Wednesday, June 28, 2006

GALLARDO CUADRA A FAVERON

Profanando a la vaca
Un descargo para el blogger inescrupuloso e inmoral

He reactivado este blog merced a un episodio inesperado. Como muchos saben, a mediados de junio, la reseñista de la sección cultural de Terra Perú, La vaca profana, sometió a su riguroso examen la antología de cuentos Pasajeros Perdurables, colección de relatos alrededor del exilio estético reunida por Iván Thays. Para un grupo de lectores, la reseña resulta en exceso injusta; para otros, se trata de un artefacto argumentativo bien estructurado, un comentario demoledor pero pertinente a la problemática del libro. De inmediato, de un bando a otro, la web comenzó a manifestarse, ya sea con ideas, ya sea con insultos y desplantes. Aquí comienza lo más conflictivo del asunto.
(SIGUE EN EL PRIMER COMMENT)

12 Comments:

Blogger DINTILAKO said...

(SIGUE)

La vaca profana considera que he sido censurado por el antologador de Pasajeros Perdurables, y sostiene que mi ausencia, como la de Marco García Falcón y Daniel Alarcón, se debe a que la selección se realizó sobre la base de los afectos personales de Thays y no sobre un estudio objetivo de la narrativa peruana contemporánea. Acojo con gratitud que la Vaca considere que un cuento mío merezca figurar en una antología. Aún así, es discutible que mi ausencia se deba a la censura. Esto último no desmerece que la tesis de la reseñista deba descartarse del todo, ya que, si algo logra demostrar la Vaca, es que Pasajeros Perdurables carece de un estudio sólido del estado de la cuestión y parece decantar más por los lugares comunes o, en un acto de manipulación genérica, se coloniza el discurso paradigmático (los cuentos conformarían una especie de canon que gira en torno a la dinámica del exilio) para reforzar la estética del propio antologador.

Sin embargo, no todos piensan lo mismo. Gustavo Faverón respondió casi al instante a la provocadora reseña de la Vaca. No creo que lo hiciera de la mejor manera. Sobre todo porque en su intento de desmantelar la argumentación de la cuadrúpeda lectora, tropieza en un mar de contradicciones y desaciertos. La postura de Gustavo es clara, determinante y por eso, digna de temer. En un artículo de Puente Aéreo intentó demostrar que la Vaca es parte de un andamiaje siniestro, sino de una cloaca destinada a alimentar el resentimiento y la ignorancia de los que comentan, leen y producen blogs basura. El problema es que la suposición no se sustenta, solo se tiende un rato en el aire y luego se le deja volar a ver si alguien se acuerda.

“luego de unas semanas pasando solapa, la becerra letrada ha descubierto graciosamente, si no su identidad, si, al menos, su dirección: ella es una habitante más de los establos de Augías, los míticos criaderos colmados de bosta que Hércules debió limpiar como parte de sus trabajos. Y el establo de Augías al que aludo es, obviamente, el mundo de los blogs basura, de los que la lechera vacuna extrae sus argumentos”, dice Faverón.

Lo que deberíamos suponer, entonces, es que la Vaca es una enferma perseguidora de Iván Thays que ha esperado agazapada el momento para mostrarse como cómplice de Puerto el Hueco, Garganta Profunda, Zona de Notas y demás sitios alternativos. Lo que me produce curiosidad es por qué tendría que pasar tanto tiempo “solapa” si desde antes se hablaba de ella y no en los peores términos. Recuerdo que el blog de Paolo de Lima recogió sus comentarios sobre los libros de Roncagliolo, Alarcón, Cisneros, entre otros. Por lo que he podido consultar los libros de Cueto y Neyra reciben un buen comentario y no se trata de simples alabanzas sino de recomendaciones justificadas. La pregunta que Gustavo no responde ni responderá es ¿por qué la Vaca hablaría bien de Cueto y Roncagliolo pero criticaría con dureza el libro de Thays?

Por una razón muy simple: profesionalismo, una de las principales virtudes mostrada por la reseñista de Terra Perú, además de una meditada organización del comentario que incluye un repaso por la tradición (véanse las reseñas de Vargas Llosa y Rivera Martínez), por los tópicos y por el manejo de la estructura narrativa o los recursos líricos. Leer a la Vaca significa acceder a uno de esos escasos espacios donde la crítica recupera su verdadero rostro de herramienta de lectura. Para eso no es necesario siquiera conocer el nombre de quien argumenta. Exigirle a la Vaca que devele su identidad no es más que insistir en la manía de persecución, en el papel de víctima y la satanización de una práctica legítima como el derecho a disponer de mi identidad de la manera que considere pertinente. Lo preocupante es que una bravuconada como esta (“la res, lectora asidua y quizá escribidora de los blogs basura, sólo tiene un camino si quiere perseverar en hacer de sus columnas ataques contra personas y no comentarios sobre libros: empezar a firmarlos con su nombre.”) sería tolerable en un muchacho de Estudios Generales en proceso de deshabituarse de los hábitos patriarcales, pero nunca en un analista de la calidad y la inteligencia de Gustavo Faverón, a quien, pese a mostrarse en franca oposición a mi persona y mis actos, admiro y respeto por su espíritu crítico.

No exijo que esta actitud sea recíproca. Gustavo tendrá sus motivos para llamarme “blogger inconsciente que administra un sitio web en el que está permitido escribir anónimamente lo que uno quiera: con su auspicio, hay en Internet, en su propia página, comentarios racistas, antisemitas, misóginos, degradantes, e incluso amenazas y defensas del genocidio, además de un sinfín de calumnias que Gallardo recibe gozoso y almacena para felicidad de todos los trogloditas cibernéticos.” Y que hable de mi “estolidez intelectual” y mi “falta de escrúpulos”. Basta revisar mis intervenciones en este blog para observar que Carlos Gallardo siempre ha tratado con respeto la figura de Gustavo Faverón aún en el terreno de la discrepancia. He venido sosteniendo que la voz del blog es aquella que emana del blogger, no de los comments. Si no, tendría que hacer responsable a Gustavo de lo que dicen el Tanque de Casma o Érika Almenara. Eso no me parece justo, incluso cuando en fechas recientes Daniel Salas cuestiona con poco tino a Alexis Iparraguirre: asumo que esas opiniones no son la voz de Puente Aéreo, sino las de algunos de sus lectores.

Sin embargo, para Gustavo soy una figura desprestigiada. Y emplea ese desprestigio para “demostrar” su tesis: puesto que Gallardo es un inmoral y un blogger basura y esta reseña retoma el tema de la argolla (quizá sugerida por el tema de los afectos personales), entonces solo queda suponer una cosa: la Vaca es también parte de esa letrina pútrida que habita el carcamoso Gallardo y sus amigos Aquiles Cacho, Dintilhac y demás. En palabras de Faverón, “la defensa de Gallardo nos da un indicio de por dónde viene la cosa”, por lo tanto, hay una asociación con mi persona que pretende suponer una inculpación poco justificada hacia la Vaca Profana. Si bien el llamarme inescrupuloso, inconsciente, estólido no representa un argumento ad hominem, sí lo es el renunciar al abordaje directo de las ideas de la Vaca para preferir una salida más cómoda como utilizar mi supuesta inmoralidad como sustento para una acusación mayor: la de una hipotética Alianza del Resentimiento que combate a los Chicos Buenos desde sus silos informáticos, envidiosos de la destreza literaria, cuervos que nunca aprenderán a cantar. Por lo pronto, Gustavo, date una vuelta por el site de Terra y revisa las reseñas de la Vaca, quién sabe si encuentras nuevos indicios que te ayuden a rastrear a estos sinvergüenzas.

June 28, 2006  
Anonymous Anonymous said...

becerro de oro said:
¿de dónde sale esa manía intelectual de confundir el uso del verbo "asumir"? Se asume el poder, la responsabilidad, etc. pero no "asumo que", lo correcto es "supongo que". Un poco de corrección, me ponen nervioso estos barbarismos.

June 28, 2006  
Anonymous Anonymous said...

asi que ahora hasta MArtha Hildebrandt visita caleta puerto el hueco? Buena, señora. Pero pongase comoda por favor, no necesita esa mascara dorada. Estamos entre amigos. Muja con gusto.

June 28, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Ahora Puerto El Hueco es un antro academicista. Asumo que ahora el alternativo es Facheron.

June 28, 2006  
Anonymous Anonymous said...

asumo que la vaca profana es oso yogui

June 28, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Los buenos narradores peruanos como Gutiérrez, Vargas Llosa, Reynoso, no "asumen que". Adiosito.

June 29, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Como ya muchas personas han hecho notar, el señor Faverón busca ser el guachimán de la cultura letrada, el guardián de la discoteca que se reserva el derecho de admisión, el paladín de las buenas costumbres y las respuestas inteligentes. No tiene reparo en atacar a la Dra. Pepi Patrón y el comentario libre y sin pretensiones académicas que ella hace acerca del libro de Roncagliolo y el de Cueto. Seguramente para el señor Faverón, uno tiene que dar opiniones profundas hasta cuando está cantando en la ducha. Si el señor Faverón fuera coherente, él, desconocedor de la pseudo antología hecha por el señor Thays, no debería opinar acerca de la reseña hecha por la Vaca profana ya que carece de "conocimiento de causa". Y, sin embargo, el señor Faverón se despacha en ataques, en descontextualizaciones, en giros lingüísticos que jamás dan en el blanco.
Por otro lado, en mi opinión, la antología del señor Thays no tiene sentido alguno. Contiene errores metodológicos garrafales. La elección de Ribeyro como punto de inicio pareciera arbitraria. Tampoco es claro por qué nunca delimita coherentemente el sentido de la palabra "exilio". Asimismo, si, como quisiera el señor Thays, todo texto literario es un "viaje interior", su antología es pobre y deja de lado a otros autores como los señalados Gallardo e Iparraguirre, a quienes el señor Thays no dudaba en atacar y ridiculizar en su blog de Winning Eleven, vale decir, son dos personas hacia las cuales manifiesta una evidente tirria... y ya sabemos lo que el señor Thays es capaz de hacer o decir cuando se deja guiar por sus "convicciones", por sus "pasiones personales".

June 29, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Thays y Faveron son los instrumentos más reaccionarios que ha tenido la mafia. No tienen reparo en aliarse con cualquier tipejo que les permita fortalecer su hegemonía, ellos son los que hacen el trabajo sucio. Por eso creo que los dintilacos hacen bien en actualizar el debate ocurrido en Madrid, y hacernos recordar los insultos y agresiones vertidas por los "padrinos" Ampuero y Cueto. Por otro lado no es nada gratuito que Seix Barral haya iniciado sus actividades en el pais con esa lamentable antología de cuentos, por que ahora Planeta amenaza con reeditar los libros anteriores de Cueto, así que, que no nos extrañe sí Alfaguara reedita el "Mamotreto" de Ampuero o sí alguna de estas editoriales neo-colonialistas se digna reeditar cualquier cosa de Niño de Guzmán.

June 29, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Voilà! In view, a humble vaudevillian veteran, cast vicariously as both victim and villain by the vicissitudes of Fate. This visage, no mere veneer of vanity, is a vestige of the vox populi, now vacant, vanished. However, this valorous visitation of a by-gone vexation, stands vivified, and has vowed to vanquish these venal and virulent vermin van-guarding vice and vouchsafing the violently vicious and voracious violation of volition.

June 29, 2006  
Anonymous Anonymous said...

Qué bueno así podré leer a Cueto y no a sus difamadores.
Tal vez sea buena su novela. Es una excelente noticia que las letras peruanas que alcancen mayor difusión. ¡Viva el Perú!

June 29, 2006  
Anonymous Anonymous said...

(Lean esta carta de Castañeda a Gallardo, es muy reveladora)

Carlos:
Estaría encantado si dijeras quiénes son esos "contemporáneos" tuyos, con quienes compartiste clases, que "optaron voluntariamente por nuevas amistades que les pudiesen proveer mejores perspectivas laborales o (por qué ser tan maquiavélico) una cierta afinidad en el diálogo". Entiendo que esta alusión grupal se refiere a personas como Edwin Chávez y Johann Page (yo mismo estudié contigo en la Facultad de Letras de la Universidad Católica). Además, entiendo que con "nuevas amistades" te refieres a los escritores Iván Thays y Alonso Cueto. Lo que no entiendo es por qué, si sabes perfectamente de quiénes estás hablando, eliges no decir nombres y hablar en términos colectivos. Me pregunto si es un rasgo de estilo; yo espero que sea así.

Otra cosa que no entiendo es por qué te gusta tanto jugar con la ambigüedad. Primero afirmas que alguno de los nombrados (Johann, Edwin, yo mismo) entablamos amistad con Alonso Cueto o con Iván Thays con la intención de mejorar nuestras perspectivas laborales (prefiero no mencionar la obvia imposibilidad de que tú conozcas mis intenciones privadas, o las de cualquiera, con la suficiente claridad como para afirmarlas como hechos visibles para cualquiera); luego das otra posibilidad, que este vínculo se dio más bien "por afinidad de diálogo", para, finalmente, no afirmar ninguna de las dos posibilidades. Como comprenderás, ambas son conjeturas incomprobables.

Finalmente, dices que te decepciona que los "nuevos escritores" sean unos argolleros. Pero más adelante dices que "La “argolla” puede ser tan imperceptible por quienes la practican que puede confundirse con la verdadera amistad". Entonces, tú piensas que es posible que haya nuevos escritores que practican la "argolla" de manera inconsciente confundiéndola con amistad. Con ellos eres benevolente, claro, porque también están los otros nuevos escritores que la practican con conciencia. Yo te pregunto quiénes son los nuevos escritores que integran cada grupo, los jóvenes argolleros conscientes de que lo son y los inconscientes de su argollera condición. Si me respondes, por ejemplo, que Johann Page es un argollero consciente y que Edwin Chávez es un argollero inconsciente, espero que justifiques también por qué consideras que lo son. Pero como más adelante lamentas la imposibilidad práctica de obtener pruebas para demostrar que alguien es un argollero, sea consciente o inconsciente, veo que te será imposible afirmar justificadamente que Johann o Edwin pertenecen a alguno de estos dos grupos. En ese caso, puedes elegir seguir hablando de los "nuevos escritores" argolleros, de los "contemporáneos" mafiosos, o inventar alguna otra generalidad, pero sería como hablar de un grupo vacío, sin integrantes, una colectividad de fantasmas.

Te pediría que no hicieras esto último, porque sería caer en el ridículo. Sin embargo, si lo haces, volveré a comentar aquí, pero ya sin ningún respeto hacia tu calidad intelectual.

Un saludo,

Luis Hernán Castañeda

June 30, 2006  
Anonymous Anonymous said...

(Y esto es más ridículo que lo anterior, por que lo dice Daniel Salas)

Yo esperaba encontrarme con la gran prueba que desenmasacara a una mafia que controla los medios culturales en el Perú, capaz de castigar a sus oponentes, de romperles las piernas a quienes la amenazaran y de desaparecer a quienes la traicionaran. La mafia, para que pueda ser llamada tal, debe además estar centralizada y estructurada de manera jerárquica.

Ahora resulta que se trata simplemente de "amiguismos" y "argollas". No pues, eso es totalmente distinto. Además, Gallardo, un declarado liberal, sigue sin responder en qué sentido lo que el dueño de un medio de comunicación haga con su propiedad puede ser llamado "mercantilismo". Nada de esto tiene sentido y uno se pregunta si vale la pena discutirlo.

Gallardo pretende negar la existencia de un vínculo elemental de las relaciones humanas: las proximidades ideológicas y de intereses. Es totalmente comprensible que me vincule con la gente que piensa como yo y, mejor aún, con la gente en la que observo talento.

Doy un ejemplo. Leo el blog de Carlos Gallardo y lo encuentro lleno de invectivas y polémicas contra fantasmas que él mismo se construye, de análisis políticos superficiales que debería dejar a otras personas y de elogios a un grupo de babosos como Aquiles Cacho ("una de las voces más lúcidas", según el autor de este blog).

Leo el blog de Luis Hernán Castañeda y encuentro a una persona verdaderamente interesada en la literatura y el cine, informada y entusiasta. Encuentro en su blog a un escritor y un crítico que posee agudeza y finura, que no se mete en temas que desconoce y que no da batallas contra entelequias, sino que escribe sobre lo que sabe escribir.

No conocía a ninguno de los dos, pero me hice amigo de Luis Hernán mediante el correo electrónico y gracias a que encuentro en él una persona en la que observo una inteligencia activa y un potencial.

Gallardo, con la simpleza que desafortunadamente acaba de demostrar, podrá decir que lo apoyo porque es mi amigo? O más bien debería decir que es mi amigo porque reconozco en él una persona que comparte mi gusto por la literatura y el cine y en quien veo capacidades y talentos?

Las herramientas de Internet son una manera de vincular a las personas que comparten ideas e intereses sin conocerse, pero también sirven para identificar a aquellos con los que resulta imposible seguir discutiendo.

June 30, 2006  

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