: 'Quiero que Hache me denigre por esta crónica. Que de una vez me haga el blanco de su ira directa... ¡Qué honor haber estado desde hace tiempo en su abultada lista negra!'.
Más sobrio pero no menos divertido, Abelardo Oquendo, en su columna de La República (donde hace dialogar a los personajes de una irónica tertulia literaria), prefiere calificar la novela de 'libelo' devuelto a la buena literatura. En la televisión, la popular revista de Beto Ortiz le dedicó 20 minutos de entusiasmo, esgrimiendo el libro como una reivindicación contra el libelo poco literario. Varias conductoras de programas populares, como Cecilia Valenzuela, Mónica Delta y Rosa María Palacios, hicieron lo mismo. En cambio, Magali Medina, conductora de un talk-shaw de telebasura, arrojó la novela al suelo y la pisó con el tacón de su zapato mientras lanzaba improperios. Es la primera vez que una novela, convertida en espejo miniaturizante, merece tanta atención en las comunicaciones peruanas. En cambio, Jaime Bayly guardó elocuente silencio. No es para menos: en la novela es él quien forwardea al enano un e-mail de Alfredo Bryce Echenique, alertándolo de que los amigos de Ampuero, a quien Hildebrandt había atacado ferozmente en su columna, preparan una carta de apoyo. Bryce le había escrito a Bayly invitándolo a adherirse.
En efecto, Hildebrandt había insultado a Ampuero a propósito del cáncer que estaba combatiendo; escribió que 'el cáncer que padece es el de la banalidad'. La novela demuestra que ése no es el menor de los ataques del periodista, quien, por otro lado, había sido uno de los críticos más feroces del régimen de Fujimori y Montesinos. Sin embargo, la novela no es amarga sino sumamente cómica y está aliviada por la autoironía. Hache, lamentablemente, es real porque de otro modo sería una invención satírica del antihéroe mediático, verosímil en cualquier país donde no sólo hay una mala distribución del ingreso, sino una pésima distribución de la fama. Envidioso, resentido, amargado y enano, Hache es un personaje lamentable pero humano, digno de pronta simpatía piadosa. Desde lejos, eso sí. La carta en defensa de Ampuero es inobjetable: 'No podemos creer ni una sola palabra de los patéticos artículos de Hache aparecidos recientemente en el diario Liberación acerca del señor Fernando Ampuero, a quien admiramos como escritor, respetamos como periodista y queremos como amigo'. Firman 13 escritores, entre ellos, Bryce Echenique, Blanca Varela, Antonio Cisneros, Alonso Cueto y Abelardo Sánchez León.
César Hildebrandt no ha reaccionado al varapalo humorístico. Algunos creen que toma aliento para denigrar personalmente a los primeros 10.000 lectores de esta novela. Por lo pronto, ha vuelto a atacar a los dueños del diario El Comercio, donde Fernando Ampuero ha sido ascendido a editor general adjunto. Esta saga de ingenio y cotilleo aún no ha terminado. Pero al final importan más los libros de Ampuero, que vuelven a la lista de best sellers, se traducen al inglés y al francés, y empezarán a lanzarse este año en España. Si sus novelas y cuentos sobre la zozobrante comedia humana limeña tienen ya cinco y seis ediciones (sus Cuentos escogidos fueron publicados por Alfaguara en 1998), la lectura masiva de El enano parece haber sumado la realidad y la ficción, la televisión y la biografía, en la primera exitosa catarsis posfujimorista en un país necesitado de llamar a las cosas (y a los enanos) por su nombre.
Bayly abucheado (Ivan Thays, Notas Moleskine)
Otra pregunta por hacer es si Bayly dirá ahora también que Joaquín de Marco es otro de esos críticos que lo "detestan" y "critican duramente" en venganza porque no firmó la carta de apoyo a Fernando Ampuero contra los insultos gratuitos de César Hildebrandt. ¿Alguien dijo paranoia?)
Ivan Thays dijo...
Solo quería recordar que esa carta fue muy puntual y se refería, específicamente, a unas declaraciones de Hildebrandt según las cuales Fernando Ampuero había mentido acerca del cáncer que lo aquejaba. ¿Le hubiera gustado, quizá, a César Hildebrandt que Fernando Ampuero muriese para comprobar que sí estaba enfermo?
Para quienes conocemos a Fernando Ampuero y sabíamos de su enfermedad, y celebrabamos que ésta haya sido al fin controlada, la especulación de Hildebrandt era un exceso injustificable incluso en el contexto de la discusión que ambos tenían en ese momento, y en la que ni yo ni ninguna otra persona terciamos.
Por lo demás, la carta fue firmada por personas como Blanca Varela y José Watanabe, cosa que ha sido soslayada por aquellos que desean sostener que esa muestra de apoyo ante un exceso es la prueba de un "acta" que anuncia una mafia detrás.
Luego de esa carta, en el diario Liberación que dirigía Hildebrandt se publicaron sendos artículos en los que se insultaba violentamente a los que firmamos esa muestra de apoyo (que no ofendía nadie sino que rechazaba una calumnia concreta), ridiculizando no solo nuestras obras sino nuestra condición social, racial e incluso nuestro aspecto físico. Esas cartas estuvieron firmadas por escritores que apoyaron incondicionalmente a Hildebrandt y alababan su obra en artículos pagados por el diario que él era director (mientras que la carta que firmamos fue enviada a los medio como correspondencia, no como artículo).
Entonces, cuando dices "No es posible saber si las opiniones respecto a una obra literaria e incluso sobre un autor son producto de pasiones y cartas de adhesión o de una apreciación racional" ¿a qué mafia te refieres? ¿a un grupo de amigos y conocidos de un autor que rechazan que éste sea ridiculizado públicamente en temas tan serios como una enfermedad mortal, o al grupo de escritores pagados para atacar a otros y levantar la obra de quien les paga el sueldo?
Aunque supongo que para las personas que no solo amparan sino que hasta celebran que exista un blog donde anónimos lanzan insultos antisemitas, racistas, clasistas y sexistas, además de calumnias, mostrar apoyo a una persona a la que se le ofende por una "minucia" como el cáncer es una ridiculez.
Hablemos de literatura. Que alguien suba un cuentito de Ampuero, el cuentito de Facherón, alguna obrita de un regio y discutamos sobre ellas. A ver qué valor literario tienen. Para que se les acabe el rollito de la envidia, que ya aburre. Porque estos cretinos, cuando se les ataca por escribir cojudeces, dicen que es envidia, y cuando son culpables de indolencia dicen que son grandes procesos históricos de los que no tienen niguna responsabilidad. Que tales conchanes!
Y lo peor es que a los dos escritores jóvenes peruanos más existosos, Bayly y Roncagliolo, los basurean y tratan de "escritores menores". ¿Acaso esa actitud mezquina, no debería también atribuirse a la envidia?
Faverón quisiera que ese éxito y reconocimiento internacional lo tuviera su pata Peter Elmore, que es más aburrido que mascar suela de sayonara.
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