Tuesday, June 13, 2006

LA VACA PROFANA ATACA OTRA VEZ

¿Y dónde está el piloto?
El escritor y conductor de televisión Iván Thays presenta quince narraciones de igual número de autores peruanos de la segunda mitad del siglo XX e inicios del siglo XXI bajo tres premisas: 1) solo existe una forma de ser escritor peruano: vivir en el exilio; 2) las narraciones recolectadas -referentes a viajes y retornos inspeccionados por la imaginación de los escritores convocados- tratan, por ende, un tema de primer orden en la literatura nacional; y 3) en tanto ellas expresan una preocupación permanente e íntima del quehacer literario local también son aquellas donde los narradores convocados alcanzan su mejor calidad (afirmación que entraña, desde luego, la teoría de los demonios de Vargas Llosa: los cuentos funcionan mejor porque refieren con fidelidad y urgencia las preocupaciones medulares de sus creadores). Thays busca con ello no solo establecer la calidad literaria de la selección de textos que entrega sino inscribir el carácter de la literatura peruana del último medio siglo -manifestada de forma urgente por relatos sobre el exilio de alta calidad- dentro de lo que denomina "viaje interior", metáfora de origen romántico que el conductor de Vano oficio usa para referirse a la exploración a través del lenguaje del espacio intimo, que deviene en denominador común de todos los relatos presentados y en signo de la identidad de la narrativa peruana.
(SIGUE EN EL PRIMER COMMENT)

51 Comments:

Blogger DINTILAKO said...

(SIGUE)

El "viaje interior"

El propósito de asimilar a términos o metáforas de invención propia o ajena un determinado género o producción artística no es una operación extraña en el ámbito intelectual y podría decirse que toda teoría entraña la reducción de cualquier campo disciplinario a un número reducido de metáforas básicas. Pero en cada caso implica una delicada red de asimilaciones, debates y tour de force creativos, respaldados por una obra sólida que permita dar a los interesados en el asunto -lectores de a pie, especialistas, críticos- el salto cualitativo -pero sobre todo, perceptivo- de una descripción del mundo a otra, de lo que se percibe habitualmente a lo que la metáfora propuesta busca revelar. En el ámbito de la literatura, Vargas Llosa y Sábato -por mencionar a autores latinoamericanos- han batallado con una ingente obra detrás para explicar que los textos literarios no son la combinación de historias, técnicas y sensibilidad sino el exorcismo de fantasmas o demonios, la expresión de las regiones más oscuras, y por lo tanto más autenticas, de una personalidad siempre escindida entre lo real y lo imaginario, entre los modales del buen ciudadano y la consecución del más repelente deseo. Aunque muchos teóricos y críticos desconfían razonablemente de estas metáforas y posiblemente la capacidad para persuadirnos de estas -aunque no su fama- sucumbirá con el último de sus talentosos promotores, no puede negárseles una vocación de explicación general, su poder para incluir -para transformar en sus términos- la variedad de posibles contraejemplos y, en suma, su generosidad para no excluir fenómenos estéticos que desentonen con las particulares propuestas artísticas de quienes las impulsan. Ninguna de estas cualidades ostenta la propuesta de "viaje interior" que expresa Thays en su prólogo a Pasajeros perdurables.

No solo se trata de que el razonamiento que plantea esté lleno de desplazamientos de sentido y polivalencias sospechosas en el significado de los términos viaje o exilio (ostracismo estético parece el más probable), que las premisas debieran justificarse en un corpus más amplio de textos y que la conclusión no se sigue necesariamente de sus antecedentes (Thays pide al lector, de modo expreso, un acto de fe en sus asertos), sino que el prologuista y seleccionador carece, dentro del ámbito de su disciplina, de la obra, la pericia y la potencia intelectual tanto como retórica para poder persuadirnos del valor, necesidad o el efecto de su metáfora, signo de la literatura nacional. A diferencia de Sábato o Vargas Llosa, Thays carece de una obra ensayística en la que haya construido las bases de una personalidad y de un pensamiento reflexivo identificable como propio, sólido y de amplio alcance que conduzca a las afirmaciones que plantea y seduzca al lector por todo lo que implican como remate de una obra continua y perdurable. Hay que recordar que Sábato escribe "El escritor y sus fantasmas" luego del éxito de crítica del ensayo "Heterodoxia", todo un reclamo conveniente y sutilmente argumentado contra la modernidad y su nocivo influjo mecanicista y alienante; cabe señalar que Vargas Llosa formula su teoría de los demonios y su teoría sobre la verdad de las mentiras en el auge de su mejor producción novelística y cuando había ganado la fama de conocido polemista político, columnista de actualidad y autor de ensayos que empezaba a recopilar en la colección "Contra viento y marea". Thays propone explicar la literatura peruana en términos del "viaje interior" más bien tras muchos de silencio narrativo -una obra jamás reconocida del todo por la crítica, más de una vez denostada-, sin ningún prestigio o autoridad ensayística y cuando se ve envuelto en una serie de dimes y diretes en Internet sobre la línea editorial de su programa -al que se señala de estar sometido al rumbo de sus rencillas personales (el mismo Thays ha admitido una lista de media docena de escritores vetados por enemistad personal; en esta lista se incluye al imprescindible Miguel Gutiérrez y a los noveles Carlos Gallardo y Alexis Iparraguirre). Todo lo anterior siembra serias dudas sobre su capacidad para enfrentar el reto de una antología confiable y adecuadamente defendible, dentro de los límites que él mismo se ha impuesto: los mejores cuentos sobre viajes.

El prólogo

Si su expediente se presenta como seriamente cuestionado, poco ayuda a su intención interpretativa el prólogo de Pasajeros perdurables, texto plagado de inexactitudes e información académicamente desactualizada. El escrito no se decanta por el ensayo literario, la presentación de compromiso o el anecdotario de los autores antologados. Como seña del exilio fundacional de la literatura peruana alude a la vida del Inca Garcilaso, a quien propone como perpetuo exiliado, pero ello es una visión antojadiza que no se condice con ninguna investigación seria sobre el tema ni con el canónico Comentemos al Inca Gracilazo de Ricardo González Vigil, libro de texto en la cuestión garcilasina, y menos con los estudios especializados de José Antonio Rodríguez Garrido, Roberto González Echevarría y la multitud de ensayos sobre identidad textual y personal del Inca que se remontan a los escritos rivagüerinos y a la obra del difunto José Durand. Luego, Thays introduce su visión -a medias verdadera, a medias hiperbólica- de los aislamientos de Vallejo y Eguren, poetas que señala como cimas de la producción poética del siglo XX, pero cuyos desasosiegos psicológicos parecen de mayor importancia que su obra para definir su inscripción dentro de la metáfora del "viaje interior" como resumen del carácter de su poesía y de la literatura peruana que coronan. Como fuese, todo lo anterior ha creado una serie de expectativas falsas sobre los márgenes cronológicos de la antología de Thays: ¿desde el acto fundacional del Inca Garcilaso?, ¿desde la introducción de la literatura moderna con el simbolismo y la vanguardia de Eguren y Vallejo? Los límites solo se pueden intuir -jamás precisar, como jamás lo hace el compilador- cuando se anuncia que el libro se inicia con un cuento de Julio Ramón Ribeyro, y ello permite decir que la selección abarca desde la llamada Generación del 50 y, de no impedirlo otros criterios, cubre hasta la actualidad. Aunque semejante vaguedad de fines e intenciones -tesis incluida- pareciera ser suficiente para decir algo en contra de los parámetros que rigen Pasajeros perdurables -el desconocimiento, la peculiar imaginación de un texto que carece de puntos de vistas académicamente defendibles, la gratuidad de sus opiniones-, Thays añade un comentario para cada cuento -antes, más bien, una guía de lectura- que orienta (o desorienta) cualquier interpretación de las narraciones hacia la metáfora del "viaje interior".

Los cuentos

Y es que resulta curioso, por decir lo menos, leer a los escritores más prestigiosos de la antología -Ribeyro y Bryce-, y de seguro sus garantes canónicos, como subsidiarios de las explicaciones estéticas de su compilador. El cuento de Ribeyro, "La última nevada" es un equilibrado contrapunto entre dos idiosincrasias complementarias, aunque rivales: el contemplativo y el tahúr, uno atento a las señales de una vida de aventuras que detesta y ansía y el otro urgido de la estabilidad de la existencia burguesa que, tal vez inadvertidamente, disfruta su contraparte; en el texto ambos son peruanos residentes en el extranjero, pero el sitio es lo de menos porque el tema preocupa también a Ribeyro en multitud de cuentos ambientados en Lima y en el interior. Leer "La última nevada" como un episodio más del "viaje interior" implica dejar de lado una obsesión legítimamente ribeyriana -la lógica de una relación humana arquetípica: la pareja complementaria desencontrada- y privilegiar la lectura de Thays que la ignora para hacer calzar su metáfora fetiche en el cuento (como dirían los críticos culturales, en un acto de "colonización" del discurso de Ribeyro). Del mismo modo, "Florence y Nós três" es una revisión del tópico bryceano del adulto joven y letrado que idealiza la adolescencia perdida, sobre todo por su incitante erotismo velado, y, con tiempos y lugares cambiados, vuelve la credulidad en la pureza de los vínculos adolescentes del entrañable Manolo de "El descubrimiento de América" (solo que en "Florence y Nós três" la traición al ideal es más sutil y no es de responsabilidad compartida). No vemos cómo lo anterior sea un "viaje interior", sino una visión obsesiva de Bryce sobre las relaciones de pareja. A menos que queramos entender "viaje interior" como exploración del carácter (en el sentido en que la crítica ética anglosajona de personajes propone), pero la propuesta del prólogo de Thays es peculiarmente cerrada en este sentido: exilio exterior o interior que puede entenderse, salvando las imprecisiones del texto, como ostracismo estético. Sin duda, ello está muy lejos de los frustrados (aunque buscados) lazos comunicativos que tienden de igual modo Ribeyro y Bryce entre sus personajes y menos se aproxima al impecable, limpio y accesible lenguaje de sus textos. Leerlos como Thays propone deviene en un acto que "thaysifica" a ambos autores y nos oculta "lo bryceano" o "lo ryberiano". Es, de suyo, una propuesta reductora y empobrecedora porque su visión no se suma a otras o las implica, además de ampliarlas, sino que oculta al lector, al curioso e incluso al informado no especializado -por lo general, el comprador de una antología de este tipo- lo específicamente central de un obra y un autor que aparecen descontextualizados. A esta dudosa práctica lectora son sometidos todos y cada uno de los autores que reúne Pasajeros perdurables, tanto los mejores, como los peores. Porque si la metáfora es vaga, su aplicación es imprecisa y, si se quiere, tendenciosa, muchos de los cuentos no consiguen la alta calidad prevista por Thays al concitar interés sobre el valor explicativo de la metáfora del "viaje interior".

Polizontes

Así, cuando resalta la influencia de Henry James en el cuento de Alonso Cueto "La batalla del pasado" efectúa un acto de ironía involuntaria. James, bajo la superficie de una prosa meticulosa, consigue infiltrar el veneno de un erotismo sutil, en tanto más escondido más inquietante, que licua desde el silencio la castradora moral de su época. Si algo de erotismo existe en el cuento de Cueto, debe buscársele en el nivel de los quantas o de otras partículas subatómicas. Señalar la presencia de James en ese cuento -como el propio Cueto lo propone al caracterizar a su protagonista como un lector académico de este- es destacar cuánto fracasa "La batalla del pasado" en sus pretensiones de ser un relato jamesiano. Del mismo modo, valorar a Fernando Ampuero por "el regreso a las historias", como señala Thays en su prólogo, es ocultar que el límite y la efectividad del cuento "Kim Novak en París" se restringe a la anécdota, entretenida, como todas las del conocido periodista, pero que renuncia, sin ningún contrapeso compensatorio, a la alegoría, el símbolo o la urgencia explicativa de interés; a menos que se considere novedosas e interesantes frases del tipo "el amor pierde a los amantes" o "el amor ha conducido a más de uno a la verdadera locura". Fallidas también son las dos historias de amor fou -amor entre verdaderos perturbados- de Niño de Guzmán y Rocío Silva Santisteban, respectivamente: caprichos artísticos, orientados a ilustrar las peripecias románticas de mujeres desajustadas, pero que no añaden ninguna cara nueva a un tópico trajinado hasta el tedio desde los tiempos de Breton y cuya mejor realización en nuestra lengua quizá esté a cargo de las prosas sobre La condesa sangrienta de Alejandra Pizarnik y cuya puesta al día más inquietante -en la era del consumismo globalizado- sea Diablo Guardián de Xavier Velasco. Si siguiéramos la metáfora del título de la antología, los podríamos catalogar de polizontes, cuya inclusión no podemos atribuir a la calidad y, más bien, por la declarada inclinación de su antologador para evaluar autores sobre la base de sus afectos y desafectos personales, debiéramos considerar que se encuentran ahí por motivos de ese orden -que quizás Thays considere el más adecuado-, pero que no se condicen con la responsabilidad de efectuar una antología que, contradictoriamente, se defiende como de alta calidad literaria.

A esta inclinación con seguridad se debe la ausencia de algún relato del censurado novel Carlos Gallardo, cuyo cuento del mismo nombre es un complejo juego de intercambios sobre el nombre, la consistencia del yo como objeto público y su valor en el tiempo y el espacio. Lo mismo pudiera decirse de la ausencia de relatos de Marco García Falcón o Daniel Alarcón, el primero autor de Paris personal, un libro que -como sucedió con Guerra en la penumbra de Alarcón el año pasado- le valió a su autor el ser declarado autor revelación el año 2002 y que trata de la vida de artistas aspirantes en París. Ambos autores tienen cuentos de viaje y exilio, de desajuste y migración; los cuentos de García Falcón, en particular, se afilian a la propuesta de un lenguaje ornado y una atmósfera de sensibilidad delicada, en muchos puntos afín a la estética de Thays. ¿Por qué no aparecieron en la antología si recibieron el respaldo unánime de la crítica, coinciden con la temática de Pasajeros perdurables y sin duda opacan a los más bien inofensivos relatos de Roncagliolo, Ildefonso y Díaz (este último, un cuento que, aunque con mucha emotividad, se dedica a calcar el esquema técnico de "Con Jimmy, en Paracas" de Bryce)? Lamentablemente -por obra del propio antologador- pareciera que cualquier posible respuesta a esta interrogante supone especular sobre la exclusión por motivos personales y eso jamás debiera ser tema de la crítica y menos de una antología.

Se canceló el vuelo

Recientemente, Iván Thays ha declarado que su selección no tenía propósitos académicos y menos canonizantes. Pareciera que ahora prefiere verla como un juego estético, seguramente advertido de sus muchas inconsistencias y despropósitos. Pero parece que eso no pensaba cuando redactó su prólogo y compuso la selección de textos, que calificó de partícipes de un tema central de la literatura y la identidad peruana, además de compartir una notable confección. Esas no son afirmaciones ligeras de las cuales puede deshacerse como de una humorada (puesto que, entre otras cosas, incluye un contrato y compromiso editorial). A todas luces, sus afirmaciones sobre Pasajeros perdurables son refutables: el "viaje interior" como metáfora explicativa es un ejercicio teórico insostenible; los mejores cuentos de la antología no se inscriben con facilidad en esa categoría antojadiza y con seguridad adquieren mejor explicación en otros tópicos; los cuentos fallidos exhiben -en una lectura irónica de la explicación de su propio compilador- su mejor refutación; y los excluidos resultan explicables dentro de algún tipo de "caza de brujas" dirigida por el antologador (nótese la exclusión no solo de los escritores mencionados, sino de los llamados "andinos"). Pasajeros perdurables, pues, no reúne ninguna de las condiciones de un trabajo serio y desprejuiciado, afirmado en los méritos artísticos. Cabe preguntarse, para finalizar, qué se propuso Thays con todo esto. Lo único claro que sacamos del prólogo y sus intentos de una lectura revisionista de los autores imprescindibles de cualquier antología -Bryce y Ribeyro- es incluir varios episodios de la narrativa peruana en un episodio de su propia potencia creadora. El "viaje interior", hay que recordar, no solo es una metáfora de intención crítica, sino también el nombre que Thays ha empleado anteriormente para referirse a su propia vocación estética, como lo exhiben muchas entrevistas, y es el nombre que escogió para una de sus novelas. De ello se puede trasuntar que buscó expresar que esta metáfora -signo de su propia obra- era suma y compendio de la producción literaria nacional o, al menos, modestamente, quiso decir que su obra se articulaba a todo lo escrito anteriormente con inmenso valor explicativo, incluso a lo escrito por brillantes narradores. Tal deseo -consolidar su propia obra a costa de colonizar el discurso ajeno- no es inverosímil ni desmedido si se tiene en cuenta que Thays ha sostenido que la vanidad es uno de los motores más poderosos de su obrar y este pareciera ser el propósito de una vanidad desmedida. En cualquier caso, Pasajeros perdurables no lo ha conseguido de lejos (carece de autoridad, de razones, de honestidad en el criterio), y, más bien, debido a este viaje sin piloto, ha conseguido constituirse en lo que no debiera ser una antología: un censo a todas luces defectuoso y carente de metas claras o, si se quiere, con una visión excesivamente personalista nublándolo todo.

PS. A los curiosos, compren el libro -o consíganlo prestado- por el cuento "Relato aparente (VIII)" del fallecido Gastón Fernández. Vale.

(NOS HAN DATEADO QUE UNO DE LOS EMPLEADOS DE UNA CONOCIDA LIBRERÍA SANISIDRINA, CALETAMENTE ESTA PRESTANDO UNA FOTOCOPIA DE DICHO CUENTO DE GASTON FERNANDEZ, PARA FOTOCOPIARLO)

June 13, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Aquí hay algo claro. Cuando escribe bajo el anónimato, Marcel Velàquez es mucho más claro y contudente que en sus textos ensayísticos. Por lo demás, se nota que Thays no le cae nada bien, aunque no por ello me parece desencaminado en sus apreciaciones. Si se dan cuenta, Thays está siendo entrevistado como si ese libro fuera una obra creativa suya. Le preguntan por él y lo que piensa, como si los cuentos antologados, al ser simplemnete seleccionados por Thays, hubiesen adquirido una nueva dimensión que sólo él puede explicar...

June 13, 2006  
Anonymous Anonymous said...

vico dijo...
¿cree La Vaca Profana de turno que hay que tener el prestigio intelectual de esos escritores, o hay que haber sostenido una carrera ensayística sólida para hacer una buena antología comercial (pues ese es el cariz de Pasajeros perdurables)?

No se ha respondido a esta pregunta, señores. Se ha vuelto un lugar recurrente pedir peras al olmo, exigir nivel académico a antologías comerciales, desgañitarse por rigor histórico en novelas concebidas como simples thrillers.

June 13, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Buena, ternerito profano! ¿Quièn si no Marcel Velásquez se alucina un crítico con una "carrera ensayística sólida"? Esto comprueba que la Vaca es él. Además, como todos saben, Marcel le tiene una bronca antigua a Coral y por eso le dio duro a su chupe Ruiz Orto, quien por lo demás se lo merecía por escribir peor que un escolar.

June 13, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Pobres huevones. La Vaca es Irigoyen, Chapita, Del Prado y demás agitadores mierdosos del extinto Conventilador...

June 13, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Viscoso, lo que hace la vaca profana al comparar a Varguitas y Sabato ensayistas con Thays es obviamente poner en ridiculo al simio gago. Porque, dejate de cosas, es obvio que Thays es bastante limitado para el analisis. Su unica virtud es leer mucho -pero esa virtud es comun a cierto sector y encima la gente lee y analiza, no solo traga y defeca comentarios superfluos como Thays. Soslayando aquello, lo unico que hace Vain Peluca es funcionar como agente de propapaganda de editoriales, de autobombo y de consolidacion de la argolla oportunista de trepadores que quieren monolopizar el sector de "opinion" literaria local. El facho Faveron tiene ideas torcidas, es cinico y manipulador, pero se le reconoce cierta capacidad analitica -que lamentablemente no lo redime de sus prejuicios fascistas ni de ese caracter de judio nazi con mazo tipo loco savonarola en frac y sin tabas. Thays, en cambio, no pasa de mediocre para abajo: es, como bien dicen, la Laura Bozo de la literatura local.

June 13, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Los blogs basura y sus socios

Por fin queda claro a qué se debe la necesidad de un seudónimo para encubrir la personalidad del reseñador que firma como La Vaca Profana.

Y queda claro también el acierto de ese nombre de pluma: el mencionado animal es un rumiante que vive de regurgitar prejuicios; es, además, visiblemente cuadrúpedo, como queda demostrado cada vez que mete las cuatro, o sea, en mayor o menor medida, semanalmente; es, en muchos sentidos, un mamífero, como ha probado cuando le ha sido necesario escribir textos complacientes; y todo cuanto consume lo transforma en una excreción oscura e informe, aunque, gracias a Dios, biodegradable, que atrae a las moscas durante los primeros momentos y poco a poco empieza a desaparecer.

Y no, no digo esto debido a que la bestia con cencerro haya escrito una reseña negativa del libro de relatos de viajes antologado por Iván Thays y publicado por Seix Barral, Pasajeros perdurables. Historias de escritores viajeros. No he leído la antología y no tengo, por tanto, ni el interés intelectual ni las armas mínimas para defenderla. Por eso es que no lo hago, ni digo, tampoco, nada en contra de ella. Es más, perfectamente podría ser el caso que, tras leer el libro, yo concuerde con algunas de las cosas mugidas por la doctora Clarabella. Hasta que eso ocurra, entonces, yo no defiendo ni a Iván ni a los antologados, y cuando ocurra quizá tampoco los defienda. Pero hay otras cosas que comentar, más allá de las escasas opiniones literarias de esta escribidora de retablo.

Mi preocupación central es ésta: luego de unas semanas pasando solapa, la becerra letrada ha descubierto graciosamente, si no su identidad, si, al menos, su dirección: ella es una habitante más de los establos de Augías, los míticos criaderos colmados de bosta que Hércules debió limpiar como parte de sus trabajos. Y el establo de Augías al que aludo es, obviamente, el mundo de los blogs basura, de los que la lechera vacuna extrae sus argumentos.

Tras preguntarse por el criterio de selección de Thays, la cuadrúpeda anota: "cualquier posible respuesta a esta interrogante supone especular sobre la exclusión por motivos personales y eso jamás debiera ser el tema de la crítica". Curiosamente, tales especulaciones ocupan la mitad de su comentario. Y sus conclusiones son que, en lugar de incluir a Ampuero, Cueto, Roncagliolo, Idelfonso o Díaz, Thays debió colocar textos de Daniel Alarcón, Marco García o Carlos Gallardo. (Me gustaría saber cuáles podrían ser los motivos personales por los que Iván dejara de lado a Alarcón, a quien admira y promueve en su blog; o, llegado el caso, que de seguro llegará, cuáles serían mis motivos personales para defender la inclusión de Roncagliolo).

¿Y cuál es la razón contundente por la que se debería excluir a Cueto? Al parecer, que no es suficientemente jamesiano. Así de ridículo. ¿Y a Ampuero? Porque "renuncia a la alegoría, el símbolo o la urgencia explicativa de interés". Alucinante. Dejemos de leer también a Diez Cnaseco o a Ricardo Palma, por su carencia de alegorías y símbolos... ¿Y por qué excluir a Guillermo Niño y a Rocío Silva? Porque sus cuentos ilustran "las peripercias románticas de mujeres desajustadas". Anoten: eso también queda prohibido.

En un exabrupto alucinante, la ternera con lapicero dice que no incluir a Carlos Gallardo constituye un caso de censura. No sé en qué momento Gallardo se volvió un miembro incuestionable del canon nacional, pero sí sé algo sobre Gallardo que me permite ingresar en el tema central de mi comentario: Gallardo es el blogger inconsciente que administra un sitio web en el que está permitido escribir anónimamente lo que uno quiera: con su auspicio, hay en Internet, en su propia página, comentarios racistas, antisemitas, misóginos, degradantes, e incluso amenazas y defensas del genocidio, además de un sinfín de calumnias que Gallardo recibe gozoso y almacena para felicidad de todos los trogloditas cibernéticos. No es que su estolidez intelectual y su falta de escrúpulos lo vuelva inelegible, pero sí es claro que la defensa de Gallardo nos da un indicio de por dónde viene la cosa.

Porque no está de más recordar cómo es que la famosa mamífera blanquinegra se hizo relativamente popular en Internet: sus primeros artículos fueron publicitados copiosamente en todos y cada uno de los blogs basura existentes cuando su columna empezó a salir, con elogios que recibían a esos textos como si marcaran el advenimiento de un crítico de oficio y transparencia indudables. ¿Quién puede considerar transparente a alguien que, en el absoluto anonimato, reparte casi invariablemente críticas negativas y que deja traslucir motivaciones que nada tienen que ver con la literatura? Pues, otros anónimos igualmente "honorables".

Por eso no sorprende que La Vaca Profana cuestione la antología de Thays en los mismos términos en que se habla de Thays en todos los blogs basura: diciendo que su obra ha sido denostada por la crítica (pero sin mencionar un solo caso), asegurando porque sí que Thays carece de "potencia intelectual", llamándolo argollero en relación con el criterio con el cual Thays conduce su programa de televisión, el único que promueve la literatura peruana constantemente, desde hace ya muchos años, en un canal público. ¿Cómo es que esas cosas son pertinentes para un comentario puntual sobre un libro particular? No lo son, obviamente; son tan solo una repetición de las descaminadas y cobardes murmuraciones de los blogs basura. Anónimos todos ellos como anónima es su representante de corral.

Algo sintomático: el único texto que la mugiente articulista rescata, es el de Gastón Fernández, ya muerto, y lo hace en una ridícula postdata de dos líneas: un mínimo de pudor crítico tendría que haber bastado para que la reseñadora, si algún interés tuviera en ser justa, se dignara a entregar siquiera tres líneas al tema de la calidad de los relatos que le parecen apropiados. Pero no, para qué perder tiempo en eso si lo único que se quiere hacer es dejar de lado al libro para atacar al antologador.

Una cosa queda en evidencia tras ese exabrupto: la res, lectora asidua y quizá escribidora de los blogs basura, sólo tiene un camino si quiere perseverar en hacer de sus columnas ataques contra personas y no comentarios sobre libros: empezar a firmarlos con su nombre. ¿Cuál puede ser la razón de mantener el seudónimo una vez abandonado el objetivo de hablar sobre literatura? Esconder la mano que tira la piedra, eludir la responsabilidad de sus ataques extraliterarios, sevir de instrumento en esa campaña de insultos anónimos que conduce un grupo de cobardes resentidos en una serie de sitios de Internet. ¿Es eso crítica literaria? Lo es sólo en el País de Augías donde el rumiante rumia su pequeñez.

June 13, 2006  
Blogger Elvis Mendoza Martínez said...

La Vaca profana a perpetrado una crítica demoledora contra el libro Pasajeros perdurables. Historias de escritores viajeros. Antologado por el escritor Iván Thays y publicado por Seix Barral. El crítico Gustavo Faveron, ha salido a discrepar con algunas ideas que expone la Vaca y con las que, en las siguientes líneas, tengo que disentir.

Presiciones

Las impresiciones en las que cae Faveron son elocuentes. Sino veamos esto: "¿Y cuál es la razón contundente por la que se debería excluir a Cueto? Al parecer, que no es suficientemente jamesiano. Así de ridículo. ¿Y a Ampuero? Porque "renuncia a la alegoría, el símbolo o la urgencia explicativa de interés". Después de leer a la Vaca, ¿alguien puede pensar que ella excluye a Cueto por no ser lo suficientemente Jamesiano, y a Ampuero por no hacer uso de la alegoría o el símbolo?

[...]

Así, cuando resalta la influencia de Henry James en el cuento de Alonso Cueto "La batalla del pasado" efectúa un acto de ironía involuntaria. James, bajo la superficie de una prosa meticulosa, consigue infiltrar el veneno de un erotismo sutil, en tanto más escondido más inquietante, que licua desde el silencio la castradora moral de su época. Si algo de erotismo existe en el cuento de Cueto, debe buscársele en el nivel de los quantas o de otras partículas subatómicas. Señalar la presencia de James en ese cuento -como el propio Cueto lo propone al caracterizar a su protagonista como un lector académico de este- es destacar cuánto fracasa "La batalla del pasado" en sus pretensiones de ser un relato jamesiano. Del mismo modo, valorar a Fernando Ampuero por "el regreso a las historias", como señala Thays en su prólogo, es ocultar que el límite y la efectividad del cuento "Kim Novak en París" se restringen a la anécdota, entretenida, como todas las del conocido periodista, pero que renuncia, sin ningún contrapeso compensatorio, a la alegoría, el símbolo o la urgencia explicativa de interés; a menos que se consideren novedosas e interesantes frases del tipo "el amor pierde a los amantes" o "el amor ha conducido a más de uno a la verdadera locura".

[...]

Líneas después Faveron dice: "En un exabrupto alucinante, la ternera con lapicero dice que no incluir a Carlos Gallardo constituye un caso de censura. No sé en qué momento Gallardo se volvió un miembro incuestionable del canon nacional, pero sí sé algo sobre Gallardo que me permite ingresar en el tema central de mi comentario: Gallardo es el blogger inconsciente que administra un sitio web en el que está permitido escribir anónimamente lo que uno quiera: con su auspicio, hay en Internet, en su propia página, comentarios racistas, antisemitas, misóginos, degradantes, e incluso amenazas y defensas del genocidio, además de un sinfín de calumnias que Gallardo recibe gozoso y almacena para felicidad de todos los trogloditas cibernéticos" . Y en todo esto que, ¿dónde estan las razones estrictamente literarias para excluir a Gallardo de esta antología, para el crítico Faveron? Porque aunque insuficiente la Vaca si lo hace: "-uno de sus-cuento(s) - de Gallardo- es un complejo juego de intercambios sobre el nombre, la consistencia del yo como objeto público y su valor en el tiempo y el espacio".

La idea es descalificar al crítico para que su crítica no tengan el impacto deseado. Si estamos en desacuerdo con la Vaca en que las diferencias personales no deberian trascender ese espacio, también debemos decir lo mismo de Faveron que lo único que hace es acusar a la Vaca de formar parte de los denominados blogs basura.

Si someter la crítica a los designios de nuestros afectos es inadmisible, lo es por demás una antología de la que se presume es una selección de no sólo escritores, que en el tiempo demostraran porque perduraron o pasaron al olvido.

June 13, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Lo interesante es que Faverón critica a la vaca el uso del argumento ad hominen cuando su post es un innmenso ad hominem sin pruebas (lo que si parece aportar la vaca). El otro punto es que Faverón se molesta en defender a sus amigos y ensuciar a Gallardo. Se entiendo lo primero, pero lo segundo no. ¿Qué le ha hecho Gallardo? Ah, el rollo de la moralidad y dar la cara ¿Por qué el no la da cuando se le acusa de sobar a Bryce para la carta de recomendación para su beca? ¿Por qué no da la cara cuando se le acusa de afiliarse oportunistamente a la argolla peruana cuando toda la Católica y El Comercio lo escuchaba, en tiempos pasados, rajando de ella? Diga si es cierto o no que usted dijo señor Faverón que Rocío Silva era una irresponsable hasta el culo cuando en vez de reseñar libros para la última página de somos se iventaba un par de líneas ad hoc, diga si es cierto que usted se ha abstenido siempre graciosamente de comentar los libros de ampuero o ha preferido elogiarlos sesgadamente para no comprometerse con mamarrachos - tibieza crítica que ahora señala al reseñador de su compinche thays-; diga usted si no es un inmoral acomodaticio que salta porque ve que alguien le para el macho a su negocio de "finas amistades" y "buenos modales", que usted pasa por alto de cuando en cuando para enseñarnos que el fascismo siempre será el insulto, por más que se invista de nombres títulos y toda la parafernalia totalitarista de rigor?
Vlaentía es expresarse, fascista, no dar la cara detrás de la corte de alfuiles, cortesanos y lameculos.

June 13, 2006  
Anonymous Anonymous said...

faveron es un sínico de mier.. lean lo q dice en ralacion al programa de thays:

"...asegurando porque sí que Thays carece de "potencia intelectual", llamándolo argollero en relación con el criterio con el cual Thays conduce su programa de televisión, el único que promueve la literatura peruana constantemente..."

y q hay de iparraguirre, thays no lo entrevista por razones personales, eso acaso no es argolla? faveron es otro mediocre más. yo lo veia con admiracion, pero el tio lo unico q busca es proteger su pellejo y a sus causas.

June 13, 2006  
Anonymous Anonymous said...

A ver Santiago, Alexis, por qué no hblan de la mediocridad pasmante que hay en los diarios Expreso y Correo, con personajes tan babosos como Pinto y Erausquin. Será porque allí le sacan todo a Cromagnon y a Santiago Roncagliolo, quien ha pasado a ser escritor respetable solo porque los mafiosos faverón-malca-thays lo envidian.

June 13, 2006  
Anonymous Anonymous said...

La iguana babosa Oquendo ya movió sus influencias para cerrarle el paso a un escritor joven que acaba de publicar su novela. Ha echado su cizaña negra y cancerígena a otros muertos vivientes como Ismael Pinto y Pedro Escribano. Así se manejan las cosas en este país y despues tiene la concha esa iguana ponzoñoza de ahblar de "andinos" y "criollos", fuera mafioso gay.

June 13, 2006  
Anonymous Anonymous said...

CUIDADO!:Han visto el grupo de links en el blog del viscoso Coral? Allí hay un link raro, el único en mayúscula: es la empresa de fachada del cracker más poderoso de Lima. Tengan mucho cuidado con escribir aquí que el pernicioso horrendo está rastreando las entradas de este sitio y de los demás blogs.

Luego no digan que no se los dije

Dolmen

June 13, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Pues fíjate querido anónimo de las 4:34 que yo reivindico en cierto modo a Thays, pero no a Facherón. ¿Sabes por qué? Cuando sube la marea en puertoelhueco, Thays no hace caso, sabe que es inútil responder a las docenas de acusaciones que le llueven cada semana; es probable que ni visite este blog y que se haya resignado a despertar en los otros amor incondicional u odio. Creo que además tiene más virtudes que la del simple lector; no seamos mezquinos, sus páginas sobre Nabokov o sobre Valdelomar son muy buenas, como lo son muchas de las reflexiones sobre literatura que vierte en su última novela. Facherón, en cambio, aparenta lucidez con su lógica de hierro. Pero le faltan dos virtudes esenciales en todo crítico o ensayista: la imaginación y el sentido del humor. A lo mejor esta última virtud Facherón la tiene muy escondida, y que cada vez que pretende aflorar queda finalmente sofocada por sus biliosos rencores. En su reciente artículo, tal es la emoción, la rabia, las ganas de cortarle las orejas a la vaca profana, que en lugar de escribir "establo" escribe el pobre "retablo". Facherón: no confundas "Esta boca no es mía" con "Ponte la mía en la boca".

June 13, 2006  
Anonymous Anonymous said...

¿Que le molesta más a Facherón? ¿Que se metan con su pata Thays o que alguien proponga a Gallardo? Ahora, así como él dice que Gallardo no es miembro ineludible del canon peruano (que no lo es), ¿por qué tendríamos que decir lo mismo de Ampuero? (¡Por favor, Ampuero!) ¿Cueto? (¡No jodan, Cueto!) ¿Niño de Guzmán? ¿Por que sus patas tienen que ser canónicos y sus enemigos no tienen que serlo? Además, ¿qué tendría que ver la inclusión de Gallardo, García Falcón e Iparraguirre con el hecho de que el chiquillo malcriado de Gallardo sea un libertino que permite cualquier comentario en su blog? ¿Acaso porque es un bocasucia sus cuentos son malos? ¿Qué debemos asumir, que hay que portarse bien para ser considerado por Thays?

A todo esto: estoy seguro que la vaca no es Dinthilac, que Gallardo e Iparraguirre (que se defienden entre ellos como maridos en cuanto conversatorio hay) tampoco son Dinthilac, que Dinthilac es Dinthilac, aunque parezca una tautología, porque Dinthilac es todo aquello que Faverón, Thays y Vico C intentaron callar.

June 13, 2006  
Anonymous Anonymous said...

"¿Y cuál es la razón contundente por la que se debería excluir a Cueto? Al parecer, que no es suficientemente jamesiano. Así de ridículo. ¿Y a Ampuero? Porque "renuncia a la alegoría, el símbolo o la urgencia explicativa de interés"."

Facherón está loco. El valorar a Cueto por jameseano y Ampuero por solo ser anecdótico es idea del Mono Blanco. La vaca dice que esas son malas ideas. No hay ningún ataque a los sacrosantos amigos de Facherón ni a sus "obras", solo a la lectura de la eterna princesa en apuros de Sir Faverón. Lea bien, cavernícola sionista

June 13, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Loco de atar said:
No me dejan dormir estos ataques contra la vaca que es un animal útil, bueno e inofensivo. En la India es venerada y nadie se permitiría estas venenosas diatribas contra ella. Los animales son testigos de las maldades e ineptitudes humanas y por eso cuando hablan los quieren callar.

June 14, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Qué chistoso que eres, Gustavo. No te conocía esa capacidad para el panfleto cuando estabas en Letras. Nunca pensé que fueras el Gonzáles Prada de los blogs (ja ja ja). Como es la primera vez que escribo en un blog, seguiré la práctica común de los anónimos, a ver si te indignas, me insultas, y luego descubres quién soy. Qué chistoso. Con la autoridad de mi seudónimo déjame decirte que es muy cuestionable atacar la moral del oponente antes que sus razones. Tu argumento se podría sintetizar en: "No importa lo que haga Iván, es una persona decente". Ese es el mismo argumento, salvando las distancias, de la mayoría fujimontesinista respecto del general Nicolás de Bari Hermoza: "No importa lo que digan sobre el Hermoza, es el general victorioso". Estás angelizando al agente de la acción (creo que a Iván le gustaría porque solía escribir sobre ángeles). No importa lo que haga; está más allá de toda duda. ¿Tus amigos son santos, Gustavo? Que yo recuerde no. Un beso y a ver si mi insultas sin saber quien soy

June 14, 2006  
Anonymous Anonymous said...

ULTIMO MINUTO: se acuerdan de DOLMEN y su dizque "blog basura" zonadenotas, que hace rato paso a mejor vida. Pues, hoy en la mañana en el patio de letras de San Marcos, han dejado una nota donde desenmascaran a VICTOR CORAL como el autor de dicho Blog. Lo que confirma que desde que fue expulsado del Comercio, por escribir en el baño anónimos difamantes a una conocida periodista, ese Blog no ha vuelto a funcionar. Y si recordamos bien, el mencionado Blog, nació también con ese nombre para pretender confundirse con ese otro Blog "zonadenoticias", administrado por Paolo de lima, enémigo jurado de Coral y amigo incondicional de mazzotti.
Pero otro dato aun más pernicioso es que Zonadenotas del tal "DOLMEN", sirvió solo para atacar "oportunistamente" a CORAL, es decir copiando y pegando pequeños extractos de comentarios que solo contra CORAL se hacián en este Blog y en otros. Es decir que CORAL se atacaba así mismo para buscar solidaridades y afectos por parte de la "secta mafiosa y cosmopolita". Se dan cuenta como opera un tipo como CORAL avido de buscar notoriedad e influencias a toda costa, pero que no puede con su genio rastrero, al punto de tener que acosar a una periodista(doris bayly?)con anónimos asquerozos que escribía en el baño del Comercio.

June 14, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Si pues, quien no ha sido anónimo que tire la primera piedra (guarda que le cae a Salas!)

June 14, 2006  
Anonymous Anonymous said...

LA CRISIS DE LA VACA MINUTO A MiNUTO

LUNES 12 de julio

9.30 GMT Facherón entra a la página de terra.

9.31 GMT Facherón termina de leer la página de terra (ha seguido un curso de lectura veloz)

9.32 Facherón toma el diccionario mitológico más a la mano para citar vacas míticas

9.33 Se mesa la barba y escribe furioso su post (al mismo tiempo entra a su bandeja de correo un mensaje de Thays, desesperada)

9.33.50 Con dos navegadores en simultáneo, contesta a Thays: "No creas que no me desvelan tus cuitas. Muy pronto se vengará esta infamia".

9.34 Correo de Coral: "Mi Smeagol adelantarse a Amo Gus.... Mi Smeagol lanzarme contra vaca malvada..... Mi querer reseña de mi libro!!!!!!" Faveron, mentalmente: "Calla, mierda".

9.35 Con puntos y comas postea su crítica demoledora, su atildada denostación. Se rasca la barba. Descansa.

Desde fuera de la ventana, el pingüino observa.

June 14, 2006  
Anonymous Anonymous said...

(Chequeen esto de faveron)

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Bueno, Tere. Según veo en el blog de Víctor Coral, Víctor sabe quién es. O, más bien, quiénes son. Yo no tengo la menor idea. Vivo desde hace seis años en Estados Unidos, no tengo demasiados amigos en el mundo literario peruano (en contra de lo que la gente quiere imaginar) y, por cierto, los que tengo no están para ese tipo de intriguita cibernética. Cuando se sepa quién es la vaca y quiénes son los autores de los blogs basura, tú y yo, muy probablemente, nos enteremos al mismo tiempo.

Encima coral tiene la misión de dar con la vaca esa, acaso no se dan cuenta que coral es quien la ordeña y la alimenta. Por que el "corrector del comercio" no es otro más que Velasquez, quien no para de resentirse y luego amistarse con coral, para luego molestarse y otra vez resentirse, típica relación histérica y retorcida de dos compinches de las letras.
Nunca se ha visto una mafia tan estupida e ingenua, por que el vivir en los EE.UU., seis años, no exime la estupidez.

June 14, 2006  
Anonymous Anonymous said...

señoritos, ya tengo la màquina desde donde se administra este vomitadero execrable. Sè que eres tù leonardo, comandado por Faveròn. Pero no dirè nada oficial en mi blog hasta que sea el momento oportuno. La caìda del puente aèreo serà vistosa y entretenida como una demostraciòn de acrobacia aèrea. El pobre Gustavo ya no sabe què inventar.
"Corrector del Comercio" no? Doris Bayly? Veremos, miserable, lo que pasa cuando revele tu ruindad.

Vìctor Coral Cordero

June 14, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Corral se ha amarrado con el apra. Parece que trabajara en el INC como jefe de prensa.

June 14, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Ahora muchachos, vean quién metió su cuchara en la sopa. Nada más y nada menos que el Orto. Ingenuamente se pregunta: "¿Qué le habré hecho yo a la vaca?". Cuando la verdadera pregunta debería ser: "¿Qué le hice yo a la literatura?". De lo que la vaca dice sobre el libro de Ortega, solamente Ortega es responsable, porque él lo escribió y francamente escribe hasta el culo. Así que Orto, no te hagas ilusiones, que la vaca no te maltrató porque te tiene antipatía, sino simplemente porque escribes cosas como Nicotina, que ni los bombos y platillos de Coral pueden quitarle la impresión al lector de que el texto fue escrito con las patas. No seas conchudo, no te subas al tren a último minuto para pintarte de víctima. Tú no estás al nivel de Thays. Las críticas de la vaca a Thays no incluyen faltas a la gramática, pedazo de cojudo. Abre tus libros de secundaria, comienza por aquellos que editaba Bruño; repasa las lecciones de gramática e intenta escribir decentemente. El hecho de que en tu triste adolescencia hayas escuchado a los Sex Pistols o a The Clash, no te da luz verde para que escribas de la misma manera en que cagas. Huevón.

June 14, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Facherón, Facherón, Facherón. ¿Hay en este medio literario alguien más predecible que Facherón? Que nadie, de hoy en adelante, se atreva a escribir reseñas en el Perú, que Facherón está atento y como buen policía de la cultura saldrá a pulverizar todo aquello que no cumpla con los requisitos que él exige. Al incidente Aguirre, le sigue explicablemente el incidente de la vaca profana. A las estupideces de Coral, respondió con admirable moderación Oquendo, poniéndole punto final a los atropellos de aquel infeliz en su cruzada pro Cueto. A los excesos de la vaca, Facherón responde como adolescente; pero no como adolescente de barrio clasemediero, sino como chaval malogrado salidito de San Jorge. La vaca ha de estar mugiendo de felicidad en frente de la tele, mirando seguramente los partidos del Mundial de Alemania; mientras Facherón, provocado por enésima vez, debe estar tomando su infusión de papa, para desinflamar ese hígado que hoy casi revienta.

June 14, 2006  
Anonymous Anonymous said...

"admirable moderación", asu, qué contestatarios y radicales son en este blog "alternativo". Por qué se le rinde pleitesía aquí a la iguana invertida Oquendo? Por que está manejado esot por Santiago del Prado, quién más.

June 14, 2006  
Anonymous Anonymous said...

vico se hace el huevon
pero ya chapó puesto de secre de villanueva zapatón

June 14, 2006  
Anonymous Anonymous said...

yrigoyen quiere que lo atoyen
para poder gritar
ay que riiiiicketttsssss!!!

June 14, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Dos hurras por esa vaca! Muuuuuu Muuuuuu!!!
Muuuuy buen trabajo, Profane Cow. Mataste dos pajaros de un tiro -o de un lechazo:
Thays se fue a llorar bajo las faldas escocesas del rabino tombo-lele, quien por su parte, corneado al higado, dejo toda finura de mataor en plena faena madrileña y ante el respetable perplejo se puso a corretear con azadon a la vaca lechera. Resultado: el facho despatarrado en medio de la plaza de Acho virtual, maldiciendo mas colorado de verguenza que de rabia.
Ah Gustavin, eres la muerte...

June 14, 2006  
Anonymous Anonymous said...

pobre leokabro, seguiràs lamièndole el culo macilento a Oquendo por siempre y nunca escribirà nada de ti porque te desprecia. Triste papel.

June 14, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Alexis: te aconsejo que de vez en cuando digas algunas cosas en contra de ti, para que no se note que eres el rosquete detrás de El Hueco...

June 15, 2006  
Anonymous Anonymous said...

El huevonauta de Corral se pasa de pendejo o de estúpido: ¿qué pretende decir cuando afirma que la antología de thays es comercial? ¿que es una huevada para consumo masivo? flaco favor le hace a thays

June 15, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Faverón ha colocado un nuevo post donde mete a Corolyn, su enamorada.¿Se dará cuenta de que es una muñeca inflable?

June 15, 2006  
Anonymous Anonymous said...

!Qué tal concha la de Ruiz Orto!
!Dice que él también es una "víctima" de la "envidiosa" Vaca! Pero si es una bestia escribiendo y encima mete el cuento de que su novelita primariosa fue sacada por una editorial extranjera. Por dios! Así que para los que no la leyeron, me permito copiar completa la reseña justiciera que le hizo la Vaca Profana. Allí se ve la insondable miseria intelectual y moral de quien no ha encontrado mejor oficio que lamerle el culo a Coral.


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Cuando el león no muere
Gabriel Ruiz-Ortega. La cacería. Lima: Q Ediciones, 2005. 285 p.


La cacería, ópera prima de Gabriel Ruiz-Ortega, es una mezcla de política-ficción, policial negro y texto autoficcional. El argumento es éste: hacia el último año del fujimorato, en plena campaña electoral, hay un "trabajo" que deben realizar Casas y Martínez, dos sanguinarios miembros del comando paramilitar Las Esquirlas, grupo más secreto aun que el tristemente célebre Colina, instituido para "velar y estrangular a la gente que trataba de bajarse al Chino o tirar dedo al Doc". Ellos son, además, los encargados de grabar en video las desaforadas conquistas sexuales de Montesinos. Su objetivo principal es ahora interceptar la comprometedora información que posee Óscar Gómez, joven periodista de la revista Caretas que ha estado investigando las vinculaciones del Doc con el narcotráfico. Gómez es finalmente asesinado y la "información" que ha recabado no sólo recae en manos de Casas y Martínez, sino de otros dos personajes: Gabriel, amigo del periodista con quien formó el grupo suicida Duelos, y Natalia, ex enamorada de éste y de Gómez, cuya presencia termina por darle una vuelta de tuerca a la historia. Todo el relato nos llega a través de Gabriel, quien ha completado la "información" recogida por Gómez y que en realidad son los fragmentos de una novela titulada La cacería.
Resumido de esta manera, se trata a todas luces de un argumento interesante, que tiene a su favor el humor, la frescura y hasta la desfachatez con las que nos es narrado desde las primeras líneas. Ruiz- Ortega es casi siempre, en términos generales, entretenido. Sin embargo, la novela nunca llega a cuajar por una serie de defectos que hacen de su lectura una tarea ardua y hasta cierto punto exasperante.

El primero de esos defectos -y sin duda el más visible- es que el texto se encuentra plagado no sólo de problemas de puntuación y ortografía (las comas reemplazan a los puntos seguidos y es casi una norma la ausencia de tildes y la incorrecta escritura de nombres y títulos), sino de imperdonables errores gramaticales, redundancias e impropiedades léxicas. Así, basta abrir cualquier página del libro para encontrar construcciones como éstas: " "él paró en seco mis impresiones que me había dejado…"; "…un animal muerto a razón del execrable olor…"; "aún habían algunas cosas…"; "…el nauseabundo aroma…"; era consciente que…"; "dictaduras como la fascista, nazista y peronista se basaban en una ideología basada en..."; …"su vida dependía de una jodida espada de Damocles…"; "…hacía un hincapié…"; "…varias diplomas…"; "…ser unos iletrados no les esgrimía de culpa…". Abundan, además, flexiones verbales como "no tardó", "no demoró", "no dudó", las que, más que marcas de estilo, revelan una enorme pobreza expresiva. Semejante descuido llama aun más la atención por "los maniáticos editores" a los que se agradece al final del libro; por los continuos y exaltados elogios que, en diversos artículos y entrevistas, el autor ha dedicado a "la prosa cuidada" de los jóvenes representantes de nuestra narrativa última; y, sobre todo, porque la responsable de esta publicación es una supuesta editorial extranjera: "En mi caso yo he tenido mucha suerte. Me publicó una nueva editorial extranjera, cuyo fin era editar a gente de allá. El fin de Q Ediciones es vender, y tengo un trato con ellos por dos novelas más". (Conversa con jóvenes narradores en Cyberayllu). Decimos supuesta porque resulta difícil creer que una editorial extranjera -en realidad, cualquier casa editorial seria- publique un texto con tantos errores y porque dicha editorial, hasta donde sabemos, no aparece registrada en ningún lado y tampoco consigna otros títulos que le pertenezcan. Por lo demás, todas las señas del libro parecen indicar una publicación local, realizada de manera independiente.

Otro problema de la novela es su estructura. Se introducen abruptamente, sin ningún tipo de transición ni de marca textual, las "historias" de varios personajes secundarios (El Camaleón, Ericka Quispe, Ramiro, Catalina, etc.), lo cual, a pesar del interés y la relevancia que puedan presentar dichos excursos, le quita intensidad y unidad al desarrollo de la trama principal. Junto con ello, campean confusos saltos en los diversos puntos de vista, al extremo de que en muchos momentos no sabemos quién es el que realmente está narrando. Esto se agrava especialmente en el caso de Gabriel y Óscar. Si bien se juega a que existe entre ellos una rivalidad-amistad y a que el primero es una suerte de álter ego del segundo, la confusión entre ambos no responde a una pensada estrategia narrativa, sino a una permanente falta de cuidado del autor. En este punto, poco parece hacer aprendido Ruiz-Ortega de las habitualmente bien armadas novelas de sus admirados Vázquez Montalbán, Thompson y Le Carre.

Un tercer escollo son los cabos sueltos en el argumento. Avanzamos con dificultad y al final nada sabemos del destino que han de tener los perseguidores Casas y Martínez y el terrible grupo al que pertenecen. En lugar de ello, nos encontramos con los disfuerzos, manías y preocupaciones existenciales de Gabriel, quien, en las últimas páginas, nos habla directamente en primera persona. Si antes había entorpecido cada capítulo confesándonos sus opiniones "ácidas y desenfadadas", su afición al sexo, la cocaína y los Marlboro y sus preferencias musicales, literarias y cinematográficas -en ese orden-, no es extraño que su "honesto testimonio" acabe en un bar, en una escena en la que aparece bailando, drogándose y conversando sobre mujeres con sus amigos.

En suma, en esta su primera entrega, Ruiz-Ortega exhibe cierto talento para narrar que, lamentablemente, es socavado por su desmesurada negligencia en el trabajo del lenguaje y la construcción narrativa. La trama -su policial sobre un pasaje oscuro de nuestra historia política reciente, que en apariencia podría emparentarse con Grandes miradas de Cueto- termina siendo un simple pretexto para hablar de sus gustos y fobias personales, en una suerte de regodeo del yo que, aunque disfrazado de tercera persona, hace recordar a Contraeltráfico, novela pretendidamente maldita que Rilo publicó hace ya casi diez años. Y el acabado final, el carácter testimonial que busca imprimirle a todo su texto, no parece otra cosa que un intento acomodaticio por plegarse a la moda metaliteraria que tan buenos resultados ha dado a algunos de nuestros narradores jóvenes. Si alguna cacería hay en verdad en este texto, es la del lector en busca de un poco de buena literatura -del león muerto de la célebre metáfora hemingwayana- en medio de doscientos ochenta y cinco páginas minuciosamente minadas de descuidos y errores. El esfuerzo, por desgracia, resulta infructuoso.

June 15, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Daniel Salas es quien administra desde la clandestindad Puerto El Hueco. Por eso nunca ha salido su foto, a pesar de todos los envíos que ha habido; por eso su salida de la blogosfera tan oportuna, justo cuando aparece puerto el hueco. La mafalda lechera esa descubrió-a través de conventilador- que podía desmarcarse de su amo faveron a través de muchas personalidades virtuales y jugar a ser más inteligente que él (como todo secundón quiere hacer). Salas tiene un delirio obsesivo por ser el más inteligente. Jamás se dedicó a su tesis (enviénle un mail a su asesor de Boulder) El administrador de puerto el hueco y el sobón de boulder son un caso de esquizofrenia delirante que hace del perseguidor y el perseguido a la vez. ¿Por qué creen que nunca escribe post el administrador de puerto el hueco, salvo brevísimos comments? El gordo paranoico tiene miedo de que su amo le detecte el estilo. El también fue también el famoso mercurio que refuto a thays en puente aéreo (si revisan ,mercurio cita ,en los comments del blog del judio, a salas en delirio de grandeza, como referente de su triunfo contra thays). Todo el tiempo ha sido el gordo infame ese con dos personalidades engañando a tirios y troyanos, pero te acabo de descubrir al craquear blogger, tienes ubigeo caleta de boulder, pendejo.

June 15, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Se rumorea que Planeta Perú ha convocado de emergencia a Iván Thays para tratar temas contractuales. Parece que han descubierto, además, que la famosa Escuela de Creación Literaria que maneja con Cueto es un invento de ambos: formalmente el Centro cultural de la Católica NO LA RECONOCE -llamen y pregunten por la escuela- y es una nombrecito altisonante que ambos argolleros emplean para denominar a los dos tallercitos-te de tías que dictan (los talleres sí están reconocidos y como tales los denomina el CCPUCP). Otrosí, la nueva administración de TNP, de los compañeros apristas, que aun no se ha constituido formalmente pero ya está reuniendose para adelantar la transferencia, tiene a Thays en la mira. No solo por marginar la escritura de reconocidos apristas, sino porque le cae mal a Alan. Con la vara que mides, serás medido.

June 15, 2006  
Anonymous Anonymous said...

No le sigan haciendo más propaganda a ese tal Ruiz, no habría ya ni que mencionarlo.

June 15, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Por que Faveron tiene que estar mencionando lo que hace o no hace con su novia, si se van o no a Punta Cana, si está estudiando en determinada University o en esta otra, a quien carajo le interesa. Sí el a decidido que su Blog sea sólo un Blog de él y de sus patas, parece que también le gusta solazarse con enrostranos su "status cosmopólita". Que petulancia la de ese sujeto, su vida privada es su vida privada y el deviera ser el primero en mantenerla como lo que es.

June 15, 2006  
Anonymous Anonymous said...

¿Cuál ubigeo de Boulder, pobre imbécil? Si Daniel Salas está en Lima desde hace semanas... Hay cada reverendo retrasado mental en este sitio!

June 15, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Si alguien quiere una prueba de que lo dicho por LA VACA con relación a Thays es cierto (su “declarada inclinación para evaluar autores sobre la base de sus afectos y desafectos personales") bastará con comparar dos fragmentos de las reseñas escritas por Iván, de “Y DE REPENTE UN ANGEL” y de “LA HORA AZUL”, respectivamente. Como todos saben, las estructuras argumentales de las novelas de Bayly y Cueto guardan ciertos parecidos: en ambos casos los protagonistas “descienden a los infiernos” en una suerte de road-movie un tanto misio. Tanto Adrián Ormache, el abogado ricachón, como Julián, el escritor engreidón son unos “pituquitos miraflorinos” que, de pronto, -oh maravilla- se humanizan y son tocados misteriosamente (¿los demonios interiores?) en sus más profundas fibras de sensibilidad social y deciden emprender el viaje en busca del Perú Profundo.
En ambas novelas el asunto resulta ridículo e inverosímil: el abogado Ormache, de pronto, quiere conocer a una terrucaza de la que su papi estuve enamorado. En el caso de Bayly, el personaje, el eterno periodista-escritor flojo y comodón de todas sus novelas, emprende un viaje de búsqueda (mismo MARCO, no te vayas mamá) de la mamá de su empleada doméstica.
Sin embargo, vean cómo se mide la misma trola con distinta vara:

1. Extraído de “Ternura Playback”, reseña de Iván Thays sobre la novela “Y de repente un ángel”, de Jaime Bayly:

“Bayly pretende hacernos creer que un sujeto que no confía ni en los bancos, que sólo aguanta a su novia un día a la semana y duerme hasta las 3 de la tarde, a los diez minutos de conocer a Mercedes se conmueve tanto como para pagar coimas, dejarse insultar por divorciadas borrachas y hacer un viaje a Caraz con noche en hostal incluida.”

2. Extraído de “Viaje Vertical”, reseña de Iván Thays sobre la novela “La Hora Azul”, de Alonso Cueto:

“ Lo digo sin reparos: quienes se limitan a ver en LA HORA AZUL la fábula moral de un hombre limeño, de clase alta, reconciliándose con el mundo andino y desposeído, están descalificados para evaluar una de las novelas más inquietantes de la literatura peruana, y la mejor de Alonso Cueto. La búsqueda de Miriam por barrios marginales de Lima y Ayacucho esconde el verdadero recorrido de Ormache: un sumergible que avanza hacia el interior de todo ser humano y desde ahí se proyecta a la sociedad.”

Ahora bien: ¿es posible juzgar de manera tan diametralmente opuesta la misma huevada? ¿O será que a Thays le gusta más el olor del calzón de la chola Miriam que los aromas serranos de las polleras de la mamá de Mercedes?
Juzguen ustedes mismos.

June 15, 2006  
Anonymous Anonymous said...

MATEN A LA VACA

Hagamos la pregunta: ¿por qué Facherón reacciona tan virulentamente por lo escrito por LA VACA?
Su reseña a la reseña aparecida en TERRA es una impecable cadena de argumentos ad-hominem (en este caso, ad-vacunum) ensartados biliosamente. Y qué es lo que más le jode a Facherón ? A saber, dos cosas:

PRIMERO

Que escribidores que no son de su collera, es decir de ese circulo vicioso de sobonería que han armado esas tías solteronas llamadas Coral, Neyra, Salas y demás papanatas, repito alguien fuera del cerrado club de yo-te-linkeo-si-tú-me-linkeas, tenga a su cargo un espacio de crítica literaria en un medio virtual importante como TERRA (recuerden, si el blog de Faverón recibe digamos 200 visitas al día, el de TERRA debe andar por las 30,000, con lo cual, mal haría LA VACA en pisar el palito del facho y responderle. No debe ni siquiera mencionar su nombre, ya que todo lo que busca Faverón es publicidad para su Puente Aereo). La voz del sobón del Corral ya se sumó al cargamontón que tiene como objetivo presionar a TERRA para que expectore a la profana reseñista y ponga en su lugar a alguien muy conveniente para sus intereses, por ejemplo Castañeda, Page, Chávez o cualquier otro hueverto del club Winning Eleven. Es muy probable que lo consigan. O tal vez no, recordemos que TERRA es propiedad de TELEFÓNICA, y en estas multinacionales las cosas no funcionan siempre como en la chacra de los Miro-Quesada, donde apenas un peón se pone liso, los señorones Ampuero y Cueto se encargan de recomendarle a su patrón que lo azote y ponga orden en la cuadra.

SEGUNDO

No saber la identidad de LA VACA.
Facherón, como buen facho, tiene alma de guachimán, y cualquiera que desee comprobarlo no tiene más que tratar de comentar en su blog y verá como le piden documentos a la primera. No hay nada que más desquicie a Faverón que no conocer la identidad de su oponente de turno. Y esto, porque Gustavito no sabe discutir con la verdad y oponiendo argumentos, su principalmente herramienta de discusión es el Ad-Hominem. Cómo descalificar a alguien que no se conoce ? Cómo insultar y sacarle los trapitos a un NN? Si no sé quién eres, no sé cómo cagarte. Desde que hicieron su aparición en la blogósfera, el dúo dinámico Salas-Faveron ha combatido el anonimato con un furor casi religioso. Estos cruzados del discurso moralmente correcto se toman en serio lo que para otros es un simple relax y espacio de sano esparcimiento.
Por otro lado, el argumento de tildar de cobardes a quienes denuncian los abusos de la mafia pero sin dar la cara es el mismo que utilizó Hugo Chávez para imponer la identificación como requisito para ejercer el derecho al voto. No hay nada peor que un hipócrita maniqueo (o ustedes creen que Faverón y Salas no entran a comentar anónimamente), nada más estúpido que pensar que el mundo debe ser blanco o negro, olvidando la infinita gama cromática que hay en medio. Además, quiénes son ellos para decidir que todo lo que se escribe anónimamente en los blogs son mentiras ? Entonces los del FBI son unos cojudos que no se han dado cuenta que sus Programas de Protección a Testigos no sirven. Total, si todos los testimonios brindados por aquellos que no quieren identificarse por temor a represalias, deben ser mentiras. Seguramente, también Al Capone en su tiempo calificó de cobardes y mentirosos a todos los anónimos testigos que declararon en su contra.

EN ESO CONSISTE LA MAFIA, FACHERON, EN EJERCER UN PODER Y MANTENERLO INFUNDIENDO EL TEMOR, SILENCIANDO A QUIENES PRETENDAN DENUNCIAR SUS ABUSOS.

Temor de que puedas ser mi profesor el mes próximo.
Temor de que una llamadita tuya a tu chochera Rabito Carcoso, me deje sin chamba de la noche a la mañana.
Temor de que seas parte del jurado en un próximo concurso de novela, y no puedas contener tu espíritu de guachimán y termines abriendo los sobres para saber la identidad de los cobardes y anónimos concursantes.
Temor a ser proscrito y quedar fuera del circuito de trabajo en los círculos académicos, periodísticos y culturales.
Temor de que te hagan un apanado como se lo hicieron a Leonardo Aguirre.


Esos son los pequeños temores que hacen que las personas que vieron a Alonso Cueto despacharse a sus anchas cuando era editor de EL DOMINICAL, censurando todo lo que no le gustaba, no se atrevan a decirlo.

Esas “ratas” como tu las llamas, marrano pedantón, son casi todos jóvenes estudiantes de humanidades, que, por algo, dicen lo que dicen y denuncian las argollas y la exclusión. Cuando el río suena, es porque piedras trae.
Para terminar este rollazo, si bien el artículo de LA VACA destila grandes dosis de veneno contra Thays (admitámoslo), no es mayor que el que éste destila cada cierto tiempo contra Viejil o Bayly, y es muchísimo menor que el que Facherón escupe contra Roncagliolo.
Así que no te jales tanto las trenzas Facherón, que el muladar mayor es el que han formado las excrecencias hepáticas de tu miserable humanidad en ese monumento a la pedantería que es tu Puerto Aereo

June 15, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Respecto a lo que dice el compañero de aula de Salas, no se trata de un caso de esquizofrenia sino de llevar la literatura a la vida "real". Como un homenaje a su admiradísimo Borges, Quasimodo Salas se ha construido su versión real de una de "Las tres versiones de Judas": El es el administrador de los blogs basura (el "redentor") y a la vez es quien más esfuerzos físicos ha hecho en echarselos abajo; es pues, su propio Judas. Si los comentarios en los blogs son como besos (los más cortos , volados; los adulones - como los de Ruíz Orto a Coral - con lengua o negros, como los de Coral a este blog) que uno le da a esos blogs, los comentarios mastodónticos de Quasimodo Salas (que a su vez son representaciones de su propia persona) son los chapezazos que se da a sí mismo para traicionarse en una especie de recreación del Ouroboros o del Catoblepas del que habló Borges en su catálogo de zoología fantástica, una bestia que se alimenta de si misma. ¡WAU! ¡Qué BESTIA! ¡Qué genio es este Quasimodo Salas!

June 15, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Facherón y los nuevos inquisidores tienen memoria corta. Olvidan que el veto a Iparraguirrelo hizo explícito el mismo Thays en Puente Aéreo, blog de Punta Cana, y no en Puerto el Hueco, blog de la Herradura.

June 16, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Iparraguirre, mas conocido como el anónimo de las 9:15, sigue hablando por la herida... Pobrecillo. Tantos complejos.

June 16, 2006  
Anonymous Anonymous said...

¿El gordo Salas e Iparraguirre estaban peleados? El de las 11.44 es el gordo salas? ¿el gordo salas entra a puerto el hueco? ¿cómo puede afirmarlo con tanta seguridad si no es el administrador. Cuántas novedades. ¿Alguien sabe por qué entre gordos se pelean? ¿No que no hay gordo feliz?

June 16, 2006  
Anonymous Anonymous said...

max, mi draculin, mi lunarejo, hazme caso, me muero por ti,
estudiante de trilce

June 18, 2006  
Blogger oakleyses said...

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September 07, 2016  
Blogger oakleyses said...

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September 07, 2016  
Blogger oakleyses said...

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September 07, 2016  
Blogger داليا said...

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March 02, 2017  

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